11- Void

17 10 1
                                    

-Oye! Oye! Koi! Oye! Koi!- a la diosa Seiun la gustaba molestar al delincuente después de haber pasado trescientos años desde la última vez que se vieron y estando encadenada en la casa medio destruida de Dakota y Portia. Hasta que Portia se hartó de que no se callara y decidió meter su bollo en la boca de la diosa.

-Por fin se calla- dijo aliviado Koi mientras creaba nuevas fibras en algunas de sus heridas y Dakota le envolvía con vendas su brazo malherido.

-Para ser una diosa no ha durado demasiado en batalla- comentó Dakota.

-Eso es porque es la más débil- respondió Koi mientras sonreía maliciosamente hacia Seiun. Ella solo le devolvió una mirada y un gesto de burla.

-Estas son las cremas que tengo que utilizar para limpiar heridas?- preguntó Dave desde la cocina.

-Si, traelas- respondió la vampira.

Dave entró en el salón con un paño y cremas fabricadas con las flores curativas. Se agachó delante de Koi y con el paño empezó a retirar la sangre que salía de su cabeza. La vampira seguía curando su brazo.

-Sabéis que puedo hacerlo yo solo, cierto?- se quejó Koi.

-Puede, pero no hicimos nada mientras tu peleabas, así que esta es nuestra manera de pagar la deuda- contestó Dave apartando algunos de los mechones de su amigo con toda la delicadeza que le era posible.

-Habla por ti- comentó Portia comiendo otro bollo.

El bollo de la boca de Seiun salió disparado, haciendo que quedara libre para hablar.

-Aaaw! Si parece que al criminal se le ha ablandado su oscuro y frío corazón- dijo poniendo demasiado énfasis y drama a las últimas palabras.

El alien la fulminó con la mirada y de un manotazo apartó a Dave, Dakota se apartó al verlo. Acto seguido se levantó del sofá y subió las escaleras sin decir ni una palabra.

-Ok, que narices pasa entre vosotros dos- preguntó el humano ya molesto por toda esa interacción- Ya se que es un criminal muy buscado y todo eso. Pero, exactamente que te hizo-

-Yo te lo contaría encantada, pero creo que mejor dejo que él te lo diga. O mejor! Que te enteres por tu cuenta antes de que te lo cuente- sonrió siniestramente.

-Creo que hablar con ella no nos va a llevar a ningún sitio- expresó la vampira.

-Y que vamos a hacer con esto?- cuestionó Portia mientras sujetaba el cilindro con diamantes rojos.

-Acaso sabes lo que es eso, mocosa?- preguntó la diosa encadenada.

-No-

-Entonces no cuento nada- empezó a reír levemente.

Dave suspiro cansado mientras se levantaba del suelo y se acercaba a Portia.

-Dame el aparato porfavor- le pidió amablemente a la niña. Ella se lo entregó sin rechistar.

-Que vas a hacer con eso?- preguntó Dakota.

-Voy a ver si Koi sabe lo que es y me lo explica- contestó.

-Ja! Buena suerte haciendo que te explique algo!- gritó Seiun.

Él solo la miró por un segundo antes de subir las escaleras que llevaban a la segunda planta.
La puerta de la habitación de su amigo estaba entreabierta, pero de todas formas dio varios golpecitos antes de entrar.

-Te encuentras bien?- cuestionó cuando abrió del todo la puerta, dejando ver que el alien estaba sentado en el sofá con las piernas contra su pecho y los brazos apoyados sobre sus rodillas mientras veía por la ventana destruida. No giró la cabeza para verle.

La Galaxia Del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora