💜 Me lo pidieron 😏—¡Ahora vengo! —gritó Jungkook a Jin que se estaba dando un baño.
Iba a ver si en las tiendas del hotel había un bonito oso para Bora, y una cosa que tenía que comprar para TN, esa sorpresa que le prometió, que ganas de darle aquello que tenía en mente.
—Ni me oye siquiera, míralo —dijo desesperado mientras lo escuchaba cantar bajo el agua.
Se fue sabiendo que no tardaría mucho y pensando en sus dos amores dejó la puerta abierta sin darse cuenta.
SeokJin estaba secando ya su cuerpo cuando alguien desde el exterior llamó despacio con los nudillos, pero no se enteró.
Salió hacia la estancia donde estaba su cama tranquilamente con una toalla liada en su estrecha cintura, su pelo estaba mojado, tenía gotas de agua en sus anchos hombros y sus pies se encontraban descalzos.
—¡Jungkook! —gritó creyendo que el otro estaba aún en la suite que la compañía les reservó en Argentina, haber viajado hasta aquel hermoso país fue para cumplir un reto que se había propuesto realizar antes de irse al servicio militar.
—¡Ahhhh!
—¡Ahhhh!
Los gritos llenaron el lugar.
—¡¿Pero qué demonios.....¡Aquí no se puede entrar! ¡Fuera! —le gritó Jin a una chica que estaba allí mirando tremendo espectáculo, él se protegió poniendo sus manos en su pecho desnudo, nunca jamás enseñaba su pecho a nadie, no era como Jungkook que estaba siempre disfrutando de que todas lo vieran subir su camiseta. Y no es que lo tuviera para no ser visto, sino que su pudor, ese que lo hacía un ser tierno, se lo impedía.
—¡Señor! Perdón, perdón....no era mi intención entrar mientras usted....
La cortó.
—¿Pero por dónde has entrado? ¿Pero quién te dió permiso para tener la desvergüenza de entrar en mi habitación?
Fue hacia el gran ventanal con las manos en su pecho para comprobar que estabiera cerrado.
—¿Cómo puede creer que he subido por ahí? ¡Estamos en un décimo señor! —la chica lo miró extrañada por su alarmismo y por la tontería de creer que había volado desde la calle, qué raro era ese chico, guapo a rabiar, pero raro después de todo.
Era una joven de pelo castaño claro, delgada y con unos ojos almendrados que él miró fijamente por encontrarlos perfectos. De pronto la quiso intimidar, ya se le había pasado el susto inicial, y es que siempre acababa sobresaltado Jin por cosas insignificantes, aunque aquello no lo fuera tanto, ¡Era un chica en la habitación de un BTS!
—¿Qué es lo que buscas? Y por la puerta es imposible que hayas entrado, sé que está cerrada, siempre todos nosotros nos cerciorarnos antes de hacer nada de que lo esté y nunca la dejamos abierta por ningún concepto —dijo con rotundidad y hablando muy rápido, como era él cuando se enfadaba, se acercaba a ella despacio con una actitud sexi, y es que aunque no quisiera, su cuerpo emanaba ese aura de tío guapo y atractivo.
—¿Quiénes son todos? —dijo ella con los ojos abiertos tomándolo por loco, con esa forma de hablar tan rápida que tenía se le hizo difícil darle significado a todas las palabras.
—!Todos!....los siete ridícula —dijo con desesperación y como si fuese estúpida, BTS que no te enteras, le faltó decir.
—¿Pero qué siete señor? Si aquí hay hospedados dos personas....mire —le enseñó un papel que traía, se acercó sin percatarse de que el otro estaba prácticamente sin nada puesto en su cuerpo — mire pone....dos personas —le recalcó.
A SeokJin el olor de ella lo atravesó completamente y bajó la guardia y las manos sin darse cuenta, estaba desnudo de cintura para arriba, lo que nunca quiso que vieran las mujeres, le importó un pimiento en ese momento , olía a rosas, ¡Dios! Su olor favorito.
—¿Me está escuchando? —lo sobresaltó.
—¡Claro! —contestó rápidamente al darse cuenta que la miraba demasiado y entonces se alejó— no hago otra cosa desde que llegaste que escucharte, aunque nada claro digas —le dijo molesto para coger de nuevo su papel y hacerle ver que no le gustaba lo más mínimo que una mujer hubiera entrado allí así.
—Ufffff, qué difícil es usted ¿No? —resopló ella, no entendía tanto dramatismo— no entiendo tanto drama de su parte, ¿Es usted actor acaso? Le falta dejar caer unas cuantas lágrimas lastimeras, por favor...
—¿Cómo dices? —se quedó perplejo Jin— ¿Sabes en el lío que te has metido? —le reprendió— nadie, por ningún concepto, puede entrar en nuestras habitaciones jamás ¿Sabes que puedo mandarte a la policía? —le gritó.
—¡Qué barbaridad! Mire que en mis estudios me dicen que hay que mantener la paciencia con el cliente, pero usted es insufrible, yo puedo estar aquí —suspiró ella.
Se desesperó él, empezó a respirar agitado, una mujer allí traería problemas, ahora no podía alterar su vida.
—Voy a llamar ahora mismo a recepción, es algo molesto ver cómo alguien se quiere dar de lista por querer ver dónde estamos y es que....
—¿Quiere hacer el favor de hablar más despacio? Hablo coreano pero con ese ritmo que lleva ¿Quién lo entiende? Por dios....
Jin bufó y se acercó de nuevo y le siseó como si fuera tonta.
—Policía, tú, cárcel....—se ayudaba con las manos y a ella le pareció precioso y a la vez gracioso.
—¡Joder! Jajaja, es cómico ¿A qué sí?
Jin abrió los ojos desesperado, todo aquello de volvió poco creíble por no haberle pasado nada igual en su vida. ¿Dónde mierda estaría Jungkook? Lo mataría cuando volviera por dejarlo en aquella situación y con una loca como esa.
Lo que él no sabía era que aquella chica no era una idiota ni una loca, no lo conocía, no sabía de quién se trataba él. Era de nacionalidad argentina, sabía un montón de idiomas por estar en el extranjero estudiando para llevar el hotel de su padre el día de mañana, en ese en el que él estaba ahora. Estudió en Harvard turismo, dirección de empresas y hostelería, además de viajar por varios lugares para adquirir sus lenguas, dialectos y culturas. Sabía coreano, y por el papel que traía leyó que allí se hospedaban dos coreanos, sus nombres era un secreto, eso solo lo llevaba el gerente y su padre, todo estaba oculto para que nadie se atreviese a ir tras ellos.
Había llegado a Argentina de uno de sus viajes y al entrar al hotel la chica que tenía que limpiar las habitaciones se puso enferma, cogió decidida todo lo necesario para la limpieza y sin pensárselo dos veces, quiso ayudar a su padre, ella era todo impulsividad.
Siempre fue una chica humilde, cariñosa con los suyos y que le gustaba cuando venía, estar de un lado a otro en aquel gran hotel que la vio nacer. No se le iban a caer los anillos por hacer de limpiadora por un día. Así verían los empleados de su padre que iba a ser una buena jefa el día de mañana.
Cuando SeokJin la retó con la policía se había reído más que nunca.
—Dicen que el cliente siempre lleva la razón, pero hoy creo que usted no ha acertado, me voy —dijo de repente— cuando salga ponga el cartel que indique que puedo limpiar la habitación, señor cómo se llame, !Ah! Y dígale a esos siete que salgan de donde estén, que la puerta al fin y al cabo estaba abierta.
Ella la abrió, salió y la cerró sin más, mientras SeokJin quedó allí mirando al limbo...
💜💜💜
Ésto va dedicado a unas personitas que están disfrutando que su Idol preferido vaya a verlas, y a las que querían verlo enamorado...no sé si a todos los vamos a ver con un amor, pero quién sabe...
Y saber que ya volvió...😭💜
Cuando escribí todo esto estaba a punto de irse...🥺
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ME ENAMORÉ DE UNA ARMY
FanfictionEl viaje a las Vegas del grupo BTS quedará para siempre marcado a fuego para sus integrantes. Aunque será Jungkook, el más pequeño de todos, quien va a experimentar la mejor experiencia que jamás creyó tener.