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No me hago responsable de ésto, nunca haría daño a los Idols....es mera diversión...y qué diversión jeje...

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TN abrió la puerta de su apartamento, estaba ebria, había tomado con sus compañeras de trabajo, no tenía guardia hasta dentro de tres días, nunca bebería si mañana fuese al hospital, pero habían sido días horribles y Jungkook no estaba a su lado.

Apoyó la mano contra la pared y se quitó los zapatos para dejarlos allí mismo, después se incorporó, respiró hondo y un dolor sintió en su pecho.

—Te hecho de menos —susurró al mirar la estancia vacía como tantas noches últimamente.

Tambaleándose un poco llegó a su dormitorio y se echó de golpe en la cama boca abajo, pataleo como una niña pequeña y luego volteó hasta quedar mirando el techo.

—Tenía que haber ido a dormir a su apartamento por ésta noche, su olor está allí ¡Maldita sea! No puedo depender tanto de un hombre, me volveré loca —se revolvió en la cama molesta y respiró hondo.

Se quitó el vestido allí mismo tendida y lo tiró hacia atrás con fuerza hasta que cayó al suelo. Quedó en ropa interior de color negro al igual que sus medias, deshizo el moño de su pelo y lo dejó suelto, le llegaba por los hombros, ya había crecido algo desde que lo cortó, cerró los ojos, quería soñar con el cuerpo de su amado, sonrió al imaginárselo.

Su móvil sonó.

—No voy a contestar....tengo sueño y unas enormes ganas de que me abrace Jungkook en forma de cucharita —dijo con voz ebria y en un susurro, cerró los ojos y emitió un sonido lastimero.

El móvil volvió a sonar. Molesta lo cogió esta vez, sus ojos se abrieron y su cuerpo se estremeció.

—¡Mierda!

Era Jungkook con una videollamada.

—No le gustará que haya bebido, pero si no se la acepto hará drama de nuevo —se sentó en la orilla de la cama.

Tragó saliva y abrió el canal.

—Hola nena —su imagen apareció.

—¡Jesús! —respondió ella, la boca se le secó.

—¿Qué te ocurre? —se alarmó él.

—No nada ¿Te diste un baño? —acarició sin poder remediarlo la pantalla— estás cómo quieres hijo —suspiró y mordió su labio inferior.

—Por favor no hagas eso TN —la tenía pegada a la pantalla — sabes cómo me pone verte mirarme de ese modo, y ese labio tuyo atrapado me dan escalofríos —él también mordió el suyo de la forma que solo él sabía hacer y cerró un segundo los ojos al sentir una oleada de deseo por poseerla.

—Dime cosas bonitas —le dijo ella y se echó en la cama con una gran sonrisa.

—Espera....¿Has bebido?

—Sí lo hice, necesito mi castigo, ¿Me lo vas a dar cariño? Estoy deseándolo no puedes dejarme sin él.

La vio demasiado descarada, nunca, desde que estaban juntos se había comportado así.

—Primero dime dónde estuviste y con quién —se apoyó Jungkook en la mesa que había en la suite dónde se encontraba, cruzó el brazo en su pecho desnudo y la miró intimidante.

—Estuve en una boda, la de una compañera de trabajo —le sonrió.

—¿Dónde está Bora?

—Con Hiari.

Él suspiró molesto y ella se levantó y se puso de pie, dejó el móvil en la mesita de noche, empezó a quitar sus medias de forma provocativa poniendo un pie en el colchón.

Jungkook tragó fuerte y se acomodó los pantalones, algo había crecido demasiado y sus boxer molestaban.

—No puedo creer que me hagas ésto —soltó el aire— voy a dejarte y luego te llamaré, estoy enfadado en este momento y nublas mi mente con ese comportamiento que tienes ¿Cuando aprendiste a hacer eso? —no podía seguir mirando, llevaba demasiados días sin estar con ella, la necesitaba, estuvo en aprietos cuando la chica lo aprisionó contra el colchón desnuda. Sus manos lucharon por no tocarla, se deshizo de ella empujándola con su pecho porque comprendió que no era TN, y con la única que disfrutaba era con ella y a la única que amaba era a ella y la que tenía todo lo que jodidamente lo hacía arder y explosionar también era ella.

—No te irás, por la cuenta que te trae no lo harás —le susurró mirando la pantalla, le mandó un beso lujurioso.

—¡Joder! Harás que me venga con solo mirarte nena —gruñó Jungkook y atrapó su pelo largo para echarlo hacia atrás.

—Si eso significa que me deseas más que a nadie, adelante, disfrutaré viéndolo —le sonrió de forma pícara— nene —lo llamó.

—No me digas así....no soy amo de mi cuerpo cuando te oigo llamarme de ese modo...

—Nene, nene....eres mi nene —empezó a bailar moviendo sus caderas.

—¿Pero se puede saber qué bebiste? ¡Joder y más joder! Cuánto daría por estar ahí, en éstos momentos..... mi mente es muy sucia ahora TN, tremendamente sucia —gimió.

Ella rió y cogió una silla que había a un lado, pasó sus largas piernas y se sentó a horcajadas, Jungkook volvió a gruñir y se sentó en otra. Los dos se miraron con actitud dominante.

Y él que la llamó para decirle lo de su accidente con la chica esa que ni conocía. ¿Cuando se lo diría? Las cosas se habían puesto demasiado ardientes para abrir la boca.

—Dime que me deseas más que el aire para respirar —le susurró ella.

—Te deseo más que el aire para respirar, y si ahora estuviera ahí te juro que a ti te faltaría el aliento, no tendría compasión contigo —le dijo Jungkook pasando la lengua por sus labios para humedecerlos.

Ella dió una risita nerviosa y tocó su pechos por encima del encaje de su ropa interior.

—¿Qué me harías? —se arriesgó.

—Primero iba a morder donde tocas ahora —ella emitió un pequeño gemido— luego bajaría hacia abajo hasta llegar a tu ombligo, ese que me gusta tanto tocar a mí y a tí tanto te gusta que te acaricie, luego llegaría hasta ese bello lugar que tanto anhelo ver y lamer ahora —se estremeció y tocó su virilidad despacio pero con fuerza — ¡Mierda! ¿Porqué estás tan lejos joder? Son tus manos las que deseo aquí en éste momento, tu contacto cariño....lo necesito.

—Te extraño Jungkook —echó ella su cabeza hacia abajo y dejó sus manos caer— no puedo vivir sin tí, ya me di cuenta de eso.

—Tardo poco cariño, no desesperes, te quiero de eso nunca te olvides, por muchas cosas que puedan pasar a nuestro alrededor a quien amo es a tí y a la que me gusta torturar y hacer retorcerse de placer es a tí, y solo a tí.

Se miraron de nuevo y suspiraron al unísono.

—Necesito de tí.

—Y yo de tí nena, y yo de tí...

ME ENAMORÉ DE UNA ARMY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora