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Pero TN lo pensó de nuevo.

—¡Ésta vez no Jungkook! Siempre te sales con la tuya del mismo modo.

TN lo empujó y salió de la pared dónde estaba aprisionada. Lo miró mal.

Tal vez estaba siendo muy dura con Jungkook, pero él tampoco le estaba dando lo que ella ya  necesitaba, salir a la luz.

—Para un momento, te tengo una noticia, es algo que te gustará —le cogió la mano e intentó ser tierno.

—En realidad me importa un pimiento lo que tengas que decirme —le espetó mirándolo a los ojos. Era cruel, entonces él se enfadó.

Tan contento que venía y resulta que ella no iba no a escuchar sus palabras.

—¿Sabes que estoy cansado de tu actitud últimamente?

—Y yo de la tuya.

Se pusieron de frente uno al otro. Sus miradas eran bastante duras.

Entonces Jungkook de rabia empezó a quitar su sudadera, la de Jimin. Le molestaba todo.

Tiró de ella con rabia y la sacó por su cabeza —¡Ya no puedo más con ésta mierda! —la tiró al suelo con fuerza.

—Yo me voy —se volvió al verle el torso desnudo, si se quedaba allí de nada serviría el rencor que tenía en ese momento.

—De eso nada, tú te quedas aquí hasta que terminemos de hablar, y como salgas iré detrás de tí por medio de la calle —la retó.

—No serás capaz.

—Sal si te atreves...hazlo venga.

—Lo voy a hacer ¿Sabes? Te verán todos los vecinos conmigo —le dijo acercando su rostro a él— siempre hemos salido cada uno por un lado para que no te vean a mi lado.

Le hizo daño, los dos estaban demasiado dañados ya con todo este asunto.

Le agarró la mano con fuerza y la pegó a él, su rostro dió en su pecho.

—¡Ah! Duele idio..... Oh... perdón.

Abrió la boca Jungkook —¿Vas a insultarme? —arrugó el entrecejo y pegó su frente a la de ella— nos vamos a la calle, ¡Ahora! —le gritó.

—No... déjalo por favor, vamos a hablar.

—Eso es lo que quise desde que llegué, pero la señorita quiere bronca todos los días últimamente...¡Me estoy cansando de tí! —lo que eso dolió a los dos fue tremendo, pero ninguno lo demostró.

—Estupendo Jungkook —ella emitió una sonrisa que escondía su dolor— te dejo, me voy por unos días con Hiari. Iremos Bora y yo. Después me iré un tiempo con mi padre, cogeré vacaciones en el hospital.

La abrazó de pronto, pero no con ganas de hacerlo sino para que no se moviera. Lo había enfadado como nunca. Con las ganas que tenía de decirle lo de la sesión de fotos y ¿Ahora le salía con estas?

—Puedes irte donde quieras pero Bora se queda conmigo, te aguanté que te fueras cuando la tenías en tu interior, me destrozaste, y eso ahora no te lo voy a permitir —se lo dijo con rabia mientras se miraban a los ojos.

A ella se le contrajo todo.

—¿Cómo dices?, si con eso pretendes hacer que me quede, no lo vas a conseguir —los ojos de TN eran el infierno personificado y los de Jungkook los de un diablo despiadado.

Habían aguantado demasiadas cosas, no eran libres y eso pasaba factura.

La soltó y abrió la puerta. Todo tranquilo.

—¿Qué quiero que te quedes? No, por mí puedes irte en éste momento, eres libre TN —se veía el exterior mientras él la miraba altivo y con media sonrisa.

Lo observó tragando saliva y los ojos empezaron a ponerse rojos. Asintió con una sonrisa forzada.

—Nunca tenía que haberme quedado aquí.

—Eso es cierto, estamos los dos de acuerdo, así que vete, dónde te plazca y desees, tal vez ese Mark te reciba con los brazos abiertos, pero Bora se queda conmigo —el dolor que revoloteó alrededor de ambos fue inmenso.

—Es daño lo que quieres hacerme ¿Verdad? —dijo ella.

—No, a lo mejor el daño me lo estoy haciendo yo mismo, pero ya no soporto ésta situación, te comportas como si tú te lo tuvieras que merecer todo, cómo si yo no sufriera, cómo si no necesitara comprensión.

—¡Ah No! ¿Más comprensión? ¿Más quieres? ¡Maldita sea! Eso llevo haciendo desde que te conocí, aguantando estar escondida, aguantando ver cómo te miran todas sin poder decir ¡Oye! ¡No lo mires así que es mío!

Eso le gustó a Jungkook pero no lo dijo.

—Yo no soy tuyo, lo era, pero a tí no te valgo, no te gusto lo suficiente por lo que veo.

—¿Tú eres tonto? —lo indultó al fin.

—¿Qué has dicho?

—Uyyy perdona, se me escapó.

—Ahora verás —le dijo y cerró la puerta de golpe y la miró intensamente y enfadado como nunca— cómo la abras te la verás conmigo. Espera aquí si no quieres que se forme un lío en el vecindario— la atravesó con la mirada, nunca lo había visto de ese modo. Estaba realmente espectacular después de todo.

¿Eres masoquista acaso TN?

Suspiró, apretó los dientes y cogió con fuerza la correa de su bolso, quería gritar de frustración, pero mejor se quedaba callada.

No tardó Jungkook ni dos minutos en aparecer, peinaba su pelo largo con los dedos, ella tragó por ver esa actitud y ese cabello que se había vuelto un deseo malo últimamente.

Venía con unas gafas puestas que lo hacían más maduro y atractivo, se había colocado una camisa clara, se acercó a ella y le agarró la mano. La llevó al salón con posesión y ella no dijo nada, se mantenía callada.

La sentó de golpe en una silla frente a él. Mientras tanto Jungkook se sentó frente a ella, delante de una pequeña mesa que había cerca de la pared. Abrió su móvil y lo puso en en weverse, iba a hacer un directo.

—Te enseñaré lo que hoy has perdido, verás lo que van a disfrutar las demás, ninguna me dirá tonto como tú lo hiciste —la miró enfadado.

—Ya te pedí perdón, no seas paranoico —le contestó enfadada.

—No vale con perdón, tendrás que sufrir por ser tan irresponsable algunas veces, ya está bien de tanto decir que te quieres ir, por mí estupendo, pero quiero que te des cuenta que hay millones que disfrutarían con solo oírme suspirar —la que suspiró frustrada y celosa era ella— solo iba a felicitar a Jimin pero será especial, tú lo quisiste así.

Y se dispuso a hacerle pagar a TN lo que se merecía tener, por no luchar por lo que sentían los dos...

ME ENAMORÉ DE UNA ARMY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora