Alfonso Herrera
Mentiría si dijera que ver el anuncio de la boda de Katrin con mi hermano
en el USA Today no me afectó, que no me revolvió algo por dentro. ¿A mí
me dejó por dinero y con mi hermano iba a casarse? ¿Se había enamorado de
él a pesar de que empezaba a no tener donde caerse muerto?
Ya no estaba enamorado de Katrin, pero en cierto modo sentía herido el
amor propio, igual que cuando me enteré de su engaño y su traición. Quizá
porque yo no había logrado enamorarla y mi hermano sí. Quizá porque
conmigo había estado solo por dinero y con Luke estaba por amor. Quizá
porque yo había dado por hecho que ella le dejaría cuando viera que no tenía
suficiente poder adquisitivo como para cubrir sus caprichos y sus
aspiraciones, o no tanto como yo.
Me había pasado los últimos años amasando una fortuna y multitud de
propiedades solo para tener más que Luke, para que Katrin viera que se había
equivocado al dejarme, que mi hermano nunca llegaría a tanto como había
llegado yo. Pero al final, todo lo que yo hubiera conseguido daba igual,
porque ellos iban a casarse. El amor había triunfado por encima de todo y a
pesar del dinero.
En eso se había reducido la existencia de mi hermano y la mía propia: en
ver quién tenía más, quién triunfaba más en el mundo financiero, quién se
quedaba con más proyectos, quién tenía más éxito, más dinero, más
empresas... Creo que habíamos sido uno esclavo del otro. Nos
retroalimentábamos. Él lo hacía por envidia y yo por despecho. No había
podido o no había sabido arrancármelo de la piel y eso me había convertido
en el hombre que era en la actualidad. Alguien despiadado, cruel y a veces
sin escrúpulos. A esas alturas todo el mundo me conocía, todos sabían quién
era. Alfonso Herrera, el hombre que tenía Nueva York a sus pies.
Traté de que mi cara no denotara la sorpresa que había supuesto el anuncio
del enlace matrimonial entre Katrin y Luke, pero soy una persona cuyas
emociones se reflejan en el rostro, y sé que Anahí se dio cuenta de que la
noticia me había afectado más de lo que debería, aunque se hizo la
despreocupada.
Después de que el periódico con el anuncio estuviera cuatro días encima
de mi mesa, me di cuenta de que era algo que no nos beneficiaba a ninguno
de los dos ni a nuestra relación. Por eso le propuse una escapada. Los dos
solos. Estábamos trabajando mucho en el proyecto de las Torres Keio, y nos
lo merecíamos. Y así, de paso, lograría sacarme de la cabeza la boda de
Katrin y Luke.
Traté de estar al cien por cien. El fin de semana fue genial, pero algo tenía
a Anahí con la cabeza en otra parte, y había muchas posibilidades de que
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Cicatrices
Fanfic(Aclaración: esta historia es una adaptación de una novela original. Todos los derechos quedan reservados a su autor original, así como la portada) Sinopsis: Anahí es una becaria que entra a trabajar en una prestigiosa empresa americana. Alfonso es...