Capítulo 54 - Ensayos

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A la mañana siguiente madrugué para encontrarme con Rosa en el centro, ya que teníamos que recoger a mano las telas de los trajes de la obra. Lysandro, Violeta, Kim, Lynn y Kentin ya estaban allí, y pude ver a Rosa dentro de la tienda de su novio.

– ¿Ya estamos todos? – pregunto al reunirme con ellos.

– Ahora sí – Nathaniel apareció justo detrás de mi.

– ¿Tú también venías? – Lynn le mira con curiosidad y alegría.

– Una persona me dijo que tenía que comprometerme más con la obra, así que aquí estoy – no me miró en ningún momento tras decir aquello, pero yo sonreí al escucharlo. Por lo menos, estaba poniendo de su parte.

– Genial, estáis todos, vamos a por las telas o llegaremos tarde – Rosa parecía agobiada, supongo que el tema del presupuesto la preocupó, pero no me quedó más remedio. Señaló un camión con el semiremolque abierto – Empezad a llevar las telas al instituto – me mira – ¿Has traído el presupuesto?

– Sí, te acompaño – entré en la tienda con ella y pagamos los trajes. Como suponía, a Rosa se le fue de las manos y tuve que cortarle las alas, menos mal que había traído un poco más de dinero por si acaso, pero no pasó de ahí. Se enfadó conmigo hasta que le recordé lo que le haría la Directora si se gastaba todo el dinero, entonces se relajó.

Salimos de la tienda y agarré un par de tubos de tela para llevarlos sola al instituto. La única que quedaba allí fue Lynn, porque Rosa se fue corriendo con sus telas a clase.

– ¿Habéis conseguido comprarlo todo? – dijo Lynn cuando íbamos de camino.

– Sí, no sabes lo que me ha costado regatear – comento pesarosa.

– ¿Con Leigh?

– No, con Rosa, que insistía en querer más telas y de más calidad. Si no llego a frenarla, nos habría hecho pagar los trajes a nosotros con ese precio – y además de verdad.

– Típico de ella – Lynn sonreía, y lo entiendo, pero controlar a Rosa ha sido más difícil de lo que lo hago parecer.

Nos quedamos unos segundos en silencio en el camino, hasta que Lynn se decide hablar con cierta timidez:

– Oye, hay algo que me gustaría decirte, porque creo que antes de hacer nada, nuestra amistad se merece eso – no estaba entendiendo absolutamente nada, así que la dejé hablar – Sé que Nathaniel y tú habéis tenido algún problema, por eso ya no estáis tan unidos como antes... y no voy a preguntarte por qué, ya que es asunto vuestro. Y como nuestros personajes son pareja, vamos a pasar bastante tiempo juntos...

– Lynn, no des tantas vueltas y dímelo, por favor – sé que trataba de ser sincera, y se lo agradecía de corazón, pero sentía que si no la paraba, seguiría dándole vueltas a lo que quisiera decir.

– Quería saber si te enfadarías conmigo si... lo sigo intentando con Nath.

Imaginaba que por ahí irían los tiros. No se atrevía a mirarme directamente a los ojos, supongo que temerosa de que la odiara o empezara a gritarla.

– No me importa – le digo finalmente.

Lynn se gira finalmente con una expresión de gran sorpresa.

– ¿No te importa?

– No.

– ¿Por qué? Yo pensaba...

– Tienes razón, las cosas entre Nathaniel y yo han cambiado, no estamos bien del todo – suspiro con cierta tristeza– Te agradezco tu sinceridad, pero de verdad, eres libre de actuar como quieras. Él y yo solo somos amigos, si algo pasa entre vosotros es solo asunto vuestro.

Viviendo un isekai en el Sweet Amoris // Corazón de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora