Uchū observaba a Koi desde las alturas, junto con Seiun y Lake. La diosa se había sentado en el brazo del sillón, apoyándose en su hermano.
-Ese es el hermano de Seiun?- preguntó Dave.
-Uchū- contestó el alien.
-Chicos!! Que ha pasado?!- Kyo se acercó a ellos.
-Nos descubrieron por mi culpa- Dave se frotó la nuca avergonzado al recordar que había golpeado a otra persona. Las únicas veces que había golpeado algo había sido en los entrenamientos.
-Ey, donde vas?- el guaperas del grupo se dió cuenta de que Koi empezaba a alejarse de ellos, acercándose a el ventanal.
De nada servía ya ocultarse, así que con su magia cambió su vestimenta a la que siempre llevaba sin importarle que las alarmas de la discoteca saltaran. Se transformó en un cuervo y voló hacia donde se encontraban los dioses y su amiga cyborg.
-Koi!- exclamó Dave cuando vió que su amigo se ponía frente a los hermanos.
-Yo me encargo, Lake. Puedes bajar- le dijo a la cyborg.
-Estaras bien?- preguntó ella.
-No te preocupes, lo tengo controlado- le dedicó una leve sonrisa. La cyborg bajó.
Seiun estalló de risa.
-Tu? Lo tienes todo controlado?- comentó la diosa.
-Seiun- Uchū habló, haciendo que la diosa se callara con molestia- Cuanto tiempo querido Koi!-
-Uchū- saludó de vuelta el alien.
-Fíjate como has crecido. Bueno, realmente no has crecido demasiado en estos trescientos años- se burló- Que le pasó a tu cabello? Recuerdo que lo cuidabas bastante, y ahora está todo despuntado y despeinado-
-Necesito tu teletransporte para llegar al planeta central- Koi no se dejó intimidar por ese Dios, mantuvo una expresión sería todo el rato.
-Gran historia graciosa, no lo ha traído- contestó Seiun.
-Entonces me llevo la nave-
-Piensas robarme mi nave, acaso?-
-Si-
-Pues necesitarás esto entonces- sacó un pequeño mando, el cual era el que se utilizaba para abrir la nave espacial.
Koi sacó una de sus dagas y se lanzó al cuello del Dios, manteniendo la cuchilla contra este y sujetando las cadenas de la diosa con su otra mano.
-Rápidos reflejos- admitió Uchū.
Portia entró en ese momento con su súper velocidad.
-Vienen soldados rojos!!- exclamó alertando a todos- Tenemos que salir de aquí!!-
-Pero Koi-- Dave no pudo terminar la frase, Portia le había sujetado de la mano y se habían ido corriendo junto con Kyo y Lake, dejando a Koi solo con los dos dioses.
-Sabes, no hacia falta que me amenazaras con tu daga- dijo el Dios apartando la cuchilla de su cuello con su mano libre.
Le entregó el mando de la nave.
-Mi nave es toda tuya. Y por cierto, Ruumi te devuelve esto- Una máscara que simulaba el esqueleto de el hocico de un lobo con grandes colmillos, unido a una pequeña diadema con cuernos apareció en su mano. El Dios se lo lanzó a Koi, haciendo que soltara a Seiun.
Koi se quedó inmóvil viendo la máscara completa, en estado de shock, con la guardia baja.
Segundos después Dave entró a el lugar seguido de unos cuantos soldados rojos, subió las escaleras que llevaban a donde se encontraban ellos, pasando al lado de los dioses para agarrar la mano de Koi. El alien había hecho desaparecer la máscara, así que el humano no la vió.
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La Galaxia Del Dios
Science FictionDave, un chico albino amante del mar, viaja a otra galaxia por error, donde conoce a un chico bastante interesante con el que luchará contra innumerables amenazas. -Capítulos de entre 1000 a 2000 palabras -En proceso -Importante leer el epílogo (cua...