Golpes y tropiezos reinaban en la entrada de la casa. Los besos apasionados de ambos chicos no les dejaban caminar con normalidad mientras abrían la puerta de la vivienda.
Nadie se encontraba en casa, así que no se preocuparon por el ruido.
Las respiraciones entrecortadas en los labios del otro eran ruidosas mientras subían las escaleras, enzarzados en un pelea con la ropa del contrario.
Nada más entrar en la habitación cerraron la puerta y Koi saltó encima de Dave para enredar las piernas en su cintura. El albino acariciaba la espalda del dios al mismo tiempo que le quitaba la camiseta para dejar su torso al descubierto, tirando la prenda al suelo sin importarle donde cayera.
Se inclinó sobre la cama, dejando que Koi apoyara su espalda en el mueble mientras se quitaba su propia camiseta y volvía a besar apasionadamente a su novio.La temperatura de la habitación había subido exponencialmente a pesar de estar nevando afuera, solo la luz de la luna iluminaba el lugar, pero a ellos no les hacía falta ver nada para poder disfrutar el uno del otro, siendo un solo ser y compartiendo emociones.
Dave retiró los pantalones del alien rápidamente, sin cesar sus besos y caricias, bajando de sus labios hacia el cuello y dejando pequeñas marcas en él. A Koi no le importó, lo disfrutaba.
El albino siguió su camino hacia la ropa interior de su novio, quitándola con prisa. Koi le tomó de los hombros, haciendo que parara antes de que ni siquiera empezara.Alzó la vista para ver al dios.
Koi tenía el rostro rojo por el calor del momento, sus ojos brillaban con lujuria, con su mirada fija en Dave.
-Que pasa?- preguntó el chico.
El alien hizo una maniobra y Dave quedó tumbado en la cama.
-No es justo que yo sea el único desnudo aquí- le respondió con una sonrisa y desabrochonaba el pantalón del albino.
Ni siquiera le dio tiempo a quitarse la prenda cuando Koi le agarró el pene y lo acercó a su entrada.
-No te precipites- le dijo mientras unían nuevamente sus labios.
-No lo hago-
Pequeños movimientos de cadera permitían que entrara lentamente, una explosión de sensaciones inundaron el cuerpo del dios, siendo más estimulantes que la otra vez que hicieron eso mismo.
El vaivén lento empezó a ganar velocidad a medida que pasaba el tiempo, los delicados saltos del dios se hicieron más bruscos y el agarre de Dave sobre su trasero se hizo más firme.El cuarto se inundó de gemidos y traqueteos mientras cambiaban de posiciones, quedando Koi abajo.
Más besos y chupetones aparecieron en su cuello, descubriendo que le encantaba esa sensación, sentía que su pecho explotaría de placer, aferrándose a la espalda del albino y dejando marcas de sus uñas a su paso. Dave estaba tan concentrado en sus movimientos y en las sensaciones que sentía que no se dio cuenta de las heridas que se formaron en su cuerpo.El placer era tal que no se dieron cuenta del tiempo que pasó, terminando realmente cansados de tanto movimiento. Ahora, ambos se encontraban bocarriba sobre la cama, con respiraciones agitadas y miradas perdidas.
Koi se levantó de la cama y tomó la camiseta de Dave para ponérsela, le servía de camisón y así no necesitaba vestirse entero para salir del cuarto.
-No te vayaaaas- se quejó Dave.
-Solo voy al baño, imbécil-
-Nooo-
-Necesito limpiarme-
El dios depósito un pequeño beso en sus labios y salió de la habitación, dejando a Dave solo.
Todavía no podía creer lo enamorado que estaba de ese chico y todas las cosas que había hecho con él.
Nunca pensó que se podría enamorar en tan poco tiempo, solo se conocían de hace 5 meses apróximadamente, pero formaba parte de su vida de manera importante, siendo el más importante para él. No sabría que hacer si algún día ese chico ya no forma parte de su día a día, no podría imaginarse enamorándose de otra persona, o haciendo cualquiera de esas cosas con más gente. Solo Koi. Eternamente Koi. Incluso después de la muerte amaría a Koi.
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La Galaxia Del Dios
Science FictionDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...