Capítulo 18: Allana

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Luego que Klaus se fue de la librería

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Luego que Klaus se fue de la librería...

—Al final encontraste a Mason —dice él mirando hacia donde Klaus sale por la puerta. Se suponía que ese idiota tenía que arder de celos, quizás hasta intentar golpear al tipo y yo iba a tratar de separarlos, luego llevaría atrás a Klaus, le reclamaría, él me diría que soy suya y volveríamos a coger.

Pero no.

Siempre lo arruina todo.

—Sí, y también conseguí trabajo —digo mirando hacia la puerta, muevo la cabeza despacio y vuelvo a mirarlo—. Creo haberte dicho que salí de la cárcel por intento de homicidio.

Él asiente y me da una media sonrisa.

—También dije que no me importaba.

—Uf, estás bastante mal de la cabeza —digo moviendo la cabeza.

Él deja escapar una risa y se encoge de hombros.

—Mi nombre es Dexter, Dexter Denver —se presenta estirándo la mano.

—Allana.

—Bueno, Allana —dice él y parece que casi saborea mi nombre en sus labios—. Quisiera un libro de suspenso. Karen me había comentado que hoy llegarían varios ejemplares y quería llevarme unos.

Vaya, vaya.

El tipo tiene un bar, folla bien, es atractivo, tiene un buen auto, no parece importarle mi pasado y le gusta leer. A simple vista, es el hombre perfecto. Pero al parecer, a mí me gustan los traumados, de otra forma no puedo entender este interés insano en Klaus.

Le mostré los libros a Dexter, él me miraba con atención y de vez en cuando vi como sus ojos vagaban por mi cuerpo, supongo que recordando lo que hicimos en su auto. Pero, yo no puedo dejar de pensar en lo que hicimos con Klaus en la bodega y en que obviamente arruinó mis planes para darle celos porque literalmente me empujó hacia Dexter.

«Hey, hermano. Toda tuya»

Eso fue lo único que le faltó decir.

Imbécil.

Bueno, si eso es lo que quiere...

—Así que... ¿si vas a salir conmigo hoy? —pregunta cuando ya le he cobrado por los cinco libros que llevó. Le doy una sonrisa coqueta y asiento con la cabeza. Me niego a dejar que Klaus gane. Quizás piensa que me tiene en la palma de su mano en el sexo porque me hizo llorar de placer.

Y no lo niego, una fácilmente podría volverse adicta.

—Por supuesto. Estoy deseándolo —le digo mirándolo debajo de mis pestañas.

—Perfecto, vendré por ti a las siete.

Se me acerca y yo agarro su mentón deteniéndolo en su lugar. Hago la mirada en forma de triángulo. Primero su boca y luego lentamente hacia arriba. Lo veo tragar saliva y yo saco mi lengua para delinear sus labios. Su mano va detrás de mi cabeza y pega sus labios a los míos.

Un hombrecito impaciente.

Muerdo su labio y me alejo.

—Nos vemos a las siete —susurro contra sus labios.

+++

Empujo a Dexter hacia la cama.

Sí, lo he cautivado lo suficiente para que él me trajera a su casa, una casa bastante bonita. Sin embargo, no me voy a hacer la loca pensando que no suele traer mujeres aquí, tampoco me importa. Me subo sobre él abriendo con mis manos su camisa hasta que los botones se desprenden de la tela.

Me deja a la vista su pecho marcado. Paso mis manos por su pecho mientras las de él están en mi culo. Esta obsesión de los hombres por un buen culo es igual que la de nosotras por un buen pedazo de pene. Le sonrío y él levanta las caderas para hacer fricción contra mi centro.

No voy a mentir, estoy mojada, estoy muy mojada porque esto me sabe a venganza y la venganza me encanta. Sobre él, estoy solamente en ropa interior, qué es basícamente la lencería que me puse para Klaus.

—Eres tan hermosa —jadea Dexter cuando paso mi lengua por su cuello y me muevo sobre su erección.

—No solo soy hermosa —le digo cuando subo a sus labios—. Soy letal.

Agarro el cuchillo que traje sin que se diera cuenta y lo paso por su cuello lenta pero profundamente. Sus ojos se abren horrorizados y se lleva las manos al cuello intentando para el sangrado. Mi cuerpo se siente mojado, por su sangre, y cierro los ojos ante los sonidos de gorgoteo que apenas alcanza a emitir su garganta.

—No llegué a tu bar por casualidad —le digo en un susurro—. Te mentí.

Termino de cortar su cuello y miro sus ojos. Me parecían lindos, pero ahora que se ha escapado la vida y se ven oscuros y vacíos, me parecen hermosos.

Oscuro y vacío.

Como yo.

Me estiro por mi celular y le envío una foto de mí y el cádaver de Dexter a Klaus, esperando que lo vea. Mis manos comienzan a temblar cuando dejo caer el cuchillo y me bajo de encima mirando desde los pies de la cama el cuerpo sin vida de un hombre al que acabo de matar.

No se suponía que lo fuera a matar, pero cuando estuvimos comiendo en un local, él miró de forma extraña a una niña y las alarmas se activaron en mi cabeza. Quizás Dexter nunca haya tocado a una niña, quizás solo fantaseó con ellas sabiendo que lo que hacía estaba mal. Quizás nunca las tocaría, pero él solo hecho de haberla mirado así fue suficiente para mí.

Tenía que matarlo.

Y lo más oscuro, es que deseaba con tantas ganas hacerlo.

Comienzo a sentir esa extraña, pero agradable sensación recorrer mi cuerpo. Es la misma que sentí cada vez que maté en la cárcel, y que sabía que era una expresión de esa oscuridad de la que tanto intenté huir.

¿Estaría esta misma oscuridad dentro de mi padre?

Porque definitivamente mi madre no era así. Ella era pura y buena, todo lo contrario a mí. Mi celular vibra con un mensaje y lo levanto rápidamente.

Envíame tu ubicación

Lo hago. Y mis manos comienzan a hormiguear en anticipación. ¿Cómo va a mirarme, Klaus? ¿Cómo si fuera un monstruo? ¿Le gustará?

¡Dios!

Me agarro la cabeza cuando los pensamientos comienzan a ir uno tras otro de forma rápida sin que pueda detenerme en ninguno en especifico. Hoy Klaus verá a la verdadera Allana, a la oscura Allana, a la mujer que he intentando esconder toda mi vida, pero ahora no tengo nada que perder y todo que ganar.

++++++

Ya niñas, me demoré porque como les conté a algunas en el grupo de Whattsapp, he estado llena de examenes en la u y eso es lo primero. 

Este capítulo es un poco corto, porque quiero que lo vean desde la perspectiva de Klaus, así que estos días seguiré escribiendo porque tengo más tiempo así que no desesperen jajaja

Perversas Obsesiones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora