34. Noche agitada

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Creí que lo que sucedió ayer fue solo un mal día, pero en realidad se está volviendo una maldita pesadilla.

Más personas han enfermado, las personas que estuvieron en el pabellón durante el ataque o las que estuvieron expuestas a personas enfermas.

La mala noticia de todo esto para mí es que estoy empezando a sentirme mal. Ni siquiera he salido de cama, no tengo fuerzas suficientes para salir de cama.

Carl: Aquí esta —veo que Hershel y papá entran.

Hershel: ¿Qué sientes, Ellie?

Ellie: Me duele mi cuerpo y tengo muchas ganas de vomitar —coloca su mano en mi frente, empiezo a toser.

Daryl: Todo esta bien, ardilla, lo prometo —acaricia mi cabello.

Ellie: No me siento nada bien, papá —vuelvo a toser.

Hershel: Tiene fiebre —lo miro asustada —. Debemos de llevarla al pabellón A.

Daniel: Ella se pondrá bien… ¿verdad?

Hershel: Ustedes dos deben de estar lejos, pueden contagiarse —miro a Daniel y a Carl.

Carl: No vamos a dejarla sola.

Ellie: Estaré bien —me miran —. Váyanse, no sean testarudos.

Daniel: Vamos —se lleva a Carl.

Miro a papá y a Hershel.

Ellie: Puedo ir por mi cuenta al pabellón A —intento levantarme —, ustedes no deberían de estar aquí.

Daryl: No te dejaré en este momento —negué.

Ellie: Tienes que hacer tu trabajo —me siento en el borde de la cama —. Yo puedo cuidarme sola, no te preocupes.

Hershel: Sasha esta ahí, reunete con ella y manténganse juntas —asentí.

Daryl: Ellie —lo miro.

Ellie: Estaré bien, papá —tomo mi arma —. Sé cuidarme.

Empiezo a caminar y me tengo que sostener de la pared para poder mantenerme de pie.

Salgo por la puerta trasera del pabellón, sigo caminando guiada por los carteles que colocaron para saber a que lugares llevan cada pasillo para no perderse.

Vuelvo a toser, mis pulmones me duelen al respirar.

Llego al pabellón A y entró, miro a todas las celdas, con cada paso que doy, hay muchos enfermos.

Sasha: Ellie —volteo a verla —. Esto esta empeorando.

Me sostengo del barandal de las escaleras, la miro preocupada y asustada porque aquí adentro estamos en peligro.

O podemos morir o podemos ser atacadas por quienes se lleguen a convertir.

O podemos morir o podemos ser atacadas por quienes se lleguen a convertir

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𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora