-Oye! Oye! Koi! Oye! Koi!- a la diosa Seiun la gustaba molestar al delincuente después de haber pasado trescientos años desde la última vez que se vieron y estando encadenada en la casa medio destruida de Dakota y Portia. Hasta que Portia se hartó de que no se callara y decidió meter su bollo en la boca de la diosa.
-Por fin se calla- dijo aliviado Koi mientras creaba nuevas fibras en algunas de sus heridas y Dakota le envolvía con vendas su brazo malherido.
-Para ser una diosa no ha durado demasiado en batalla- comentó Dakota.
-Eso es porque es la más débil- respondió Koi mientras sonreía maliciosamente hacia Seiun. Ella solo le devolvió una mirada y un gesto de burla.
-Estas son las cremas que tengo que utilizar para limpiar heridas?- preguntó Dave desde la cocina.
-Si, traelas- respondió la vampira.
Dave entró en el salón con un paño y cremas fabricadas con las flores curativas. Se agachó delante de Koi y con el paño empezó a retirar la sangre que salía de su cabeza. La vampira seguía curando su brazo.
-Sabéis que puedo hacerlo yo solo, cierto?- se quejó Koi.
-Puede, pero no hicimos nada mientras tu peleabas, así que esta es nuestra manera de pagar la deuda- contestó Dave apartando algunos de los mechones de su amigo con toda la delicadeza que le era posible.
-Habla por ti- comentó Portia comiendo otro bollo.
El bollo de la boca de Seiun salió disparado, haciendo que quedara libre para hablar.
-Aaaw! Si parece que al criminal se le ha ablandado su oscuro y frío corazón- dijo poniendo demasiado énfasis y drama a las últimas palabras.
El alien la fulminó con la mirada y de un manotazo apartó a Dave, Dakota se apartó al verlo. Acto seguido se levantó del sofá y subió las escaleras sin decir ni una palabra.
-Ok, que narices pasa entre vosotros dos- preguntó el humano ya molesto por toda esa interacción- Ya se que es un criminal muy buscado y todo eso. Pero, exactamente que te hizo-
-Yo te lo contaría encantada, pero creo que mejor dejo que él te lo diga. O mejor! Que te enteres por tu cuenta antes de que te lo cuente- sonrió siniestramente.
-Creo que hablar con ella no nos va a llevar a ningún sitio- expresó la vampira.
-Y que vamos a hacer con esto?- cuestionó Portia mientras sujetaba el cilindro con diamantes rojos.
-Acaso sabes lo que es eso, mocosa?- preguntó la diosa encadenada.
-No-
-Entonces no cuento nada- empezó a reír levemente.
Dave suspiro cansado mientras se levantaba del suelo y se acercaba a Portia.
-Dame el aparato porfavor- le pidió amablemente a la niña. Ella se lo entregó sin rechistar.
-Que vas a hacer con eso?- preguntó Dakota.
-Voy a ver si Koi sabe lo que es y me lo explica- contestó.
-Ja! Buena suerte haciendo que te explique algo!- gritó Seiun.
Él solo la miró por un segundo antes de subir las escaleras que llevaban a la segunda planta.
La puerta de la habitación de su amigo estaba entreabierta, pero de todas formas dio varios golpecitos antes de entrar.-Te encuentras bien?- cuestionó cuando abrió del todo la puerta, dejando ver que el alien estaba sentado en el sofá con las piernas contra su pecho y los brazos apoyados sobre sus rodillas mientras veía por la ventana destruida. No giró la cabeza para verle.
ESTÁS LEYENDO
La Galaxia Del Dios
Science FictionDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...