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Otra petición, gracias por querer ver a vuestros bias con un amor en su vida 💜💜

—No sé por qué tienen que dejarme solo la verdad....siempre igual, ¿Ahora que hago yo aquí solo tantas horas hasta que llegue el evento? Está la calle para salir por ahí, por poco puedo dejar el aeropuerto ufffff...las amo pero se ponen demasiado nerviosas, me dió miedo jijiji — reía Jimin tendido en el sofá de la suite del hotel, echaba de menos a Jungkook.

Se levantó de un golpe.

—¡Carajos! Iré a dar una vuelta por el hotel, por aquí se ve que no me conocen mucho —se puso su camisa de flores y salió al exterior.

Cogió el móvil de su bolsillo y llamó a Namjoon.

Éste estaba en una galería de arte, miraba absorto una obra de arte, era su pasión, iba vestido de forma elegante, había un evento que requería esa clase de ropa.

Namjoon era un hombre impresionante, anchos hombros, al igual que su pecho, últimamente el trabajo de gimnasio le había sentado muy pero que muy bien, su pelvis estrecha se lo potenciaba aún más si cabía.

Tan alto que casi todas las féminas tenían que mirar hacia arriba. Aspecto de seductor tenía son proponérselo y eso lo hacía aún más deseable.

Tenía el pelo levemente largo que lo hacía más interesante, su rostro estaba iluminado en éste momento por la luz tenue de la obra de arte, facciones duras de señor maduro sin serlo, mandíbula fuerte y labios de infarto, sus ojos brillaban .

El traje de corte serio pero de estilo moderno le hacían verse como un empresario famoso. La pajarita de su cuello cerraba su imponente presencia. Era el deseo de muchas pero estaba solo, nunca encontró el amor, no había tenido ninguna mujer desde sus principios adolescentes, solo vivía para y por el grupo, no se había dado la oportunidad de fijarse en ninguna.

Sonó su móvil y lo cogió del bolsillo de su pantalón, al ver que era Jin se alegró.

—Dime Jin —lo dijo mientras la gente pasaba por su lado, la gente andaba por su alrededor admirando las obras de arte al igual que él.

—Nam, ¿Porqué se llevaron a Jungkook? Me dejaron solo en ésto, yo no entiendo cómo pueden decir una cosa y luego hacer otra cuando dijeron......

Namjoon suspiró por ver que Jin siempre era el mismo, hablaba atropellado y a veces seguir el ritmo de sus palabras era difícil, pero así lo quería, era su Jin y si cambiaba ya no sería él.

Cada uno tenía su personalidad y así los amaba.

—Jin.... —quiso tranquilizarlo cuando a su lado se posicionó una mujer, la miró de reojo, no quiso ser grosero.

—Ahhhhh....—sintió del otro lado del teléfono.

—¡Jin! ¿Qué es? ¿De qué te asustaste ahora?

—¡Suelta! ¿Pero qué haces?....

Un idioma  que Namjoon no entendía se escuchó.

—¿Es español? ¿Es una mujer?...

—¡Una ridícula que no sé ni lo que dice me cogió del cuello Nam!

Nam se alteró un poco y luego escuchó a otra mujer hablar coreano, pero se notaba extranjera y que ese no era su idioma.

—¡Suéltalo tú idiota! —se oyó después un puñetazo y un grito, luego el correr precipitado.

—¡Jin! ¡Qué mierda ocurre? —se asustó Namjoon.

—¡Nam no te preocupes, llegó mi angelito de la guarda! ¡Mi mujer araña! Estoy a salvo, luego te llamo —le colgó.

—¿Pero qué demonios?........me van a matar un día ¡Joder! ¡Mierda!

Al decir ésto miró Namjoon a la mujer que lo contemplaba con una sonrisa tierna.

—Perdón, lo siento —le dijo con una sonrisa nerviosa y le hizo una reverencia él.

—Hola Nam —le dijo ella y lo desconcertó.

Era una mujer preciosa, con un pelo castaño largo, ojos rasgados, piel blanca, labios rosados, no estaba excesivamente maquillada ni excesivamente vestida. Su vestido era sencillo pero elegante que le quedaba espectacular en su cuerpo. No quería destacar pero su belleza lo hacía por ella misma.

—Veo que no me te acuerdas de mí —le dijo con una pequeña sonrisa.

Él la volvió a mirar intentando recordar.

—Lo siento, creo que ahora me estoy comportando de forma patética con usted, no recordar a una bella mujer no es de caballeros —tan correcto como siempre se maldijo internamente, era alguien para no olvidar.

—No te preocupes —le sonrió— solo fuiste mi primer beso y mi primer amor, pero hace de eso tanto tiempo que es normal que no te acuerdes de mí.

—Jiyun, !Oh! ¿Eres tú? Estás..... estás....

Ella le sonrió.

—Hemos cambiado tanto los dos, tú estás muy guapo ¿Sabes?... y veo que has conseguido tu sueño, eso me ha hecho muy feliz —se miraron serios.

Ella desvío un momento la mirada porque mirarlo tanto tiempo a los ojos le hacía recordar demasiadas cosas.

—Estás preciosa Yun —la llamó cómo hacía en el pasado y eso hizo que ella tuviera que ahogar un suspiro.

—Tengo que irme, me esperan, me ha gustado verte de nuevo —lo miró otra vez a los ojos— nunca te guardé rencor, quiero que lo sepas, estás dónde tienes que estar, si te hubieras quedado ahora tal vez serías el apuesto profesor del instituto.

Los dos sonrieron a la vez.

—¿Podemos hablar tomando una copa? —no quería que se marchara.

—Hoy no puedo, tengo trabajo pero tal vez cuando nos volvamos a encontrar —la frase que lanzó le dolió a Nam— Oh....no es lo mismo de verdad, no he querido..... —se tocó el lóbulo de su oreja y se lamió los labios con un nerviosismo que hizo a Namjoon colapsar, esa manía suya cuando estaba dolida lo puso nervioso.

La cogió de la mano y la entrelazó con la suya.

—No.... Nam por favor, tengo que hacer algo.

—Será solo un momento —sin parar su paso la llevaba por un pasillo, llegó al exterior y la posicionó en la pared que había en un callejón contiguo al museo.

—Lo deseas al igual que yo, sé que no lo has olvidado, sé que estás dolida por esos días que te ignoré, me he sentido mal por eso tantas veces que lo enterré en mi corazón, pero ahora soy ya un hombre para esconder lo que nos quemó en el pasado —le cogió la nuca con su gran mano y con la otra tiró de su cintura para pegarla a su cuerpo.

La besó con fuerza, con ese ímpetu que no tenía cuando era joven, de la forma que soñó y lloró por hacer en las noches de antes y después de su debut, se sintió el chico más desgraciado del mundo por haber dejado a la única chica que creyó en él y lo alentó a tener su sueño de ser uno de los mejores Idols del mundo del k-pop...

La besó con fuerza, con ese ímpetu que no tenía cuando era joven, de la forma que soñó y lloró por hacer en las noches de antes y después de su debut, se sintió el chico más desgraciado del mundo por haber dejado a la única chica que creyó en él y...

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