Ya estaban en el escenario, siete hombres que querían demostrar su valía tanto con su voz como con su hermoso baile.
Guapos no era la palabra, estaban exultantes y su sensualidad los hacía deseados por todo el fandom que estaba gritando a pleno pulmón.
Todo el estadio se puso en pie a la luz de las Army Bomb, nunca se había visto algo tan jodidamente espectacular en aquella ciudad de la luz, hasta habían vestido los edificios del color púrpura cómo sello de que la mejor banda de los últimos tiempos estaba actuando en sus instalaciones.
Jungkook apareció con su top nuevo y fue el colapso del fandom, nadie esperaba que hubiera dejado atrás el otro que se abría cuando le daba la real gana, todos soñaban con que aquel botón no resistiera su sensual y bestial baile, hasta llegaron a implorar a la virgen del botón para que les ayudara a que se viesen por accidente sus abdominales.
Y allí entre el público, no muy lejos del escenario estaba TN, Jungkook no sabía que la tendría tan cerca, la acompañaba Hiari su amiga coreana. Disfrutaban de un sitio privilegiado porque la señora Choi conocía a gente que las posicionó muy cerca.
TN estaba encantada y solo tenía por ahora ojos para la falda de Yoongi, no lo esperaba con ella puesta y se le hizo irresistible su gatito. Sus movimientos la tenían atrapada y es que era tan varonil que sonreía como boba sin poder evitarlo.
—¡Es tan guapo! —gritaba ella a su amiga moviendo su cuerpo con el ritmo de la música y agitando su army bomb— ¡Daría lo que fuera por ser tu madre! ¡Podría estar todas las horas de mi vida enganchada a su pelo!
—¡Lo siento pero como Jimin no hay ninguno! —gritaba la otra saltando como loca y llamándolo a todo dar— ¡¡¡ JIMINSHIIIII estoy aquí viéndote precioso, tío bueno!!!!!
—¡Son todos geniales! —gritaban las dos con el corazón dividido porque aunque hubiera uno un poquito más especial, les encantaban todos al fin y al cabo.
Lo pasaron tan bien que salían del estadio con los ojos aguados de la emoción, lo hacían por el lado contrario a todo el mundo, porque la señora Choi les dijo que siguieran a dos hombres que las llevaría fuera sin pasar por ningún peligro, ellas saltaban como dos niñas pequeñas sin dejar de hablar.
—A sido uno de los mejores días de mi vida —decía TN pensando en el pelo naranja de su BIAS y sus movimientos que coordinaban perfectamente con los de los demás. Todos estuvieron geniales.
—Yo estoy con muchas ganas de llorar amiga, ha sido tan mágico todo que tengo algo que me pesa en el pecho —la sensibilidad de Hiari era así y hoy se sentía más vulnerable que nunca.
Cuando iban por un pasillo que daba al exterior pasaron todos los bitis no muy lejos de ellas. Alarmadas se echaron a un lado porque sabían que no podían acercarse a ellos, eso estaba prohibido por la agencia y por supuesto por la señora Choi. Les dijo una y otra vez que sus privilegios no podían ser escusa para que la pudieran despedir, tenían que comportarse como las señoritas educadas que eran.
Pero Jungkook era un chico tan inquieto que no podía dejar de hacer travesuras, así que empezó a hacer el tonto con Taehyung ya que nadie podía verlos y le dió un pequeño golpe en la cabeza. El otro intentó devolverlo corriendo detrás de él, parecían dos niños pequeños jugando uno con el otro.
Jungkook salió corriendo en sentido contrario a los demás y se topó con las chicas, paró de golpe impactado por saber quién era ella.
—¿Tú otra vez? —se atrevió a hablarle con una sonrisa y disfrutando de habérsela encontrado otra vez de forma extraña.
—Perdona, pero es que nosotras nos íbamos ya —dijo ella sabiendo que no podían interactuar, le hizo una reverencia.
Hiari tenía la boca abierta y creyó colapsar porque Taehyung la estaba mirando a los ojos directamente. Era sensualidad lo que ese tipo echaba por los poros de su cuerpo.
—¿Las conoces? —le preguntó Tae a Jungkook.
—Sí —le contestó pero sin dejar de mirar a TN, le sonreía todo el rato.
Y es que tras la actuación que tuvo un momento antes, su cuerpo se sentía volátil, le había dejado esa adrenalina y ese éxtasis que sentía cada vez que actuaba.
Llevaba mucho tiempo sin fijarse en una chica del modo en el que un hombre se fija en una mujer y en ese momento, no sabía porqué su cuerpo reaccionó más atrevido que nunca.
TN había estado rondando hace demasiados días por su cabeza y ahora que la tenía delante, solo pensaba en cómo sabrían sus labios, los tenía tan rosados que estaba luchando en su interior por no tocarlos.
Ella se dió cuenta de su mirada sexi y peligrosa, se sintió un poco violenta, era muy guapo pero nunca lo había mirado con esos ojos, porque Yoongi ya ocupaba ese puesto.
Cogió la mano de Hiori que estaba en trance mirando a Taehyung y la arrastró para salir corriendo por el pasillo hacia la salida, se sentía tan idiota. Cualquier ARMY estaría ahora muerta y asfixiada en el suelo por haber sido el centro de atención de nada más y nada menos que Jeon Jungkook, y de ese modo tan atrevido ¡dios mío!, sin embargo ella estaba avergonzada y roja como un tomate.
Jungkook tendría que ahogar por sí solo esa noche lo que aquella chica le había hecho sentir...
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ME ENAMORÉ DE UNA ARMY
FanfictionEl viaje a las Vegas del grupo BTS quedará para siempre marcado a fuego para sus integrantes. Aunque será Jungkook, el más pequeño de todos, quien va a experimentar la mejor experiencia que jamás creyó tener.