Capítulo 80 - Se acabó mi paciencia

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Tras la fiesta, ya solo quedaba estudiar hasta finalizar mi suplicio. Bueno, digamos que después de a fiesta, Nath y yo estudiábamos y... nos estudiábamos. Entrar en esta etapa me estaba pareciendo como estar en el cielo. No obstante, quedaba una semana para mis exámenes, así que me centré y estudié mucho los días previos. Me encontraba repasando al principio del día en la sala de delegados.

– ¿Quién te da la última tutoría de hoy? – pregunta Nath mirando sus papeles.

– Pues... – rebusco entre mis cosas, hasta dar con el horario improvisado que hicimos todos juntos – Priya y Castiel – me río al pensarlo – Vaya dúo explosivo.

– Sí, es verdad, aunque se compenetran bien, extrañamente.

– Cierto, es raro. Castiel puede ser un poco difícil cuando se lo propone – sigo ojeando mis apuntes – Bueno, hoy es el último día. Mañana hago los exámenes y me pondré a vuestra altura.

– Te has esforzado mucho – Nath me dedica una cálida sonrisa – ¿Estás nerviosa?

– Un poco, aunque más porque estoy deseando quitármelo de encima.

Miro la hora, y empiezo a recoger. Nath pasa por mi lado y me da un beso en la mejilla.

– Ya está hecho. Además, tengo una sorpresa para ti cuando acabes – dice con deje de misterio.

– ¿Te pones enigmático? Ahora tengo ganas saberlo – cierra la puerta al salir de la sala – Venga, dame una pista.

– No, lo sabrás mañana.

– Venga, Nath – digo, alargando la "a".

– ¿Qué os pasa? – pregunta Priya, curiosa, llegando a clase con Castiel.

– Nath no quiere decirme nada sobre la sorpresa que me dará después de los exámenes – hago un pequeño gesto infantil de tristeza, pero no funciona, Nath sigue negando con la cabeza.

– Solo tienes que esperar hasta mañana – comenta Castiel como si nada – Impaciente.

– Pues sí – respondo, sin esconderme – ¿Qué sala habéis reservado para la tutoría? – pregunto al llegar a nuestros asientos.

– Esta. Cuando acaben las clases, te esperamos aquí – responde Priya con una sonrisa traviesa, que no llego a entender por qué.

Las horas del día se pasan deprisa, y Rosa me hace prometer que cuando acabe los exámenes, tenemos que hacer una quedada de chicas. Yo acepto de buena gana, pero después de la sorpresa de Nath. Tengo mucha curiosidad, ¿qué habrá planeado? ¡Ah! ¡Que se acaben los exámenes ya! Encima solo son los míos, en unos pocos meses serán los exámenes finales del curso. Qué estrés todo.

Al acabar las clases, acompaño a Nath a la puerta de la sala de delegados; me esperará allí cuando acabe la tutoría. Nos despedimos con un beso, y me marcho a clase.

– Bueno, vamos a enseñarle a esos exámenes lo que es bueno – anuncio, entrando en el aula, donde esperaba que estuvieran Priya y Castiel, pero solo está Castiel – ¿Y Priya?

– Me ha dicho que le ha surgido algo importante, que lo sentía. Tendrás que conformarte conmigo.

– No seas tonto, no eres un segundo plato ni mucho menos. Te agradezco que te hayas quedado igualmente.

Castiel parecía muy incómodo ante esta situación, aunque lo entendía. Era la primera vez que estábamos a solas desde hace mucho tiempo, y, sobre todo, desde que cambió su actitud conmigo. Se me enciende la bombilla: podría aprovechar la hora de estudio para hablar con él, y averiguar qué le pasa. Sonrío ante mi plan. Iba a sacarle partido a la tarde.

Viviendo un isekai en el Sweet Amoris // Corazón de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora