El viaje a las Vegas del grupo BTS quedará para siempre marcado a fuego para sus integrantes. Aunque será Jungkook, el más pequeño de todos, quien va a experimentar la mejor experiencia que jamás creyó tener.
Las Vegas, segundo concierto que tenía el grupo BTS en la ciudad y todo igual que el día anterior, entradas agotadas desde hace días, el fandom desbocado y ellos exultantes encima del escenario.
TN estaba entre bambalinas esperando que los chicos salieran, todo era nuevo para ella. Admiraba el control que había en todo lo que se hacía para que el grupo actuara sin problema.
Había mucha gente por todos lados, iban y venían mientras ella esperaba que los chicos llegaran para cambiarse de vestuario, ella después de eso tenía que retocar el peinado y el maquillaje de Yoongi.
Estaba apartada a un lado con las demás que al igual que ella esperaban al BTS indicado, el que les correspondía.
Aún no sabía como pudo maquillar y peinar a Suga anteriormente, estuvo intentando no oler su pelo, no fijarse en su blanco y fuerte cuello, tampoco en sus bonitas y venosas manos en el momento que lo vio crujir sus dedos.
La tuvo ansiosa la mayor parte del tiempo. Era tan guapo que aún no podía creer que lo hubiera tocado con sus propias manos.
Cuando lo vio sonreir a través del espejo creyó que iba a colapsar y caer al suelo desmayada. Pero se sentía orgullosa de haber controlado sus nervios.
TN al fin los vio bajar a todos por las escaleras, venían sudados y jadeantes por el esfuerzo que habían hecho en su primera aparición, menos mal que tenía puesto el tapabocas, sino hubieran visto su boca abierta de par en par o tal vez como mordió su labio después.
Min Yoongi fue el primero por el que ella sintió algo que la hizo ARMY. Pero también debía reconocer que viéndolos ahora mismo tenía dudas sobre cual de ellos era más impresionante. Cada uno tenía algo especial que la atrapaba. Sonreía y se quedó ensimismada viendo como Jungkook andaba hacia ella, no siguió a los demás y se desvío de su camino cuando la ubicó.
Todo ocurría a su alrededor como si el tiempo se hubiese ralentizado, venía hacia ella con esos andares parecidos a los que tienen los modelos de pasarela cuando se mueven en un importante desfile. Y ella era la afortunada y única espectadora.
No iba a negar que era muy guapo, porque negar la evidencia sería de idiota.
Paró, después de parecerle una eternidad, ante ella, y se lamió los labios de forma tan sensual que la hizo tragar.
—¿Estás bien? —le preguntó juntando las cejas.
—¿Eh?
—¿Que si estás bien? Tus ojos...ni parpadean.
—Yo...
Jungkoook se acercó a su oído y le habló con un susurro. Estaba sudado por el esfuerzo y bastante cansado, pero aún así tenía ganas de acortar distancias de una vez por todas. Era joven y su instinto y sus hormonas ya no podían dejar atrás a alguien que había empezado a gustarle.
—Espérame que no tardo nada, cuando me cambio soy el primero en acabar, es que soy muy bueno también en eso, quiero que la que retoque mi maquillaje seas tú...y solo tú —y salió de nuevo corriendo dejando a TN allí petrificada.
Sintió como el corazón se le quería salir por la boca. Creyó que si la música no estuviese tan alta todos escucharían el sonido de batería de rock que se le estaba formando en el pecho. No entendía lo que le estaba pasando, pero Jungkook la había confundido y ella tenía claro quién era su BIAS. Y no iba a cambiar de opinión por un descarado GOLDEN MAKNAE.
Olía a perfume y cuerpo sudado, un olor que le pareció tan extremadamente sexi y varonil que las piernas le temblaron ¿Y su voz? Era una mezcla de susurro y jadeo con voz ronca, un cóctel molotov que la iba a catapultar a la luna.
Nada, eso no era nada.
La sala dónde se estaban cambiando con el nuevo vestuario no estaba muy lejos, todos se quitaban la ropa con rapidez y algo desesperados, tenían que hacerlo mientras se emitía un vídeo que habían grabado con anterioridad para que el fandom estuviese entretenido.
Jungkook fue un torbellino en cuanto a ponerse su nuevo atuendo, ya se había cambiado y llegó con prisa en busca de Yoongi que estaba poniéndose la falda que tanto le gustaba a TN.
Él se le acercó y le habló al oído.
—Luego te contaré el porqué pero cogeré a tu maquilladora para que me retoque, tú ve con la mía, hazme ese favor y te voy a querer toda mi vida —se separó y lo miró sonriente.
—No sé lo que es pero me debes una, porque lo del amor verdadero lo dejas para otro que le gusten los corazoncitos —le guiñó Yoongi el ojo.
—No te preocupes, puedes pedirme lo que quieras y gracias —sonreía por haberlo conseguido y salió el primero corriendo.
Llegó de nuevo junto a ella y la sobresaltó por detrás.
—Ya estoy aquí —le dijo por su espalda y metiendo su rostro por su hombro.
TN se volteó y se encontró esos ojos negros y redondos mirándola muy de cerca. Dió dos pasos atrás.
—¡Oh! Tú... —se sobresaltó al verlo tan cerca.
Jungkook puso su cara enfrente de la de TN con una sonrisa. Sus dientes blancos eran una maravilla.
—Soy todo tuyo —le guiñó el ojo risueño— así que déjame más guapo de lo que ya soy, sé que tú puedes —siempre tan creído y tan juguetón que era, ella sonreía un poco por lo que escuchó.
Vaya cara tiene, pensó.
Con sus manos temblorosas empezó a retocarlo, de vez en cuando se encontraba con su mirada penetrante y eso la hacía sentirse ansiosa y nerviosa. Esos ojos tenían algo que la dejaba perdida y sin poder pensar con claridad.
—Formamos un gran equipo tú y yo ¿No crees? —le dijo y después salió corriendo hacia el escenario.
A TN le dolía todo el cuerpo por haberlo puesto en tensión, era como si hubiese pasado un camión por encima suya...
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Ver esta imagen me trae tan buenos recuerdos y a la vez me siento triste. Es la foto que dió paso a la portada de la primera historia que publiqué y donde estaban todos esos comentarios que se han perdido irremediablemente.
En fin, ya no puedo hacer nada. Al menos no la perdí y ya la estoy guardando en un lugar seguro para que jamás desaparezca...
