El teletransporte universal no era demasiado fácil de reparar. No cuando ese aparto había estado siglos en las profundidades del océano hasta que Dave lo encontró por accidente.
Llevaba varias piezas que solo se podían encontrar en el planeta central, el lugar donde se fabrican esos aparatos. Si no fuera porque su misión era ir allí, le habría dicho al humano que nunca más podría regresar a su hogar.Echó una mirada a Dave desde la lejanía.
Se encontraba compartiendo el conejo con sus amigas mientras la diosa se quejaba de que llevaba días sin comer. Dave le lanzó un trozo a la cara, haciendo que las chicas se rieran. A decir verdad, si fue gracioso, así que Koi también soltó una pequeña risa que solo él hubiera sido capaz de escuchar si no hubiera una vampira entre ellos.
Dakota le miró sin decir nada, después apartó la vista y le dio un codazo a Dave para que mirara en su dirección. Koi creó unos auriculares que se puso y apartó la vista, volviendo a su trabajo.
-Quieres?- Dave se sentó a su lado ofreciendo un poco de carne.
-No- contestó.
-Más para mi entonces- masticó la carne.
Koi volvió a concentrarse en arreglar la máquina, le estaba costando más de lo normal al tener la mirada insistente de su amigo encima de él.
-Que quieres- preguntó molesto mirándole.
-No, nada. Solo mirar, y hacerte compañia- respondió.
-No necesito tu compañia-
-Oh, vamos. Donde quedó el Koi de los últimos días?-
-Sigo siendo el mismo-
-Error. Antes eras mucho más arisco que ahora.
-Y como sabes como era yo antes de que me conocieras?-
-Cuando nos conocimos no dejabas ni que me acercara-
-Sigo sin dejarte hacerlo-
-Y como es que estoy sentado a tu lado ahora?- preguntó juguetón Dave.
Entonces Koi se dio cuenta de la cercanía y se alejó un poco.
-Como decía- reanudó su charla- Antes no me dejabas acercarme, solo me hablabas para gritarme o insultarme, quieres que siga?-
-No hace falta- el alien seguía con su trabajo.
-Quitando el hecho de que casi me matas cuando nos conocimos, puedo decir que nos llevamos bien-
-En tus sueños- se burló ante esa idea.
-Nop, definitivamente en mis sueños sigo en mi planeta- admitió Dave.
-Por eso estoy arreglando este chisme, para que vuelvas a tu casa, a cambio de que me ayudes a derrocar al gobernante de esta maldita galaxia asquerosa- exclamó poniéndose furioso y apretando de más las tuercas del teletransporte, de sus manos empezaron a salir humo por la ira.
El humano se dio cuenta y le quitó el aparato de las manos.
-Oye!- se quejó el alien.
-Si sigues así vas a quemarlo- explicó.
Koi hizo un puchero que a Dave le pareció demasiado adorable para un criminal buscado por toda esa galaxia.
-Que escuchas?- preguntó el humano quitando uno de los auriculares que su amigo tenía puesto y acercándoselo a su oreja.
-Puedes dejar que quitarme todo lo que tengo?- cuestionó con fastidio el delincuente.
-Hey, pero si estas escuchando Circus!- exclamó emocionado- Si te ha gustado la canción, eh?- dijo dándole un codazo mientras sonreía satisfecho.
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La Galaxia Del Dios
Ciencia FicciónDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...