En algún momento, le resultó natural superponer la imagen de su madre y Agnes.
Definitivamente ambas se parecían, lo que era desagradable.
No quería que Agnes tuviera un matrimonio infeliz como el de su madre.
Sabía que era ridículo pensar así ahora. Además, el matrimonio de Agnes no tiene nada que ver con él, pero aun así... No quería que fuera tan infeliz como su madre.
Demian abrió la boca como si nada hubiera pasado.
—Pero eso no se puede garantizar. Creo que Sirius se convertirá en un hombre muy devoto a su familia después de casarse.
—...
Raymond suspiró internamente, pero no pudo refutar.
—Honestamente, Raymond Spencer, ¿no es Sirius mejor que un hombre directo como tú? Incluso después del matrimonio, parece que serás frío con tu esposa —añadió Demian con intención de provocar a Raymond.
El ceño de Raymond se frunció ante el tono burlón, y curiosamente sintió que le ardía el estómago.
Demian sonrió y continuó, supiera o no lo que sentía Raymond.
—Sin embargo, todavía pienso en ti, Raymond. Si Agnes y tú se casan, seré su aliado más fiable.
—...
Ante esas palabras, el cuello de Raymond se torció.
En el pasado, era tan desagradable escuchar ese tipo de cosas que le resultaba molesto. Pero ahora... Extrañamente, ya no sentía ese desagrado.
¿Cómo cambió tanto su opinión? ¿Por qué la mención de Agnes ya no le molestaba tanto como antes? ¿Es porque se dio cuenta de que su madre y Agnes se parecían? Sin importar cuál fuera el motivo, podría afirmar que ya no le resultaba desagradable ser su prometido.
—Seguramente continúa siendo desagradable para ti.
—...
—No tengo ninguna intención de obligarte, pero tampoco tengo intención de conectar a Sirius Melville y Agnes de inmediato.
Raymond miró al Príncipe Heredero después de escuchar esas palabras.
Mostró una actitud de querer comprometer al mujeriego de Sirius con Agnes de inmediato, pero... ¿Cambió de opinión?
¿Tal vez volvería a intentar que él y Agnes se comprometieran? La idea de que éste pudiera ser el caso hizo que Raymond se sintiera un poco mejor.
Demian rápidamente notó que la expresión de Raymond se estaba iluminando ligeramente y habló con una sonrisa.
—Acepté una tregua con Su Majestad. No se entrometerá en mi matrimonio por el momento, así que tampoco es necesario que interfiera con el compromiso de Agnes.
—... Eso es bueno.
—Sí, pero tendremos que esperar y ver qué pasa con Sirius Melville. Al parecer tiene una buena relación con Agnes.
—...
—Buen trabajo, puedes retirarte.
—Está bien —respondió Raymond y se puso de pie.
Demian observó la espalda de Raymond hasta justo antes de que saliera por la puerta y habló apresuradamente, fingiendo haber pensado en algo.
—Por cierto, mencionaste que te irías a una misión en dos días, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no se lo cuentas a Agnes mañana?
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La Princesa otaku trabaja duro hoy
RomanceReencarnada en una novela donde su personaje favorito respira y vive. Se decía era la más bella del continente, la joya más preciada por el Emperador, la reina de los círculos sociales... La bomba de tiempo de Winchester. ¡Se convirtió en la Princes...