🪷 Capítulo 108 🪷

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—Agnes.

Apenas reprimió sus emociones y la llamó por su nombre, como cuando era joven.

Aquellos tiempos lejanos en los que eran buenos amigos, cuando la llamaba por su nombre, Agnes siempre le sonreía y lo miraba.

Por fortuna, Agnes no señaló su grosería, sino que dijo algo inesperado.

—En realidad, yo también tengo algo que decir.

—...

Raymond, que estaba a punto de preguntarle si todavía le gustaba, se detuvo.

Su corazón latía salvajemente.

«Tal vez...»

Su respiración se hizo pesada, con la esperanza de que algo bueno pudiera pasar.

Raymond hizo todo lo posible por fingir estar tranquilo y esperó las siguientes palabras de Agnes.

—Lo siento por todo este tiempo.

—... ¿Qué...?

Agnes dejó escapar un breve suspiro y lo miró fijamente.

Ella ya había decidido hacerse cargo del destino de Kaylo.

Cuando las personas están a punto de morir, tienden a pensar en los asuntos que deben terminar.

Disculparse con Raymond también era un asunto del que encargarse. Por supuesto, no tenía intención de decirle algo muy drástico, pero cómo iba a estar ocupada una vez que llegara a la capital, ahora era su oportunidad.

Aunque podía resultar sorprendente para Raymond, ella ya no sintió la necesidad de fingir haber perdido la memoria.

—Lamento haberte seguido como si fuera una acosadora. Ya sea que la intención fuera pura o no, fue una forma de violencia.

—...

A Raymond le resultó difícil entender lo que decía Agnes.

¿Agnes estaba admitiendo que la pérdida de la memoria era en realidad una mentira?

Raymond estaba bastante sorprendido de que ella lo admitiera con tanta indiferencia.

—Sé que fui demasiado unilateral cuando era joven. Yo solo... Creo que te seguí persistentemente porque pensé que no debería dejarte solo —añadió Agnes con calma.

De todos modos, ya no tenía sentido seguir mintiendo.

Antes de terminar con todo, pensó que debería disculparse con Raymond al menos una vez.

Cuando era niña, siempre estaba sola después de la muerte de su madre y su niñera. Las personas no podían acercarse a ella porque temían que fuera violenta, y Agnes tuvo que superar esa soledad sola.

Estaba asustada y aterrada. Entonces pensó que Raymond sentiría lo mismo.

Le preocupaba que él estuviera tan asustado y aterrado como ella en el pasado, así que lo siguió persistentemente.

Ahora podía ver que ese pobre consuelo se convirtió en un gran veneno, por lo que quería disculparse.

—Lo siento. Debe haber sido demasiado difícil todo ese tiempo.

Agnes recordaba claramente el disgusto y la incomodidad en la mirada de Raymond cuando la miraba.

Hubo un tiempo en que sentía resentimiento por ello, pero ahora eso se convirtió en un sentimiento de culpa.

Fue sincera en cada disculpa.

«No se puede dar marcha atrás al pasado que ya pasó.»

Agnes pasó junto a Raymond, permaneciendo inexpresiva y disculpándose tranquilamente.

La Princesa otaku trabaja duro hoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora