No se me pasan desapercibidas las miradas que Mason da entre Allana y su padre. Parece un niño al que le han dado un juguete de colección especial. El medio hermano de Allana también la mira con interés, pero el que menos me gusta es Yoshio. Él sabe que ella es su hija, y ahora mismo, el parecido tiene mucho sentido. Tienen la misma forma de las cejas e incluso la nariz.
Podría ser una coincidencia, pero sabemos que no lo es.
Allana es hija del líder de la Yakuza, que además, tiene un heredero.
Ese hecho me pone nervioso, el que ellos quieran matar a Allana para que ella no pueda reclamar nada. Ryu podría verse amenazado, porque ella es más que capaz de hacerse con el poder y eso que solo hemos visto una pizca de su personalidad.
Allana a mi lado está tensa. Arroja miradas a su padre, aunque ella no lo sabe, sin embargo, hay algo en su mirada que ella no logra entender. Y ese dicho: "la sangre tira" nunca tuvo más sentido como ahora. Sé que ella puede sentirlo.
—¿Cómo estuvo el viaje? —pregunta Mason, interrumpiendo el silencio tenso.
Él especificamente, lo dejó ahí. Dejo que se miraran de esa forma hasta que él lo decidiera. Es un hombre que no hace nada por hacerlo, siempre hay alguna razón, y es jodidamente impredecible. Sé que en esta reunión no pondrán en peligro a Allana porque sé que Venus nunca se lo permitiría.
Yoshio se gira para mirar a Mason y asiente.
—Estuvo bien. Largo como ya sabes —responde.
—¿Tu esposa se encuentra mejor? —le pregunta, Yoshio hace una mueca.
—No muy bien. Esta visita solo es de cortesía por las buenas relaciones que hemos tenido estos años.
Mason ríe y Yoshio sonríe sabiendo que nada está más lejos que eso.
—Que considerado de tu parte, Yoshio.
—Ya me conoces, Mason —dice él y luego vuelve la vista hacia Allana que se tensa a mi lado—. No recuerdo que hayas dicho tu nombre.
Pongo mi mano en su muslo y lo aprieto para darle algo de seguridad. Casi puedo escuchar los engranajes del cerebro de Allana preguntándose qué es lo que está sintiendo y por qué ese hombre la mira tanto.
—Allana es nueva en la casa —dice Mason—. Está bajo mi absoluta protección mientras erradicamos una amenaza en su contra.
Yoshio lo mira e incluso Allana lo hace sorprendida. Ella realmente cree que él la tiraría a los lobos, y en otros tiempo seguro que lo habría hecho.
—¿Amenazas? —pregunta Yoshio.
Mason mueve la mano como si fuera un asunto sin interés.
—Hijos de puta de la Bratva, nuevamente —dice y toma un sorbo de su copa mientras toma la mano de Venus por sobre la mesa—. Ellos nuevamente intentan llegar a mí, y a ella por razones diferentes, por lo que mi hermosa esposa decidió darle protección a Allana mientras nos deshacemos de ellos.
—¿Quién es el nuevo Pakhan de la Bratva? —pregunta Yoshio.
—Nikita Kuznetsov —responde Mason.
—Lo conozco —dice Ryu y baja los cubiertos para mirar a Mason—. Tuvimos uno de sus hombres infiltrado en nuestras filas del ejército y durante la tortura, dijo varias cosas, como el hecho de que están juntando un ejército en todo el mundo para un enemigo.
—Ese probablemente sea yo —gruño Mason.
Sus cejas están fruncidas y su mandíbula apretada de pura rabia. Yoshio vuelve a mirar a Allana.
—¿Cuál es la amenaza? —le pregunta. Ella levanta la cabeza y con su mano desocupada, aprieta la mía.
—Un hombre que violó a mi hermana.
Allana traga saliva ante una herida que aún estaba abierta. Yo no era nadie para juzgarla porque habían pasado todos estos años y nunca había olvidado a Katia. El tema era reciente para Allana, que había tenido que pagar tres años de su vida por un delito que ni siquiera llegó a consumar.
Yoshio movió la cabeza de forma afirmativa y volvió a comer. Ryu se embarcó en una conversación con Mason, y Venus le daba sonrisas tranquilizadoras a Allana. Más temprano Adren me había dicho que ambas se habían dado la mano en un acuerdo silencioso. Tenía curiosidad y esperaba preguntarle por la noche a Allana.
Claro, si es que ella me quería de nuevo en su habitación.
Y esperaba que sí, porque ese maldito vestido me había puesto el pene tan duro que estuve a punto de masturbarme en la ducha solo para aplacar las ganas. No tenía tiempo, porque si lo hubiera tenido como una mierda que me la habría follado con ese vestido puesto.
—¿Conozco a tus padres? —le pregunto Yoshio.
Allana levantó la cabeza y negó.
—Mi madre es americana, y no tengo padre —dijo ella. Parecía que había escupido las últimas palabras. Creo que incluso él se sorprendió por la adversidad en la voz de Allana.
—Tu padre debe ser Japonés a juzgar por tus rasgos marcados. Pasarías fácilmente como una japonesa completa.
—No me interesa —gruño ella—. No me interesa saber quién es mi padre o conocer las raíces de alguien que abandonó a mi madre y a mí.
Allana estaba ejerciendo una fuerza sobrehumana en el agarre en mi mano. Casi podía sentir a su bestia paseándose de un lado a otro como un animal enjaulado. En ese momento me di cuenta de que durante la cárcel ella había matado regularmente para otra interna, eso lo sabíamos, por lo que siempre se había mantenido en control.
Sin embargo, desde que salió solo había matado a una persona y eso parecía estar consumiéndola. Miré a Mason y él la estaba mirando con la misma intensidad que yo. Él tendría que ayudarla porque de otra forma podría convertirse realmente en una amenaza.
Mierda.
Ella está más jodida de lo que pensé inicialmente.
Pero las putas señales estaban ahí, lo estuvieron siempre. Esa mirada oscura y la sonrisa maliciosa que siempre me daba. El maldito sexo duro y sucio.
—Quizás él se vio obligado a hacerlo —dijo Yoshio, pero Allana sacudió la cabeza de forma negativa.
—Bueno, Yoshio. No quiero que incomodes a mi nueva invitada —habla Mason teniendo la atención de Allana que lo mira casi agradecida. Sé que ella siente algo relacionado a Yoshio, lo mira de reojo de una forma extraña y no creo que solo sea porque es asiático.
—No es eso lo que quiero —responde Yoshio.
Una media sonrisa se hizo presente en los labios de Mason.
—Eso es bueno, porque todos aquí sabemos para qué es esta comida —dijo, lo miré rápidamente al igual que Venus. Sin embargo, Yoshio no parecía afectado—. Allana, te presento a tu padre.
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Bueno... espero que les haya gustado el capítulo
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Perversas Obsesiones.
RomanceKlaus. Vivi años con un odio dentro de mí que podría haberme destruido por completo si le hubiera dado ese poder. Yo era una máquina de matar, lo sabía, había guardado mis emociones bajo llave y nunca nadie podría verlas realmente. Excepto ella, con...