1- Nuevo comienzo☀

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Tal vez ese día podría haber sido un día normal como todos los demás, pero Dave nunca tuvo tanta suerte.














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Parecía que la monótona vida de Dave seguía siendo la misma: misma rutina, mismas situaciones, mismos problemas...
Así que su día empezó como de costumbre, se despertó y se fue a la universidad de su pequeña isla costera. Su universidad se especializaba en el estudio del mar, así que aprovechando que es junio decidieron dar unas clases extras a las personas que quisieran adquirir más nota. Dave no era de los mejores estudiantes que había, por eso decidió tomar esas clases. De todas formas, a él le encantaba el mar y sus animales, por eso se esforzaba lo máximo en ser biólogo marino.
Amaba el mar, estando con sus amigos surfeando olas, buceando o simplemente jugando con la arena, y aunque su piel blanca no le permitiera broncearse debido a su extraño albinismo, disfrutaba de la calidez del sol.
Siempre le habían tratado como un bicho raro por su albinismo, era un caso aislado, solo teniendo el cabello blanco y piel pálida, pero no demasiado en comparación con el resto de gente albina, y le molestaban por ello. Dave era un chico ridículamente alto, midiendo más de un metro noventa y teniendo hombros anchos, que aunque pareciera intimidante a primera vista en realidad era un ser de luz, teniendo extrañamente unos ojos marrones claros, a pesar de su albinismo, que te llenaban de calidez y junto con su personalidad extrovertida y divertida te podían derretir. Es un chico agradable al cual mucha gente le molestaba por su cabello, como uno de sus compañeros de clase, Elian, digamos que este sujeto era algo así como el líder del curso. Molestaba a Dave desde que eran pequeños, ya que al vivir en la misma isla todo el mundo se conoce; aunque en verano llegaban muchos turistas al estar situado en la isla de Holbox.

Y así como Dave esperaba, hoy también iba a sufrir la molesta compañia de Elian.
Nada más entrar por la puerta de su clase, un borrador le dio en la cabeza, siendo obra del escuadrón de su bully principal; habían puesto el borrador encima de la puerta, para que cuando alguien entrase le cayese encima.

-Uy vaya, parece que te tocó ser al que le cae el borrador- dijo uno de los seguidores de ya sabéis quién. La clase rio por lo bajo ante el comentario.

-Vamos chicos, como si no lo hubiéramos hecho a propósito- se atrevió a decir Elian. Esa maldita rata ponzoñosa...

Dave no dijo nada mientras se sacudía la tiza del pelo y avanzaba a su asiento. Por suerte, el profesor no tardó en llegar, así que fue una mañana relativamente tranquila, aunque entre clases obviamente le iban a molestar.
Cuando llegó el descanso, se apresuró a salir de la universidad, y llegar a un pequeño parque no muy lejos de donde se encontraba, allí estarían sus amigos esperándole; ya que ellos no estudiaban los mismo, pero aún así le hacían compañía en los descansos.

-¡Dav! -le gritó su mejor amiga Valentina.

-Te dije que no me llamaras así, es un tanto ridículo- contestó Dave entre risas, aunque no le gustaba ese apodo no podía evitar reírse cada vez que su amiga le llamaba así.

-Te guardamos un bocadillo- dijo su otro mejor amigo Jayden mientras le lanzaba el bocadillo.

-Gracias tío- pilló el bocadillo en el aire- Que planes tenemos para hoy?-

-Primero de todo, buenos días, segundo, surf y helados hasta que se nos congele el cerebro- Dylan era el payaso del grupo, siempre se le ocurría algo que destruyera su integridad física como el comer helado hasta vomitar.

-No hicimos eso ayer?- comentó la novia de Dylan, Mia. Nadie sabe qué vio esa chica en el idiota de su amigo, pero por alguna razón la cosa funcionaba demasiado bien entre ellos.

-Tampoco es que haya mucho que hacer sin salir de la isla- razonó Jayden.

