Capítulo 63 - Encondiéndonos

548 83 6
                                    


Aunque costó, Nath y yo conseguimos dividirnos las tareas para el siguiente evento de instituto antes de que empezaran las clases, y yo conseguí calmar mi corazón. Un logro para mi. Durante la primera hora, que no podría recordar qué asignatura era ni aunque me amenazaran, me pasé toda la clase asimilando lo que acababa de pasar con la cara tan roja que juraría que podrían cocinar en ella. No solo había conseguido ser sincera con Nath de una vez por todas, sino que además él aún sentía lo mismo por mi. Estaba tan contenta que no cabía en mi del gusto, y ese primer beso... Indescriptible. No tengo mucha experiencia, porque lo de Jack no se podría llamar ni relación, no recuerdo que ni un solo de sus muy limitados besos fuera ni una parte de memorable que ha sido este con Nath. Quizá porque aquí los dos sentimos lo mismo, mientras que con Jack era una mezcla de lástima y obligación...

Mientras divagaba, busqué sin querer a Nath con los ojos. Se había sentado con Armin y miraba muy concentrado lo que estaba explicando el profesor en la pizarra. Me fijé en su perfil: su pequeña y recta nariz, su mentón cuadrado, sus mechones rubios desordenados por su frente, su media sonrisa... ¿su media sonrisa? Intento averiguar por qué está sonriendo, y me cruzo con sus ojos, que me miran de forma disimulada. Cuando nuestras miradas su cruzan, Nath me dedica un rápido guiño, dejándome sin aliento. Aparté de golpe la mirada e intenté regular mi respiración sola. Este chico podría matarme en cualquier momento.

La hora pasó y teníamos que ir al laboratorio. Nath me estaba esperando en la salida con Kim e Iris, estaba dedicándoles una sonrisa cuando veo a alguien pasar rápidamente por nuestro lado. En ese momento me doy cuenta de que tengo que hacer algo importante:

– ¿Nos vamos? – pregunta Nath animado.

Niego con la cabeza.

– Adelantaos, por favor. Tengo que hacer una cosa antes.

Giro en el pasillo y consigo alcanzar a esa persona.

– Lynn – la llamo antes de que se pierda de mi vista. Ella, al oírme, se gira y baja los hombros al verme, parecía algo incómoda.

– Hola, Melody, ¿necesitas algo?

– Sí, tengo que hablar contigo un momento – la veo dudar, así que me apresuro en añadir – Será solo un segundo.

– Vale – nos apartamos del medio del pasillo hasta un rincón donde no pasaba nadie. Se apoyó en una pared, agarrándose de forma nerviosa parte de la tela de su camiseta – Dime.

– Verás... – dudo un poco antes de empezar. Iba a ser una conversación incómoda – Quería contarte una cosa, y quería que fueses la primera persona en saberlo, porque sé que hemos tenido...

– Estás saliendo con Nathaniel, ¿verdad? – suelta de pronto. Yo, en contestación, enmudezco de golpe.

– ¿Cómo...? ¿Nos has...?

– ¿Si os he visto? No realmente, pero me ha parecido bastante claro. Ayer le confesé mis sentimientos y me rechazó, diciendo que pensaba en otra persona – no parecía enfadada, pero sí dolida – Y cuando os he visto entrar en clase teníais una sonrisa radiante en la boca. Una sonrisa así solo podía significar una cosa.

– Lynn, yo... – no sabía bien qué decir. No sabía si tenía que disculparme, si tenía que animarla... nunca me había enfrentado a una situación así.

– Melody, lo entiendo. Sabía que había algo entre vosotros desde el principio, pero no quise verlo... – me mira a los ojos, decidida – Te agradezco que hayas querido ser sincera conmigo...

– Te lo debía, tú siempre...

– No quiero que seamos amigas – doy un paso atrás de la sorpresa – Por lo menos, de momento. Siento que deberíamos mantener cierta distancia, aunque sea un tiempo – su tono de tristeza me indicaba lo mucho que le estaba costando decir todo eso en voz alta – Sé que es horrible por mi parte decirte estas cosas, pero no quiero sentirme mal cada vez que os mire. Creo que necesito estar un tiempo separada de vosotros para asimilarlo todo.

Viviendo un isekai en el Sweet Amoris // Corazón de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora