18- Uchū

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La nave del hermano de Seiun se encontraba estacionado frente a una discoteca no muy grande. La gente entraba y salía, a algunos les pedían que dejaran sus armas fuera por seguridad.

-Antes de entrar, tenemos que decidir como vamos a conseguir el teletransporte del planeta central- comentó Koi.

-Yo digo que le invite a bailar y mientras vosotros le intentais robar el aparato ese- dijo Kyo.

-Tu solo piensas en conseguir pareja, verdad?- Lake le preguntó con desgana.

-O sea, es que mirame, esta preciosura debe tener pareja- contestó el chico mientras sacaba un pequeño espejo y se miraba en el.

-Podemos hacer una distracción- habló Dakota esta vez.

-Y si mandamos a Seiun y que ella se lo pida?- comentó Dave.

-Esa es buena idea, pero no podemos dejarla sola- contestó Koi.

-Yo puedo vigilarla- respondió la vampira.

-No, te necesitamos lejos por si algo sale mal y necesitamos irnos lo antes posible- argumentó el delincuente.

-Entonces iré yo- se ofreció voluntario el humano.

-Ni hablar, tu te quedas donde pueda verte. No puedo permitir que te acerques a dos dioses-

Dave se puso un tanto colorado al escuchar lo que su amigo acababa de decirle. Se preocupaba tanto por él que no quería que se arriesgara a nada?

-Pues soy yo quien va a ir- Kyo se ofreció.

-No-

Una lágrima salió del ojo de Kyo.

-Entonces solo quedo yo, porque supongo que no mandaremos a la niña ni tu te vas a arriesgar a que te reconozca, cierto?- Lake habló.

-Correcto, Lake, vas con Seiun- aclaró el pequeño alien- Dakota, quédate fuera vigilando junto con Portia. Este si que no es lugar para niñas. Los demás, entraremos y nos quedaremos vigilando que todo salga bien-

-Si!- vitorearon todos los presentes menos Seiun.

Dakota y Portia se quedaron sentadas en un banco que había justo en la entrada de la discoteca mientras que los demás se acercaron a la puerta.

En ella había un guardia de seguridad enorme que impedía el paso a los que no tenían identificación o invitación para entrar.

-Ey! Cara mierda, déjanos pasar- le gritó la diosa a el guardia. El guardia miró a la diosa y después a el resto del grupo.

No dijo nada.

Abrió la puerta y dejó que entraran.

-Espera- exclamó el guardia. Todos se congelaron al pensar que les habían pillado- El albino, deja la espada aquí- señaló un armario lleno de armas.

Dave soltó el aire que había retenido y sacó la espada que llevaba atado a su cinturón para dejarlo donde le habían indicado.

-Bien, mi hermano supongo que esta en la zona VIP, quizás tendrá una o dos perras, así que muy difícil no puede ser conseguirlo- señalo la diosa.

-Lake, vigilala bien- pidió Koi.

La cyborg asintió.

-Cuando lo consiga me quitareis las cadenas no? Ya me estoy empezando a cansar-

-Si, si, tu consigue el teletransporte-

Ambas mujeres si dirigieron a la zona VIP, entrando sin ningún problema. El resto se quedó justo al lado de la comida.

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