Capítulo 22 - Batalla de Grupos

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Después de convencer a esos tres para que participaran en la Batalla de Grupos, empezaron a practicar como locos todos los días después de clase. Aunque me quedaba para darles ánimos y la opinión de una persona externa al grupo, no podía hacer demasiado para ayudarles. Mi trabajo consistía en traer agua, evitar que les pillaran practicando en el instituto y contar las mayores mentiras que se me ocurrían para cubrir el secreto. Les insistí en contarle a las chicas lo del grupo, pero se negaron, estaban tan nerviosos por la batalla de bandas que no quise insistir. Aunque, sin rendirme del todo, les dije que ya que iban a tocar en público, si podía darles la sorpresa y llevarlas a la competición. No pudieron negarse.

El mes pasó volando y ya era el día de la Batalla de Grupos. El turno que les tocaba a mis amigos era por la tarde, de los últimos, así que tuvimos toda la mañana para prepararnos. Quedé con las chicas allí, sin decirles aún por qué me apetecía tanto ir a una competición de bandas. Acompañé a Castiel, Lysandro y Nath entre bastidores, estaban tan nerviosos que no me atrevía a decirles nada por miedo a que salieran corriendo. Castiel tocaba los acordes de las canciones una y otra vez, Lysandro repasaba la letra mentalmente mientras no paraba de moverse y Nath tocaba las baquetas en una batería imaginaria. Menudo cuadro. Miraba dudosa el regalo que tenía para ellos, pensando si había sido buena idea. Solo había una forma de averiguarlo, antes de hablar di una gran palmada, lo que les hizo dar un brinco sincronizado:

– Vale, estamos aquí, habéis ensayado muchísimo y las canciones son geniales, estáis más que listos. Sé que decir que no estéis nerviosos es una situación así es algo estúpido, así que solo os diré que os apoyo y que lo vais a hacer genial – noto que mis palabras no les llegan demasiado – Pero nada puede salir perfecto sin un amuleto de la suerte, ¿cierto?

Los tres aparcan sus nervios para mirarme confusos.

– ¿Amuleto? – pregunta Narh, guardando las baquetas en los bolsillos.

Asiento, y saco tres telas que tenía escondidas en el bolso – Vais muy guapos con el rollito vaquero roto, pero os falta el toque final de grupo – reparto una tela para cada uno – y ahí tenéis el complemento perfecto.

– "Falling Crows" – lee en voz alta Lysandro. Se trataba de un pañuelo negro con el nombre del grupo.

Cuando estaban analizando mi regalo, me desabroché el chaleco que llevaba puesto y les enseñé mi camiseta; llevaba el mismo diseño que el de los pañuelos.

– ¿Debo comentar algo del cuervo que has dibujado? – pregunta Castiel en tono burlón, señalando mi camiseta.

– Oye, es el nombre de una de las canciones y el que inscribisteis en la competición. Además, pensé que un cuervo quedaría guay – les miré dudosa – ¿No os gusta?

Nath negó con energía la cabeza – No es eso – y añadió con emoción – es genial.

– Es una maravilla – comentó Lysandro, mirando asombrado el diseño.

– ¿De verdad? – pregunté histérica, había trabajado mucho en ese diseño.

– Bueno, para tratarse de un dibujo hecho por alguien como tú, no está mal – contestó Castiel, sin mirarme a los ojos ¿avergonzado? Era a lo máximo que podía aspirar, viniendo de Castiel.

– Aunque me da un poco de vergüenza que te hayas hecho una camiseta – musitó Nath con las mejillas rojas.

– ¿Por qué? Es mi grupo favorito – muestro con orgullo mi camiseta, lo que les causa una pequeña sonrisa. Alguien del personal del evento les llama para advertirles que eran los siguientes – Vale, yo me voy abajo. Mucha suerte, aunque lo vais a hacer genial. Hasta luego

Viviendo un isekai en el Sweet Amoris // Corazón de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora