Jugar Street Fighter IV era una de sus cosas favoritas para hacer mientras esperaba a la hora de quedada. Ver como los personajes luchaban de forma tan increíble le hacía querer aprender a luchar como ellos (aunque bien sabía que no podía lanzar ataques especiales como ellos ni tenía súper habilidades), pero el miedo que le generaba una pelea se lo impedía, deseaba poder deshacerse de ese miedo y poder defenderse una vez por todas por el mismo, sin que le ayuden o se metan en problemas por él.
Su teléfono sonó con un tono de llamada un tanto peculiar.-Atención, un idiota intenta contactar a este teléfono- decía el teléfono, eso significaba que Dylan le llamaba (si, tenía un tono de llamada personalizado para todos sus amigos). Respondió a la llamada no sin antes reírse del sonido que producía el dispositivo.
-Bueno?-
-AJDJQOOQ AAAH- si, un completo idiota.
Pareció escuchar un golpe como si golpearan un coco vacío, pero decidió no preguntar al respecto.
-Porque gritas así jaja-
-AY, no me di cuenta que ya habías contestado-
Una risa.
-Porque me llamas? Se supone que hemos quedado en 15 minutos-
-Estaba andando de camino a la playa porque ya sabes que yo vivo súper lejos, no como vosotros mamahuevos-
-Ajá-
-Y vi a Jayson hablando con una chica que no parecía ser de aquí-
-Uuuh- el chisme es la pasión de estos dos.
-Le grité que quién era esa muchacha y Jayson me ha pegado con la escoba mientras te llamaba para contártelo, por eso gritaba- así que eso era el sonido de coco vacío que se había escuchado.
-Lo que deberías de haber hecho es hacer una foto o un vídeo, que a Tina también la gusta esto de chismear- dijo Dave recordando como su mejor amiga conseguía el chisme completo cuando solo conocía el nombre de una chica.
-Saqué una foto, eso la sirve-
-Razón no te falta-
-Bueno, nos vemos en un rato-
-Bye-
Colgó la llamada y se dispuso a cambiarse, siempre tenía una mochila preparada para cuando salía que contaba con gafas de buceo, crema solar, gafas de sol, palas y cubos para la arena y una cámara de fotos acuática, le es muy útil para trabajos que le mandan en clase, aunque también la utiliza para sacar fotos para su colección personal donde había todo tipo de fotos, tanto del mar y sus animales, como de él y sus amigos, es algo así como un álbum de memorias como él lo llama.
Se cambió de ropa y bajó las escaleras, en la sala de estar se encontraban sus padres, su madre Amanda se estaba preparando para salir a comprar pizza de langosta, se que puede sonar extraño, pero es una tradición allí. Mientras tanto su padre Liam se encargaba de una llamada de negocios con quien sabe quién, parecía que esa noche no habría tantas nubes como de costumbre, lo que lo hacía perfecto para estudiar las estrellas. Aunque lleve en esa isla poco más de veinte años aún sigue estudiando las estrellas desde esta isla.
-Ya te vas mi amor?- le gritó su madre
-Si, vuelvo a la noche-
-Ok, no vuelvas muy tarde-
-Hoy haremos picnic nocturno en el tejado- avisó su padre. Cuando las nubes y la temperatura dejaban ver con máxima claridad el cielo estrellado solían subir al tejado de su casa y cenar allí mientras ven las estrellas, es una tradición familiar que su padre, al ser un amante del espacio, impuso apenas Ian y Dave nacieron.
Una pena que ninguno de sus hijos lo disfrute tanto como él, pero eso no quita que les haya enseñado lo básico sobre ese tema.
ESTÁS LEYENDO
La Galaxia Del Dios
Ficção CientíficaDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...