-A mi me parece una fantástica idea!- gritó Dave, emocionado, el surf era su deporte favorito y el que mejor se le daba.

-Lo sabemos Dav- molestó de nuevo Valentina.

-A ver si esta vez no pierdes tu tabla de surf- le recordó Mia, aunque a Dave le encantaba y se le daba de fábula surfear había veces que se le olvidaba recoger su tabla y el mar terminaba llevándosela.

-Y luego decís que yo soy el payaso de grupo, por lo menos yo no pierdo mis cosas-

-Por lo menos yo si tengo suficiente cerebro- replicó Dave, todos rieron como si fuera la primera vez que escuchaban ese comentario.

-Puede que haya escuchado ese comentario durante años, pero nunca deja de hacerme reír- reía Valentina.

-Y yo después de años de escuchar lo mismo sigo pensando que sí tengo cerebro-

-Suficiente para no cagarte encima- vaciló Jayden.

-OYE!!- dijo ofendido Dylan mientras todos reían, aunque en el fondo le hizo gracia y también se puso a reír.

Así siguieron durante un rato más, hasta que el descanso de Dave terminó y tuve que despedirse.
Al llegar a clase de nuevo se encontró con su hermano gemelo, que aunque no fueran idénticos y fueran casi todo lo contrario a lo que era el otro, ni estudiaran lo mismo, fue a visitarlo como de costumbre, para asegurarse de que estaba todo bien (dentro de lo que cabe estar todo bien cuando hay un grupo de gente que te molesta).
Ian iba seguido a visitarle y poner en su lugar a Elian, ya que el si se atrevía a responderle o incluso a golpearle.

-Hola bro- saludó Dave.

-Hermano- le devolvió el saludo Ian.

-Ya llegó el gemelo no idéntico a salvar a su "hermano"- se atrevió a comentar Elian, haciendo comillas con las manos cuando dijo hermano.

-Ya llegó el mamón con complejo de Dios- le respondió Ian -Que tal si hoy te vas y dejas de joder un rato?-

Ian era igual de grande que Dave, con la diferencia de que él sí utilizaba su enorme cuerpo para intimidar a quien fuera necesario. Elian, al haber experimentado de primera mano lo que era recibir un golpe suyo, decidió lanzar una mirada fulminante a los hermanos y darse la vuelta, alejándose de ellos.

-Gracias bro, pero no hacía falta-

-Como no va a hacer falta? Si supieras defenderte sí que no haría falta-

-Lo sé, pero sabes que me es difícil hacerlo-

Un suspiro.

-Debes dejar atrás ese miedo a hacer daño a alguien, se merece los golpes que le he dado-

-Lo intentaré- dijo desanimado, y con eso la campana sonó, indicando que la siguiente clase iba a empezar.

Las siguientes horas transcurrieron con normalidad y sin ningún percance más, aparte de ya sabéis quién.

La caminata de 10 minutos de vuelta a su casa fue tranquila y apacible, ver las calles llenas de arena y gente comprando en las tiendas le resultaba agradable, le gustaba su pequeño pueblo con hogareños risueños y amables.
Llegó a su no tan pequeña casa cerca de la orilla del mar, una casa que parecía de gente adinerada, y él hubiera dicho que no era tan lujosa, pero al ver el resto de las casas se dio cuenta que en comparación con las demás sí parecía lujosa. Sus padres ganaban bastante dinero, su madre siendo guía turística y su padre siendo astrónomo. No compartía los mismos intereses con su padre sobre las estrellas, pero le gustaba la idea de imaginar vida extraterrestre en otros planetas.

-Ya llegué!!- gritó nada más entrar mientras se quitaba los zapatos.

-Bienvenido cariño, vamos a comer- saludó su madre mientras servía la comida a su padre y hermano.

Disfrutó de la charla familiar mientras comían, para después subir a su habitación y jugar videojuegos hasta que llegara la hora a la que habían decidido salir a surfear.

La Galaxia Del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora