43. Un lugar seguro

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En mis oídos empiezo a escuchar un pitido, mis ojos me duelen un poco al sentir una luz insoportable.

Abro un poco los ojos, sigo viendo borroso así que parpadeo varias veces hasta que se aclara mi visión, lo primero que veo es una intravenosa a mi lado.

¿Dónde demonios estoy?

Miro hacia mi derecha y veo a papá durmiendo, veo que sujeta mi mano que no tiene la intravenosa.

Ellie: ¿Papá? —mi voz es ronca, mi garganta se siente seca, me siento en la cama —. Papá.

Abre los ojos, me mira sorprendido y se apresura a abrazarme con mucho cuidado.

Ellie: Hola.

Daryl: No vuelvas a asustarme de ese modo —lo miro de reojo, en serio que se preocupo —. ¿Sabes cuanto tiempo has estado inconsciente?

Ellie: ¿Unas cuantas horas? —pregunto confundida, se aparta otra verme.

Daryl: Casi dos días y medio —oh… —. Estas anemíca, ardilla.

Ellie: ¿En donde estamos? —cambio de tema.

Papá se dio cuenta que cambie el tema, pero no insiste en la anemia.

Daryl: Nos encontramos a un hombre, Aaron, nos trajo acá —mire todo el lugar —. Es una comunidad llamada Alexandria.

Ellie: ¿Una comunidad? —asiente —. ¿Y Rick permitió que todos vengamos?

Daryl: Estabas inconsciente, no sabíamos que tenias así que no teníamos muchas opciones —muerdo mi mejilla —. Ardilla, ¿qué te sucede?

Ellie: Nada, solo que que a mí me tocó la mala suerte de esto —intento explicar sin nerviosismo —. No hemos estado comiendo bien y la de la mala suerte fui yo.

Daryl: Ellie, me he dado cuenta que…

??: Veo que ya despertó su hija —volteo a ver al sujeto —. Hola, Ellie. Soy el doctor Pete Anderson.

Ellie: Hola… —se acerca y empieza a examinarme.

Pete: ¿Sigues sintiéndote mal? ¿Mareos o algo?

Ellie: Me duele un poco la cabeza.

Pete: Tienes mejor aspecto que cuando llegaste, te administre vitaminas y líquidos por la intravenosa.

Ellie: De acuerdo, ¿ya puedo irme?

Daryl: Ellie, aun necesitas descansar —suspiró.

Ellie: Ya no quiero estar aquí, quiero ver a los demás —miro al doctor —. Haré lo que me indique.

Pete: Primero tienes que comer —mierda —. Debes de comer bien y consumir vitaminas C.

Ellie: ¿Solo?

Daryl: Ellie —bufé.

Pete: Si, solo eso y puedes irte —me quita la intravenosa y me coloca una gasa —. Cuídate bien, Ellie.

Ellie: Si, si, si —me levanto de la cama —. Vamos, papá.

Él se levanta y lo sigo a la puerta, me siento algo débil.

Daryl: Aún tenemos algo de que hablar, jovencita —pongo los ojos en blanco.

Ellie: Es anemia no cáncer, no hay nada de que preocuparse —aclaro, salimos de la enfermería.

No puedo ocultar mi sorpresa al ver el lugar, hay casas y muchas, personas caminando de un lado a otro y veo unos grandes muros.

Ellie: Woah…

𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora