Nos quedamos en un pequeño balcón acristalado. La luz lechosa de la luna
creciente atravesaba los ventanales y proyectaba la silueta del edificio de
enfrente sobre las paredes y las losetas grises del suelo.
Alfonso se acercó a las ventanas alargadas y observó la calle. Me quedé
mirándolo. El perfil de su rostro se recortaba perfecto contra el azul oscuro de
la noche. Era espectacular.
—No me gusta la gente —comentó como una curiosidad, ya lejos de la
algarabía del salón.
¿Por qué sería que no me extrañaba? ¿Quizá por lo antipático que era?
—¿Y por qué ha venido a esta fiesta? —le pregunté.
—Por ti.
Me quedé atónita con su respuesta.
—¿Por mí? ¿Por qué?
Se giró hacia mí y se recostó en la ventana.
—¿No es evidente? —me preguntó él a su vez con expresión de
conclusión en la cara.
—Para mí, no —respondí.
Es probable que aquella noche estuviera espesa, pero no me enteraba de
nada.—
Quería estar contigo fuera de las paredes de la empresa y esta ha sido la
única manera que he encontrado. Pero sé que no estás cómoda... —dijo.
—No me gustan este tipo de eventos —repuse—. Demasiado glamur para
mí. —Esbocé una ligera sonrisa.
Como si fuera un tic, me llevé la mano al pelo y me lo coloqué para
asegurarme de que me tapaba el cuello.
—No te preocupes, no se te ve —afirmó Alfonso, mirándome a los ojos.
Bajé la cabeza con el rostro rojo como un tomate. Me daba mucha
vergüenza hablar y que hablaran de mis cicatrices. Para mí siempre ha sido
algo muy íntimo, muy mío; algo que no he compartido con casi nadie.
—Anahí, mírame.
No le hice caso.
—Por favor... —Su voz era susurrante y dulce. Muy dulce.
Obediente, alcé los ojos lentamente y lo miré por debajo de la línea de
pestañas.
—Dime qué tengo que hacer para convencerte de que tu cicatriz me da
igual —dijo.
Me mordisqueé el interior del labio.
—No... No es solo una cicatriz, señor Herrera.
—Alfonso. Por favor, llámame Alfonso.
Asentí débilmente con la cabeza.
—No tengo solo la cicatriz del cuello —dije, reuniendo todo el valor que
fui capaz. Jamás había hablado de mis cicatrices con nadie que no fuera mi
madre, mi hermana y Layla y Kim—. Tengo más...
—¿Y qué?
No dije nada.
—Me jode que no me des la oportunidad de demostrarte que la cicatriz
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Cicatrices
Fanfiction(Aclaración: esta historia es una adaptación de una novela original. Todos los derechos quedan reservados a su autor original, así como la portada) Sinopsis: Anahí es una becaria que entra a trabajar en una prestigiosa empresa americana. Alfonso es...