Al entrar en el aula se produjo un silencio absoluto, los susurros y las miradas eran más discretos, pero seguían ahí. Lysandro se había sentado con Rosalya y el resto de chicas delante, probablemente se habían cansado de buscarnos. Cuando nos acercamos a ellos, nos saludaron tímidamente, sin atreverse a preguntar sobre lo que estaba pasando. Para intentar aclarar la situación, fui yo la que dio el primer paso:
– Lo que pone en el periódico es mentira – señalé a los tres implicados con la mano – No estamos liados ni nada de eso, las fotos están sacadas de contexto y todo lo que pone en el artículo es una patraña. Hemos desaparecido porque Castiel y yo fuimos a la sala de delegados a buscar a Nath para contarle lo que estaba pasando. Sí, tenemos un plan para solucionarlo, pero hasta que lo consigamos, vamos a tener que aguantar que la gente piense que somos una especie de triángulo amoroso. Si nadie tiene ninguna pregunta, nos haríais un gran favor si dejáramos este tema.
– ¿Cómo van a tener una pregunta con el monólogo que les has soltado? – Castiel se reía de mi, el muy descarado. Pude ver por el rabillo del ojo como Nath no podía aguantar más la risa. Traidor.
– Así es más rápido que aguantar preguntas absurdas, listillo – coloqué las manos en mis caderas, enfurruñada mientras les dedicada una mirada molesta – Pero si lo preferís, contestad vosotros a las preguntas "¿Por qué no nos lo habéis contado antes? ¿Con quién estás de los dos?".
– No, si está muy bien – Nath ni intentaba ocultar que se estaba riendo – Has hecho un gran trabajo.
– No os aguanto, no quiero estar liada con vosotros ni en la ficción – hinché un poco las mejillas, en señal de enfado y me senté en la mesa que estaba detrás de Lysandro. Iris se sentó a mi lado y me dio un abrazo.
– Qué malos, pobrecita – yo asentí, poniendo morritos.
– Tampoco exageres – se burló Castiel, yo le respondí haciéndole una mueca protegida por los brazos de Iris.
– Nos imaginábamos que sería algo así – comentó Lysandro en un tono tranquilizador– Solo queríamos asegurarnos de que estabais bien.
– Se acabará solucionando, solo es un poco engorroso – dijo Nath, sentándose junto a Castiel. Estaba demasiado ocupada fingiendo que estaba molesta como para sorprenderme.
– Ya sabéis lo que le gusta a la gente hablar – corroboró Kim – Cuando se cansen, nadie se acordará de vosotros.
Todos asintieron, concordando con sus palabras, la única que no lo hizo fue Rosalya.
– Puedo entender la confusión que se ha formado – parecía dudar – No suena demasiado descabellado que estéis juntos.
– ¿Qué? – soltamos los tres de golpe.
– No sé qué has desayunado, pero te ha sentado fatal – acusó Castiel, algo enfadado.
– ¿Qué quieres decir? – pregunté completamente confundida.
– Es que sois raros...
– Vaya, gracias – respondió Nath muy molesto.
– No quería decir eso, perdona – se apresuró a corregirse – Quiero decir entre vosotros, os comportáis de forma diferente –Castiel, Nath y yo nos miramos sin entender a qué se refería – ¿De verdad os ha sonado tan raro el rumor? – la pregunta nos excluía a los tres de forma implícita – El artículo es horrible, pero mirad las fotos – señaló el periódico que tenía en las manos – No son trucadas ni fingidas, la forma en la que os miráis es real...
– Creo que te estás pasando – la miré directamente a los ojos algo cabreada – Entiendo que lo dices porque estás preocupada, pero no creo que sea asunto de nadie la forma en la que trato o dejo de tratar a mis amigos.
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Viviendo un isekai en el Sweet Amoris // Corazón de Melón
FanfictionTras ingresar en el hospital con una fiebre muy alta, una noche recordé mi vida pasada, dándome cuenta de que estaba dentro de mi juego otome favorito, Corazón de Melón, ¿Como protagonista de la historia? No, como Melody, un personaje secundario y e...