La Princesa otaku trabaja duro hoy

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Sirius no sabía dónde poner sus ojos, así que siguió evitando la mirada de Agnes.

El vestido morado claro de Agnes no era demasiado revelador, pero el escote estaba diseñado para ser un poco bajo. Entonces, además de su elegante encanto, también irradiaba una sensación de inocencia.

Una mujer inocente y tierna... Era la imagen del tipo ideal de Sirius.

La Agnes de antes tenía un estilo tan extravagante que Sirius no tenía idea de que era una mujer que pudiera irradiar este tipo de atmósfera. Además, el dulce aroma a flores que había olido por primera vez en su vida le hizo casi desmayar.

Había olido muchos perfumes de mujer, pero era la primera vez que sentía uno así.

El estrecho carruaje le parecía una dulce prisión a Sirius.

Sirius miró fijamente la ventana como si tuviera la garganta bloqueada, luego reunió el coraje para mirar a Agnes.

Mirando más de cerca, Agnes estaba realmente... Tan hermosa que incluso la persona caballerosa que era se sentía tentado a sentirse insidioso.

Presumiendo tanta madurez con una cara tan inocente...

En ese momento, Agnes, que estaba mirando por la ventana, también giró su mirada para mirar a Sirius.

Los ojos de ambos se encontraron en el aire.

El corazón de Sirius se estremeció, como alguien que fue sorprendido haciendo algo malo.

Agnes, que desconocía por completo los pensamientos de Sirius, habló inocentemente.

—Gracias por ser mi acompañante, estaba en problemas.

Sin poder creer que la arrogante y orgullosa Princesa le dijera esas palabras, Sirius se aclaró ruidosamente la garganta.

—De nada. Más bien, me siento honrado. Gracias a la Princesa, hoy seré el hombre más brillante del Palacio Imperial.

Agnes quedó internamente impresionada por las expertas palabras de Sirius.

«Vaya, realmente es un playboy.»

Como era de esperar, Sirius fue elocuente, tal vez porque tuvo romances con muchas mujeres.

El carruaje con las dos personas llegó frente al Salón de Cristal.

Agnes, escoltada por Sirius, caminó hacia la puerta cerrada.

Dentro del salón, un sirviente anunció en voz alta la llegada de la Princesa.

Cuando ambos entraron lentamente, los ojos de innumerables personas que ya habían llegado se deslizaron hacia ellos.

—Oh, pensé que terminaría asistiendo sola...

—Entonces, ¿realmente se terminó todo con Sir Spencer?

—La Princesa se ve muy hermosa hoy.

Cada persona miró a la Princesa Agnes mientras conversaba con las personas que estaban a su lado.

El hombre que apareció con ella hoy no era otro más que Sirius Melville.

Siendo el conocido playboy de la sociedad y Princesa bomba de tiempo, las personas estaban ocupadas hablando de la inimaginable combinación.

Sirius estaba feliz de tener los ojos de la gente enfocados en él.

En primer lugar, era un hombre que disfrutaba de la atención de los demás.

Los ojos de las damas nobles lo miraban con tristeza y ansiedad, y los ojos de los hombres estaban llenos de celos.

Sirius sintió que su estado de ánimo se elevaba al sentir el éxtasis por esas miradas.