La nave del hermano de Seiun se encontraba estacionado frente a una discoteca no muy grande. La gente entraba y salía, a algunos les pedían que dejaran sus armas fuera por seguridad.
-Antes de entrar, tenemos que decidir como vamos a conseguir el teletransporte del planeta central- comentó Koi.
-Yo digo que le invite a bailar y mientras vosotros le intentais robar el aparato ese- dijo Kyo.
-Tu solo piensas en conseguir pareja, verdad?- Lake le preguntó con desgana.
-O sea, es que mirame, esta preciosura debe tener pareja- contestó el chico mientras sacaba un pequeño espejo y se miraba en el.
-Podemos hacer una distracción- habló Dakota esta vez.
-Y si mandamos a Seiun y que ella se lo pida?- comentó Dave.
-Esa es buena idea, pero no podemos dejarla sola- contestó Koi.
-Yo puedo vigilarla- respondió la vampira.
-No, te necesitamos lejos por si algo sale mal y necesitamos irnos lo antes posible- argumentó el delincuente.
-Entonces iré yo- se ofreció voluntario el humano.
-Ni hablar, tu te quedas donde pueda verte. No puedo permitir que te acerques a dos dioses-
Dave se puso un tanto colorado al escuchar lo que su amigo acababa de decirle. Se preocupaba tanto por él que no quería que se arriesgara a nada?
-Pues soy yo quien va a ir- Kyo se ofreció.
-No-
Una lágrima salió del ojo de Kyo.
-Entonces solo quedo yo, porque supongo que no mandaremos a la niña ni tu te vas a arriesgar a que te reconozca, cierto?- Lake habló.
-Correcto, Lake, vas con Seiun- aclaró el pequeño alien- Dakota, quédate fuera vigilando junto con Portia. Este si que no es lugar para niñas. Los demás, entraremos y nos quedaremos vigilando que todo salga bien-
-Si!- vitorearon todos los presentes menos Seiun.
Dakota y Portia se quedaron sentadas en un banco que había justo en la entrada de la discoteca mientras que los demás se acercaron a la puerta.
En ella había un guardia de seguridad enorme que impedía el paso a los que no tenían identificación o invitación para entrar.
-Ey! Cara mierda, déjanos pasar- le gritó la diosa a el guardia. El guardia miró a la diosa y después a el resto del grupo.
No dijo nada.
Abrió la puerta y dejó que entraran.
-Espera- exclamó el guardia. Todos se congelaron al pensar que les habían pillado- El albino, deja la espada aquí- señaló un armario lleno de armas.
Dave soltó el aire que había retenido y sacó la espada que llevaba atado a su cinturón para dejarlo donde le habían indicado.
-Bien, mi hermano supongo que esta en la zona VIP, quizás tendrá una o dos perras, así que muy difícil no puede ser conseguirlo- señalo la diosa.
-Lake, vigilala bien- pidió Koi.
La cyborg asintió.
-Cuando lo consiga me quitareis las cadenas no? Ya me estoy empezando a cansar-
-Si, si, tu consigue el teletransporte-
Ambas mujeres si dirigieron a la zona VIP, entrando sin ningún problema. El resto se quedó justo al lado de la comida.
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La Galaxia Del Dios
Science FictionDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...