Llegó la mañana. Dave se despertó cuando casi se atraganta con su propia saliva. Miró a su alrededor en busca de Koi, no habia rastro del chico.-De nuevo se fue- dijo cansado de perderle de vista aún cuando solo había pasado dos veces.
Salió de la cabaña, el cielo era de un color verdoso, los planetas se veían incluso más coloridos que el día anterior y el bosque en el que se encontraba era más verdoso de lo que recordaba la noche anterior, quizás no se dió cuenta por estar tan oscuro. Volvió dentro, no había comido nada desde hace poco más de un día y él siempre tenía hambre.
Se dispuso a buscar algo de comer en el lugar donde se encontraba, se fijó en una mesa medio destruida en la que había una canasta con frutas con formas extrañas, entre ellas identificó la fruta que se asemejaba a una manzana, con la diferencia de que esta era azul y no verde o roja como son en su planeta, supuso que Koi lo había dejado ahí para él, así que le dió un mordisco para sentir el dulce sabor de la fruta.
Encontró una silla en un estado bastante decente y se sentó en ella, saco su teléfono y puso música en voz alta, disfrutó un rato hasta que Koi llegó enfurecido.-QUE CREES QUE HACES?!- gritó a modo de saludo.
-Buenos días a ti también- dijo saludando alegremente.
-APAGA ESA MIERDA!-
-Tío! Es Danza Kuduro! Disfruta un poco- contestó mientras se reclinaba en su silla.
Koi apagó la música y le lanzó un trozo de madera a la cabeza a Dave, que hasta ahora no se había dado cuenta que llevaba encima.
-Esa música se oye desde el bosque! Puede que un soldado lo haya escuchado también!- explicó el alien mientras Dave se sobaba la frente por el golpe.
-Estamos en mitad de un bosque, dudo que nos hayan escuchado- replicó.
-Que tal si vas a comprobarlo?- dijo mientras hacía desaparecer todos los troncos que llevaba encima.
-Sigo pensando que tus poderes son increíbles-
-Piensa lo que quieras. Levántate, nos vamos-
-A la orden mi capitán- contestó mientras se ponía de pies y hacía un saludo a lo militar.
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La plataforma de teletransporte estaba rodeado de soldados rojos, tendrían que encontrar otra manera de llegar a un lugar más seguro. Koi se disfrazó de nuevo con otro aspecto, siendo estaba vez un niño y Dave simplemente se puso otra tela, tampoco es que él tuviera muchas opciones para camuflarse.
El mercado estaba en construcción debido al desastre que el pequeño alien había causado el día pasado.
-Creo que te pasaste un poco ayer- le dijo susurrando.
-No me quedaba de otra, no estuve años recolectando monedas de la basura para que me intenten timar como si fuera idiota-
Salieron del mercado, entrando en la plaza del pueblo. Tenía que haber otra plataforma, la que habían utilizado la anterior vez claramente no era la principal.
El pueblo tenía un cartel en el que estaba el mapa del pueblo, era bastante grande, así que se apresuraron a buscar la plataforma principal.
El camino hacia su destino fue de lo más relajado, algún que otro soldado rojo y algunas miradas sospechosas, pero nada fuera de lo que esperaban. Había un prado muy bonito, lleno de flores de colores, algunas personas estaban recogiendo algunas de las flores, parecía que estaba permitido hacerlo sin que alguien te dijiera algo. Giró su cabeza hacia el camino de nuevo, cuando se dio cuenta de que Koi volvía a tener su aspecto original, solo que con una túnica marrón que le tapaba casi entero de cabeza a pies, también estaba recogiendo algunas de las flores.-Para que quieres las flores?- le preguntó cuando se acercó a él.
-Son flores medicinales, pueden servirnos- explicó- También pueden darte más energía, se suele utilizar por la gente que no ha descansado bien por la noche-
-Como tu, porque menudas ojeras te cargas- bromeó Dave. Koi le devolvió una mirada fulminante- Era broma- se disculpó al ver que esa broma no le había gustado para nada.
-No hay soldados, podemos descansar un rato aquí- sugirió el alien.
Habían estado andando por poco más de una hora, y a decir verdad Dave si se sentía un poco cansado, no es que no estuviera acostumbrado a caminar, lo que ocurría es que el camino estaba lleno de rocas y surcos, agujeros y gente que esquivar, tanto movimiento le había cansado más de lo que esperaba. Se adentraron un poco más en el prado y se tumbaron en medio de el, se sentía muy relajado en ese momento, quizás el olor de las flores medicinales era la causa de esa tranquilidad.
-Que relajado me siento- comentó
-Eso es por la flores- explicó su compañero, confirmando su teoría.
Siguieron ahí por varios minutos más, miró a su compañero, se había quedado dormido, posiblemente por el olor de las flores. Una mariposa blanca que desprendía luz se posó en la nariz del chico, entonces Dave recordó que su cámara seguía en la mochila, se apresuró a sacarla y hacer una foto de la mariposa. Aprovechó a sacar alguna foto más del lugar donde se encontraba, cuando volviera a casa le mostraría las fotos a su familia y sus amigos. Dios, como les echaba de menos, quizás podría grabar algún vídeo contando su experiencia cuando encontraran un lugar seguro donde quedarse.
Sacó su teléfono y se puso música tranquila, quizás Riptide de Vance Joy estaría bien para esta situación. Suspiro con tranquilidad cerrando sus ojos.★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★☀︎★
Un golpe le despertó.
En que momento se había quedado dormido? La música se había parado hace bastante tiempo sin que él se enterara.
Volvió a recibir un golpe, ahora un poco más fuerte que el anterior.-Despierta, animal!- le susurro Koi, porque estaba susurrando?- Los soldados rojos se están acercando, debemos llegar a la plataforma ya- le explicó lo más calmado que pudo.
Se apresuró a recoger sus cosas y ponerse de pies, Koi ni siquiera cambió su aspecto por la prisa. Se aseguró de que ningún soldado estuviera viendo hacía su dirección y salieron a paso apresurado, no querían levantar sospechas al ir corriendo.
Cada vez veían más soldados, si los descubrieran estarían acabados. Aumentaron la velocidad de su pasó, la plataforma ya estaba cerca. Para su mala suerte esta estaba llena de gente, una gran fila de gente que esperaba a montar les cortaba el paso.-Mierda- gruño por lo bajo Koi al ver la situación.
-Que hacemos ahora?- susurró Dave.
-Mantente alerta y no levantes sospechas, nos pondremos en la fila-
Le parecía interminable la fila a la plataforma, pero no les quedaba de otra que esperar si querían salir de allí.
Avanzaron con calma, cada vez había más soldados y estaban a punto de que llegara su turno, se estaba empezando a impacientar y Koi lo notó.
-Si no te calmas levantaremos más sospechas-
-Lo se, pero no puedo evitarlo, hay demasiados de ellos-
-Crees que no me he dado cuenta o que?- le dijo mirándole directamente a los ojos- He contado al rededor de 24 y ni siquiera he podido contar con exactitud cuantos están escondidos, aunque sospecho que serán unos 36, esta plaza es muy amplia y tiene muchos callejones-
-Tantos ahí?!- gritó. Koi le tapó la boca.
-Calla imbécil!- le ordenó.
Subieron deprisa a la plataforma, pero ya habían llamado la atención de algunos de ellos.
-Alto!- gritó uno, llamando la atención de muchos de sus compañeros.
Koi tecleó rápido en la pantalla con una mano mientras con la otra mano lanzaba cosas con su telequinesis.
-Podrías ayudar un poco!- le gritó a Dave- Activa las coordenadas que puse, rápido!-
-Eh?! Si!- tecleó lo más rápido posible mientras su compañero hacía un arco y una flecha con su magia y la lanzaba.
Una cortina de humo se levantó haciendo que no se pudiera ver nada, tanto para los soldados, como para ellos.Una bala alcanzó a Koi, dándole en un costado justo cuando la cápsula apareció y desaparecieron de allí.
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La Galaxia Del Dios
Science FictionDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...