𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀

2. Inseguridad

Cubro mi cabeza con la almohada cuando la luz del sol empieza a molestarme.

Iba a volver a dormir cuando la alarma del reloj empieza a sonar, estiró mi brazo para apagarlo y de un golpe lo hago.

Me levanto de la cama y veo que todo está desordenado, dejo escapar un suspiro.

Me agachó recogiendo la ropa sucia y la tiro en el cesto de la ropa sucia, ordenó mi cama y coloco mi peluche de ardilla en medio de las almohadas.

Me cambio la pijama a ropa de diario, me coloco mi sudadera negra y mis gafas negras.

Por último me coloco mis converse rojos, camino a la puerta y la abro.

Camino a las escaleras, las bajo y con cada paso que doy rechinan un poco.

Al llegar al penúltimo escalón doy un salto bajando por comportó, camino hacia la cocina para preparar el desayuno.

Mi nombre es Ellie Dixon, tengo doce años.

Desde que nací he vivido con mi papá y mi tío, Merle. Mi mamá murió cuando yo nací, su embarazo era riesgoso porque tenía problemas cardíacos.

Pero papá me asegura cien por ciento que mamá me amaba con todo el amor del mundo y que me esperaba con ansias. Según el tío Merle era por sus hormonas.

A los cinco años, al iniciar a estudiar recibí burlas por la condición de mis ojos y es por eso que uso todo el tiempo gafas negras para que nadie más me mire como si fuera un bicho raro.

No me gusta mucho socializar así que de la escuela me vengo directo a casa.

Papá y el tío regresan algo tarde por su trabajo, aunque realmente no sé de qué trabajan y cuando les pregunto evaden la respuesta.

Bueno, papá porque el tío Merle intenta decirme y papá lo golpe porque según él es un idiota.

Termino de preparar el desayuno, en ese momento bajan papá y el tío.

Merle: Buenos días, camaleón —me llama así por el color diferente de mis ojos.

Daryl: Ya hemos hablado de esto, Ellie —me quita las gafas —. No las uses aquí adentro.

Ellie: Pero ya estoy por irme a la escuela.

Daryl: Te los regreso cuando te vayas —dejo escapar un largo suspiró.

Ellos toman su desayuno, los tres caminamos a la mesa, me siento frente a papá.

Daryl: Te dejaré dinero para que pidas una pizza, regresaremos algo tarde —asentí —. ¿Hoy recibes tus calificaciones no?

Ellie: Si, así dijo la maestra.

Merle: ¿Qué quieres de regalo?

Ellie: Cualquier cosa —me encogí de hombros, miro a papá —. Hay una nueva película en el cine, ¿podemos ir a verla?

Daryl: Si tu tío aquí presente no se gasta el dinero en algo más te prometo que iremos —sonreí.

Miró el reloj de la pared, el autobús ya esta por pasar.

Ellie: Ya dejo de irme —cómo lo más rápido posible.

Daryl: Hey, despacio o puedes ahogarte —me pasa un poco de jugo, lo bebo rápido.

Ellie: Mis gafas —me mira algo inseguro de dármelas —. Papá, por favor.

Daryl: En algún momento debes de dejar de usarlas —me las entrega y coloco.

Ellie: Cuando los cerdos vuelen.

Merle: El idiota de tu abuelo ya fue en avión, eso debe de contar —pongo los ojos en blanco.