El viaje a las Vegas del grupo BTS quedará para siempre marcado a fuego para sus integrantes. Aunque será Jungkook, el más pequeño de todos, quien va a experimentar la mejor experiencia que jamás creyó tener.
—¡Chicas ya estoy en casa! —llegaba Jungkook muy cansado y se sentó de golpe en el sillón del salón. Echó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
Había estado todo el día trabajando en lo que sería su primer álbum en solitario, lo quería lanzar en cuanto los demás lo hicieran con los suyos. No había prisa, pero es que era tan perfeccionista que se dejaba la piel en cada cosa que quería hacer.
—¡He llegado! ¿Hay alguien? —abrió los ojos y se puso a mirar de un lado a otro porque no aparecía TN por ningún lado.
De pronto se asustó, ¿Y si se había ido de nuevo? ¡No podía ser!
Se levantó y fue corriendo hacia su dormitorio. Abrió la puerta de golpe.
—¡TN! —gritó.
—¡Ahhh! ¡Jungkook! ¿Por qué gritas? Me has asustado.
Hasta la niña que dormía tranquilamente empezó a llorar.
—Oh...perdón es que creía que...
Salió Jungkook en busca de Bora, se había cogido a los barrotes de la cunita y le echaba los brazos llorando.
—Ya está mi cielo, papá es a veces un idiota ¿Verdad? —la cogió en brazos y la abrazó, la paseaba de un lado a otro de la habitación dándole besos en su mejilla.
Entonces paró en seco porque se percató de algo que lo hizo entrecerrar los ojos.
—¿Dónde vas? ¿No sabía que ibas a salir?
TN se había puesto un vestido ajustado de color negro, sus piernas se le veían largas y demasiado apetecibles, eso pensaba Jungkook que la miró de arriba abajo tragando saliva. Su pelo caía en cascada con unas hondas marcadas, lo tenía tan brillante y sedoso que pensó que se vería espectacular enredado entre su muñeca mientras... dejó de pensar porque su hija le tocó la mejilla.
Llevaba mucho tiempo sin verse de ese modo, últimamente solo se lo ataba con una goma. Tener un hijo a veces resta tiempo para una mujer. Pero ella era quien era, una belleza después de todo.
Ella estaba poniéndose el lineal en sus grandes ojos.
—Tengo cena de trabajo, nos presentarán al nuevo jefe —el otro tosió y ella lo miró— ¿Qué?
Estaba frente al espejo y notó la mala cara de él, volteó y suspiró al saber que estaba molesto.
—Ya hemos hablado de eso Jungkook, yo tengo que seguir con mi trabajo, llevo cinco meses sin ir al hospital y mi nuevo jefe quiere que regrese, me necesitan en neurocirugía...tú sigues con lo tuyo ¿No? —le dijo y volvió molesta a mirarse para pintar sus labios.
La niña mientras le tiraba del pelo y él le sonreía, para después volver a juntar sus labios en un puchero molesto mientras veía como TN se ponía cada vez más guapa.
—¿Dónde es esa fiesta?
—En el centro de la ciudad.
—Ah...buen lugar para tener fiesta en la noche. ¿Cómo se llama el local?
—No sé, me mandaron la ubicación, está en mi móvil.
—¿Cuántos años tiene tu jefe?
—Treinta y tres años.
—!Ja! Ya veo...¿Quién vais?
—Todos mis antiguos compañeros.
—¿A qué hora vuelves? —ya hablaba demasiado serio.
—No lo sé, tal vez me demore, luego vamos a un karaoke a...
—Psssssss....
Ella lo miró sin entender su enfado y suspiró intentando no montar un lío. No le contestes TN, se decía en silencio, vendrá así del trabajo, habrá tenido problemas.
—Pues la niña te va a echar de menos —le dijo poniéndole a Bora delante cuando ella estaba poniéndose sus sandalias de tacón alto sentada en la cama— dile a tu mamá que llorarás mucho si ella no viene pronto.
La niña hizo un gritito gracioso.
—Bora dile a tu padre que yo no le dije nada cuando fue al concierto de su Idol IU —él abrió la boca para hablar pero después la cerró, mejor no discutía con ella.
TN se levantó y cogió su bolso.
—Iba a hacer la cena hoy ¿Sabes? —le dijo él en un intento de llamar su atención.
—Mira que bien, Hiari y Yoongi vienen ahora, te lo agradecerán si la haces, se quedan con Bora —se miraron a los ojos.
—¿No estoy yo aquí? ¿Para que los llamaste? ¿Crees que no puedo cuidar de mi hija?
—Si me hubieses contestado a las veinte llamadas que te hice, no los hubiese llamado.
—Me lo dejé en el coche, lo siento —le contestó avergonzado.
—Bueno no importa, los tres lo pasaréis bien.
—No sé porqué pero creo que tú lo pasarás mejor —le dijo él sarcástico.
—¡Jungkook!
—¿Qué?
—No voy a hacer nada malo, solo voy a cenar con mis compañeros.
—Y con tu jefe.
—Mira...déjalo...
Y salió TN fuera del dormitorio. Andaba por el pasillo que daba al salón y Jungkook iba detrás con la niña en brazos. El trasero de su novia se le estaba atragantado. Todos lo mirarían igual que él lo estaba haciendo en éste momento.
—¿Cuándo te compraste ese vestido?
Ella se volvió para mirarlo, se estaba estresando, ¿Qué le ocurría hoy? Se estaba poniendo infantil y su comportamiento no le estaba gustando.
—Lo pedí por internet, ¿Te gusta?
—Mucho, demasiado diría yo.
—Gracias —le contestó ella no muy convencida.
—Tengo una idea, ¿Y si te quedas, le decimos a Hiari y a Yoongi que no vengan, dormimos a la niña y disfrutamos juntos del vestido? —le sonrió sexi.
—No puedo contigo Jeon Jungkook, no puedo —le dijo ella cogiendo las llaves del apartamento.
Sonó el timbre de la puerta y abrió ella misma.
—Hola amiga, ¿Dónde está mi niña preciosa? —toda contenta estaba Hiari.
—Allí con él infantil de su papá —le espetó TN.
—Hola —le dijo Yoongi que llegaba tras su amiga— ¿Dónde vas tan guapa hoy?
—A cenar con su jefe —todos miraron a Jungkook.
—¡Ahhhhh! Me voy, no lo aguanto cuando le sale lo infantil —salió TN con paso acelerado y los dejó allí a todos.
—La tienes contenta misculitos por lo que veo —se mofó Yoongi.
Jungkook soltó el aire de golpe —Espera cuando regrese que le voy yo a explicar lo infantil que soy...
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