Reencarnada en una novela donde su personaje favorito respira y vive.
Se decía era la más bella del continente, la joya más preciada por el Emperador, la reina de los círculos sociales... La bomba de tiempo de Winchester. ¡Se convirtió en la Princes...
—¡En verdad cómo puede ignorar la sinceridad de la Princesa!
—¡Sí! ¡Ha recibido todos los beneficios que le ha dado la princesa y ahora hace esto! ¡¿No se volvió más arrogante porque se convirtió en héroe de guerra?!
Emma y Chloe también estaban secretamente enamoradas de Raymond, pero su afecto no era mucho mayor que su amor hacia la Princesa.
Ambas doncellas de repente se pusieron de un lado y comenzaron a sentirse resentidas.
—Necesito descansar ahora... Me cubrí de sangre y no me siento bien. Me duele mucho el corazón... —dijo Agnes con expresión lastimera.
—Princesa, no se preocupe por nada y descanse cómodamente. Todo pasará.
Después de consolar afectuosamente a Agnes, ambas abandonaron el Palacio de la Princesa.
Esa noche, se difundió rápidamente el rumor de que Raymond Spencer puso un clavo en el corazón de la Princesa Agnes, y que también le dijo palabras duras.
Hubo discusiones sobre el origen del rumor, pero la gente lo aceptó como cierto hasta cierto punto.
El hecho de que sucediera no era impactante porque todos sabían que Raymond odiaba a la Princesa. Sin embargo, el rumor fue amplificado poco a poco por aquellos a quienes les gustaba armar escándalo.
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En primer lugar, Agnes no actuó con grandes expectativas. Solo esperaba que se difundiera un pequeño rumor sobre que Raymond Spencer la hirió.
Sin embargo, al parecer el rumor creció más de lo esperado. Parecía que no sólo los cortesanos, sino también los aristócratas de la sociedad estaban armando un alboroto al respecto.
Por supuesto, la mayoría de personas estaban del lado de Raymond, diciendo que eran culpa de la Princesa Agnes por haber sido insistente. Fue una reacción natural por el karma que había cometido recientemente.
Pero a Agnes no le importaban las consecuencias inmediatas. Lo importante era que "Raymond Spencer lastimó a la princesa", porque si eso se hablaba unas cuantas veces más y los rumores se acumulaban, la gente daría por sentado que Agnes desertó del cortejo.
—Sí, si la rechazó tanto, incluso la Princesa Agnes se rendiría.
Esa era la percepción que Agnes buscaba.
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