43

1K 86 7
                                    


—Hola Jinhyung —dijo Jungkook al que consideraba su hermano, estaba cabizbajo y cansado, no había dormido mucho la noche anterior.

Estaba en su apartamento y SeokJin llegó para felicitarlo por su cumpleaños. Jimin y Hobi lo habían hecho anteriormente, los demás lo felicitaron por teléfono.

—Eyyyy esa cara me la cambias ahora mismo, todos los días no se cumplen veinticinco años, ya me gustaría a mí estar en tu edad ahora —le dijo el otro entrando con una caja de uvas como regalo.

Jungkook cerró la puerta y se quedó mirándolo con media sonrisa y con el ceño fruncido.

—¿Has bebido? ¿Estás borracho? —le preguntó.

—Solo ha sido una copita de nada... —se empezó a reír Jin.

—¿Solo una? —rió un poco él también— no creo que haya sido solo una...no me engañes.

—Bueno tal vez han sido dos, es que he visitado a los demás y ya sabes —se veía tan contento.

—Voy a hacer un directo en weverse, ¿sabes?, pufff y no tengo ninguna gana —se acordó Jungkook de TN y de su bebé.

—Ah...de eso nada, fuera tristezas, venga vamos a hacerlo juntos —la confianza que le daba Jin era de admirar. Nunca lo dejó caer.

Fueron tantas las veces que lo ayudó en sus primeros años cuando estaba separado de sus padres, que lo quería enormemente.

Hicieron juntos el directo celebrando su cumpleaños. Cuando sopló las velas se su tarta pidió un deseo, "Ojalá las cosas vuelvan a ser sencillas y seamos felices los tres" ese fue su corto pero intenso pensamiento.


Lo pasaron muy bien, grabaron juntos un trozo del live.

Se fue Jin entre risas y Jungkook siguió dando su mejor aspecto y ganas, estar hablando con sus ARMYS lo reconfortaba y le daba paz, el fandom lo era todo, pero también su verdugo al mismo tiempo.

Les debía su exitosa carrera como Idol, pero es que por algunos de ese fandom tampoco podía vivir libremente. A veces sentía que estaba en una horrible encrucijada.

Terminó su directo y se recostó en el sillón del salón, había hablado con su madre en la mañana y le contó todo lo que le ocurría. La escuchó llorar levemente, eso lo hizo sentirse mal y ahora lo estaba recordando.

"Hijo mío, sé que ya eres todo un hombre, que necesitas una compañera que te quiera a tu lado y me duele que las cosas estén yendo de ese modo. Si la quieres lucha. Lucha  por ella hijo, las mujeres necesitan saber que están protegidas por la persona que tiene al lado, creo que esa muchacha se ha sentido muy sola en algunos momentos y tiene miedo por vuestro bebé...yo también lo he tenido por tí muchas veces, sé de lo que te hablo. Te amo."

Las palabras de su madre le taladraban el cerebro.

De pronto sonó el móvil y sin ganas lo cogió, alguien querría felicitarlo por su veinticinco cumpleaños. Sin mirar de quién se trataba contestó.

—¿Si?

—Felicidades...

La voz le atravesó el alma y el corazón. Se puso nervioso.

—Gracias TN —un alivio le recorrió el pecho, quería escucharla de nuevo, lo estuvo deseando todo el día, pero al mismo tiempo la decepción por su huida lo hacía sentirse enfadado.

—No quería dejar pasar el día sin felicitarte, te he visto con Jin y me ha dado mucho alivio verte sonreír y reír junto a él, sé lo que os queréis—la escuchó respirar fuerte— me doy cuenta de nuestra situación y que no está siendo fácil para nosotros.

—Tal vez para tí que te has ido sea más fácil que para mí ¿No crees? Tú lo decidiste sin pedirme explicaciones —se maldijo en el momento que terminó de hablar, pero es que estaba tan dolido que era lo más suave que podía soltar.

—Sé que estás enfadado y no te culpo, pero mi situación no es mejor que la tuya.

—Que sabrás tú de mí situación —se levantó del sillón y empezó a andar por la estancia—. ¿Me has dejado que te explique lo que tenía previsto hacer? No ¿Verdad? Solo te vas de mi lado, arrastrando a nuestro bebé contigo, dejándome herido y hecho polvo, ¿No crees que has sido muy cruel? —respiró hondo y peinó su pelo con su mano libre.

—Por tu hijo no tendrás problema, ya te lo dije, serás un buen padre que estará a su lado cuando quieras —le dijo ella triste, tampoco lo estaba pasando bien.

Estaba sentada en la cama de su habitación tocando su vientre y con lágrimas agolpadas en los ojos.

—Dime dónde estás y voy a verte por favor —le soltó él como súplica.

—No puedo hacer eso, si vienes sé lo que ocurrirá entre nosotros y me costó mucho dar éste paso Jungkook.

—Quiero que arreglemos las cosas —le dijo en un susurro— necesito tocarte, tener tu piel junto a la mía, sueño con eso, lo necesito para vivir —se le quebró la voz— sé que hice mal acostándome con otra...pero...

—Por favor...lo que menos quiero es hablar de eso —lo cortó— no quiero volver a recordarlo, fue algo horrible de tu parte que me hizo mucho daño y lo quiero olvidar—le dijo tajante.

—Lo sé...sé que no tengo perdón y te entiendo, saber que ahora puedes ser de otro me hace odiarme —lo decía sinceramente.

Estuvieron unos segundos en silencio, cada uno lidiando con lo que sentía, pero TN lo había llamado para darle una noticia y no iba a cometer el error de discutir. Así que se tranquilizó y le volvió a hablar.

—Jungkook tengo que darte tu regalo de cumpleaños.

—No quiero regalos, ahora mismo no sé ya ni lo que quiero de verdad, si no estás aquí conmigo no quiero nada de lo que puedas darme —dijo y se sentó de nuevo en el sillón de golpe derrotado y sin ganas de nada.

—Sé que ésto te gustará, te voy a mandar algo al móvil, es una foto y espero que la disfrutes y la guardes para siempre —se oía que reprimía sus ganas de llorar— te iré informando de todo lo que ocurra y el día que nazca nuestro bebé espero que estés preparado y con la agenda disponible, te estaremos esperando los dos...adiós Jungkook.

Sin dejarlo decir más le colgó. Los sentimientos entre ambos eran muy fuertes pero para la sociedad en la que vivía Jungkook se hacía demasiado difícil.

Se tapó los ojos y resopló. Miró después de unos segundos de nuevo el móvil y buscó la foto que le había mandado TN.

Un remordimiento apareció en su interior, pero también esperanza, alegría y amor al ver la pequeñita bolita blanca que había rodeada de sombras grises. Ese era su bebé, la ecografía del tesoro más grande que tendría en su vida jamás. Nunca tendría nada con tanto valor aunque las riquezas lo poseyeran durante su existencia.

Leyó el comentario que lo acompañaba.

"Éste es tu hijo Jungkook, porque es un niño ¿Sabes? Jeon Jungkook Junior...la prolongación de tu vida, tu primogénito"...

💜💜💜💜

💜💜💜💜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ME ENAMORÉ DE UNA ARMY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora