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—Yo creo que tiene la nariz de JeyKey —decía Jimin mirando por el ventanal donde estaban los niños recién nacidos.

—Es una monada —se le saltaron las lágrimas a Taehyung que estaba al otro lado con las manos y la cara pegadas al cristal.

—¿Y a éste que le pasa últimamente? —preguntó Hobi que era el que estaba hablando con Jimin antes.

—Dejadlo, no está la cosa muy bien con la compañía —dijo Jin preocupado— las habladurías están subiendo de intensidad, ahora está Nam en reunión con los jefes.

Los dos asintieron y lo miraron preocupados, el asunto con Jenny de Black Pink se estaba saliendo de control.

Más apartados estaban Yoongi y Hiari, miraban a aquella niña pequeñita de pelo negro con una sonrisa.

—¿Cómo crees que serán sus ojos? Está tan bonita durmiendo que se me hace lo más tierno del mundo, ¿Serán rasgados como los nuestros? —estaba Hiari con sus dos manos pegadas a sus mejillas y sonriendo.

—Ni idea, los niños pequeños me parecen todos iguales la verdad —dijo Yoongi levantando los hombros.

Ella quitó sus manos de su cara y lo miró seria. Pero fue solo por un momento porque después empezó a reír.

—¿Qué? ¿Qué me ves?

—Nada, que siempre serás el mismo. Para que no veamos lo que sientes en cada momento lo disfrazas de "Me da igual todo, aunque el mundo se destruya yo no me voy a asustar" pero ahora tienes ganas de achuchar a esa niña, yo lo sé "Tío Suga".

Él le paseó el rostro y suspiró, esa chica le gustaba.

—Me gusta tu forma de escanearme, me gusta que no pares de decir lo que piensas de mí —la miró a los ojos— ¿Quieres que te invite a cenar luego?

—¡Hiari! Ven ¿Nos haces una foto que salga la niña atrás? —la llamó su bias Jimin.

Resopló Yoongi.

—Siempre igual de oportuno, éste enano siempre tiene que hacerse notar —dijo él entre dientes.

—¡Ya voy! —ella fue y cogió la cámara de fotos que le daba el otro con una sonrisa en esos labios que a ella la volvieron loca al igual que sus ojos desde que supo de su debut.

Mientras tanto en la otra habitación estaba TN descansando, le había dado de mamar a su niña, ahora la habían llevado para que todos la vieran.

—¿Vendrán tus padres? —le preguntó Jungkook que estaba sentado en una silla mientras ella descansaba en la cama.

—Mi madre llegará mañana, le he mandado un mensaje, no nos llevamos muy bien, ¿sabes? —dijo TN triste.

—¡Ah! Ya veo...¿Y tu padre? Verás...querría hablar con él —estaba nervioso, sabía que TN era la niña de otro que la amaría tanto como él amaba ya a su princesita.

—Mi padre está a punto de venir, me ha dicho por mensaje que está en el aeropuerto —los dos estaban demasiado serios. No se habían visto desde hacía meses, solo se comunicaron mediante mensajes.

Así se conocieron y así seguían, el destino era demasiado cruel con ellos.

—¿Es muy severo tu padre? —parecía Jungkook un chico adolescente que iba a conocer al progenitor de la chica que recogía para el baile de fin de curso.

—Mi padre es militar.

—¡Dios! ¿Porqué nunca te pregunté esas cosas? —dijo nervioso— hay tantas cosas que no conozco de tí.

—Fue todo demasiado rápido Jungkook, no hemos parado a tiempo y al final mira dónde nos encontramos —se miraron por un momento.

—¿Vas a castigarme por mucho tiempo? Sé que no es momento de decírtelo, pero me has hecho daño en éstos meses y mucho, perdona que te lo diga.

Se incorporó ella en la cama y dolorida se quejó.

—¡Espera! Deja que te ayude, aún estás débil —se levantó de la silla rápido y la ayudó, cogió su cuerpo con sus manos y la subió hacia arriba mientras ella se había cogido a su cuello.

Entonces al tenerlo tan cerca y sentir su calor no pudo más y lo abrazó.

Jungkook sintió el cuerpo dolorido de TN apretado a su pecho. Su calor y su aroma lo inundó de recuerdos.

—Tranquila, tranquila.

La soltó despacio y sin separarse la miró.

—Volvamos, dejemos atrás los malos momentos, demos a Bora la oportunidad de estar con los dos juntos —le dijo tierno.

Ella sonrió.

—Jeon Bora, aún no puedo comprender porqué has elegido ese nombre —lo empujó despacio para que la soltara.

La dejó medio sentada y se situó a su lado en la cama.

—Así tendrá algo de los dos ¿No crees? Bora significa púrpura, y tú eres una chica púrpura desde hace años, así que como ella también será ARMY por su papá y por su mamá pues que mejor nombre que ese —lo decía con orgullo, se le notaban los ojos brillantes, más de lo normal.

—No me malinterpretes, me gusta, solo es que no me esperaba que fuera una niña —rieron los dos, ninguno lo esperaba— entonces como creí que era un niño como me dijeron, sabía por los medios y por una entrevista que diste una vez que querías llamar a tu primer hijo Jeon Seol.

—Sí —sonrió Jungkook y se rascó la nuca— pero ya que tengo a mi niña no quiero un niño.

El ambiente entre los dos se volvía cada vez más cálido. Se dieron cuenta que un hijo era algo que los mantenía cercanos.

—¿Dónde está mi niña? —alguien entró en la habitación y él se levantó deprisa.

Un hombre con traje oscuro apareció con los ojos rojos.

—Papá —dijo ella.

Jungkook se separó y tragó saliva, allí estaba el padre de la que él amaba.

Hijo e hija se abrazaron.

Por las puertas entró una enfermera con la niña, al ver a TN con su padre hablando de dirigió a él.

—Señor Jeon, coja a su hija y dígale a la madre que le toca de mamar.

Él asintió y cogió a Jeon Bora entre sus brazos, la besó y le sonrió.

—Pequeña, tienes que ayudarme a conquistar a tu mamá, sé que entre los dos la volveremos a enamorar ¿Verdad? —la niña le cogió el dedo a su papá con fuerza— vaya...vaya...por lo que veo serás una digna hija de Jeon Jungkook, te enseñaré a boxear, ya lo verás. Mi regalo en tu primer año serán unos guantes de boxeo y ningún mequetrefe se meterá contigo en la escuela jamás...

 Mi regalo en tu primer año serán unos guantes de boxeo y ningún mequetrefe se meterá contigo en la escuela jamás

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