No podía estar más sorprendido cuándo vi el mensaje, todavía no me había ido a la habitación con Carol porque estábamos compartiendo un rato con los chicos, así que cuando me sonó el celular y revisé, debo haberme quedado más quieto que un muerto.
En la foto se veía a Allana, en ropa interior, manchada con sangre y el cuerpo de Dexter a su lado con la garganta destrozada. Y ella solo había escrito: "supongo que está es la verdadera yo"
¿Cómo había adquirido mi número? No me importaba mucho, así que le pedí la ubicación. Tenía que ir porque la mirada que tenía en la foto era casi maniática. Como la mirada que tiene Mason y Adren al torturar a alguien. Como seguramente estuvo la mía cuando degollé a Petrov y de esas miradas nunca salía nada bueno.
Sobre todo si se estaba sola, como ella ahora.
—Tengo que irme —digo levantándome sin esperar respuesta.
Escucho a los chicos que me hablan, pero no me detengo porque tampoco quiero decirles a dónde jodidamente voy. No creo poder lidiar con sus bromas en este momento. Salí rápidamente y me subí a la camioneta; luego los chicos tendrían que llamar para que los vayan a buscar en caso de no haberme desocupado.
Sé que no se harían problema por ello.
Allana me envía la ubicación y puedo ver que están en una casa, probablemente la casa de él. Supongo que ya no importa, teniendo en cuenta que está muerto, ahora lo que necesito saber es si puede haber algún tipo de problema por ello. Eso lo sabrá Mason, pero antes necesito saber qué demonios pasó.
¿Él intentó hacerle daño?
O
¿Simplemente ella lo mató porque quizo?
Me pasé semáforos en rojo, además, no es como si me fuera a llegar alguna multa de tránsito o me persiguiera la policía. Ellos tienen nuestras placas, por lo que cuando las vean tienen órdenes de no seguirnos. A veces el poder es una autentica bendición y en otros casos, una autentica mierda. Supongo será desde el lado en que estés.
La casa es grande, esta en un barrio acomodado y veo su auto estacionado fuera. Me bajo de la camioneta y camino hacia la entrada justo cuando ella abre la puerta, como si me hubiera estado esperando frente a la ventana. Está en ropa interior, su cuerpo manchado con la sangre de Dexter, y espero que solo la de él.
—¿Estás herida? —le pregunto dando un paso dentro de la casa y cerrando la puerta detrás de mí. No queremos que más personas nos puedan ver.
Allana se encoge de hombros, su mirada aun está distante, como si no pudiera volver de dónde sea que esté. Eso no me gusta, porque nosotros podemos volver de inmediato; serenarnos luego de haber cometido un asesinato, pero ella está ahí, ausente e incluso un poco confundida.
Pero hay algo más aterrador, incluso para mí. Esa expresión de liberación que está por sobre las demás.
—¿Lo estás o no? —vuelvo a preguntar, esta vez más fuerte y dominante.
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Perversas Obsesiones.
RomanceKlaus. Vivi años con un odio dentro de mí que podría haberme destruido por completo si le hubiera dado ese poder. Yo era una máquina de matar, lo sabía, había guardado mis emociones bajo llave y nunca nadie podría verlas realmente. Excepto ella, con...