48- Bolas de nieve

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-Aquí dormiremos- comentó Dave abriendo la puerta de su habitación en la casa de sus abuelos.

-Ya no tendré que preocuparme por caerme de la cama- exclamó el pequeño alien tumbándose en la cama.
El cuarto era un poco más grande de lo que era la habitación de Dave en Holbox, permitiendo que la cama también fuera más amplia.

Dave se desplomó encima de su novio aplastándole.

-Que haces, gorila?! Que me aplastas!!- el dios utilizó su magia para que el albino saliera volando por el aire, quedando libre.

-Esto de volar me gusta- exclamó Dave disfrutando de la experiencia. Segundos después cayó en la cama, Koi había dejado de hacerle flotar.

El delincuente ya tenía su pijama puesto y estaba construyendo el teletransporte.

-Ya lo llevas muy avanzado-

-Tener los planos ayuda-

-Que planeas hacer cuando lleguemos de nuevo a Diuruno?-

-Lleguemos? Quien dijo que tu vendrás?-

El rostro de Dave cambió a una cara desconcertada y preocupada.

-Piensas ir tu solo?-

-Esta claro. Soy el único que puede derrocar a mis hermanos-

-No pienso dejarte solo- el albino se acercó a su dios con una mirada seria.

-Y yo no pienso dejar que te maten- le besó los labios- Ya hablaremos de esto en otro momento-

Siguió construyendo durante unos minutos más para luego hacer desaparecer el aparato y meterse en la cama junto con Dave, quedando abrazados.

-No quiero que nada te pase- susurró Dave mientras abrazaba a Koi por la espalda, ocultando su rostro en el hombro del dios.

Koi no dijo nada.

Una mirada perdida apareció en su rostro, sin saber como seguir después de esto.
Sus planes se verían arruinados si Dave le acompañaba.
Tendría que hacer un plan B por si eso sucedía.

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La mañana llegó, y un enjambre de niños arrastraban a Koi fuera de la casa para poder jugar con la nieve que había caído esa noche.

-Hey, chicos, esperad- exclamó el albino agarrando a algunos de sus primos- Os tenéis que abrigar, sobre todo Koi, que no está acostumbrado al frío-

Los niños fueron corriendo a por sus abrigos y bufandas, trayendo alguna de más para Koi, quedando envuelto.

-Parece que los niños se llevan bien con él- Malik, el marido de Chelsea y padre de Nabil y Asha, se acercó a Dave.

-Eso parece- sonrió.

-Aunque parece que a tu novio no le gusta mucho la idea-

El delincuente se había quitado la mayoría de las bufandas y se las había colocado a algunos de los niños con el ceño fruncido y murmurando algo que nadie pudo entender, como si se tratara de una madre estresada.

-Ya podemos salir?- preguntó Noah a su tío Malik.

-Cuidado con los pequeños. Dave, Koi, puedo confiar en vosotros?- el albino asintió con su cabeza.

El pequeño dios se lo pensó por un par de segundos para luego asentir con la cabeza de igual manera. Un instante después fue arrastrado por todos los niños.
La calle estaba llena de nieve y niños jugando en ella, peleas con bolas nieve, muñecos con zanahorias y palos...

La Galaxia Del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora