—¿Ahora sí me puedes explicar lo que pasó? —le digo a Klaus. Vinimos a la armería para hablar sobre las nuevas técnicas que queremos implementar. Bueno, en realidad no vinimos a hablar de eso.
—¿Viste como se puso con Suzumi? —inquiere.
Asiento rápidamente.
—Sí, pobrecita —digo moviendo la cabeza—. Salió pálida como un fantasma. Yo creo que nunca había estado tan cerca de la muerte.
Klaus frunció el ceño.
—¿Es guerrera? —pregunta.
—Sí, de las mejores de su edad.
Niega.
—No puede ser guerrera. Ni siquiera fue capaz de defenderse, y si estaba tan asustada, es porque en realidad, nunca ha estado en batalla —me mira—. ¿Fue con nosotros a Rusia?
Niego.
—No.
—Supongo que tendrán que hacerlo mejor —dice él suspirando.
Klaus se afirma en la mesa y cruza los brazos.
—Tu hermana no reaccionó bien cuando le dije que debería ver terapia —comienza—. Empezó a decir que no estaba loca, que lo que veía era real.
—¿Qué veía? —pregunto asustado.
—Según ella, Suzumi me miraba con ganas de estar conmigo —dice y mueve la cabeza—. Pero ella solo estaba emocionada por lo que le estaba enseñando. ¿Tú viste algo así en su rostro?
—No.
—Ya antes pasó algo parecido. Se juntó con un tipo y luego lo degolló cuando iban a tener sexo.
Arrugo el entrecejo.
—Demasiados detalles.
Pone los en blanco.
—El tema es que lo mató porque dijo que había mirado a una niña de forma lasciva. Pero luego, Kyle revisó las cámaras no solo de ese día, sino de otros días y las de su oficina, y nunca había echo tal cosa —Klaus se ve cansado—. Mató a un inocente por algo que creyó ver. Hoy podría haber matado a Suzumi, otro día seremos tú o yo. Necesitamos a la terapeuta.
Me muerdo la lengua.
—No he logrado conseguir su número —digo, sintiéndome como un fracaso.
—Entonces consigue a otra. Lo haría yo, pero no hablo el idioma y bueno no sé quién podría serlo.
Asiento con la cabeza colocando una mano en su hombro.
—Lo resolveré —digo tragando saliva—. Lo resolveré hoy mismo.
—Gracias —asiente Klaus.
Lo dejo en la armería y yo voy hasta mi habitación. Agarro mi chaqueta, las llaves de la camioneta y salgo para enfrentarme a mi pasado. Si ella no quiere que la encuentre, nunca lo haré. Busqué su nombre en redes sociales y en páginas de google, pero es como si se hubiera esfumado. Solo hay una persona en este país que es capaz de hacer algo así.
Mi ex.
Bueno, aunque llamarlo Karma, suena mejor.
Él es su primo, y por esa razón lo conocí cuando estaba saliendo con ella. O bueno, conociéndonos. Pero a fin de cuentas, viene siendo lo mismo, porque haces las misma cosas que cuando estás de novio. Cuando llego al edificio dónde él trabaja, me estaciono y tomo aire. Hace demasiado tiempo que no veía. Me coloco los lentes de sol y voy hacia la recepción.
ESTÁS LEYENDO
Perversas Obsesiones.
RomanceKlaus. Vivi años con un odio dentro de mí que podría haberme destruido por completo si le hubiera dado ese poder. Yo era una máquina de matar, lo sabía, había guardado mis emociones bajo llave y nunca nadie podría verlas realmente. Excepto ella, con...