Kaylo no podía desafiar la orden del Emperador.
El poder imperial de la era actual era incomparable y sin precedentes, y Kaylo era un joven ambicioso que quería de alguna manera ganarse la atención del Emperador para obtener poder.
Sin la oportunidad de ahora llamara la atención del Emperador... podría vengarse de su madrastra y hermanastros, que lo atacaron en todo momento, e incluso de aquellos que lo ignoraron.
¿Y si, en el proceso, tenía suerte y recibía un título? Podría ser testigo del precioso espectáculo de todos aquellos desgraciados que lo menospreciaron. Tenía especial curiosidad por la expresión de Raymond Spencer, aquel tipo noble.
Kaylo podía hacer cualquier cosa con tal de complacer al Emperador. Incluso si esto significara atormentar a una joven vulnerable y hacerla llorar. Por supuesto, no le gustaba hacerlo, pero quería ver asustada al menos una vez a la siempre feroz y arrogante Agnes
«¿Es de muy mal gusto?»
Un lado e la boca de Kaylo se levantó al imaginarse a Agnes llorando de miedo.
—¿No es la zona A-15 bastante peligrosa? ¿No nos lanzará bombas incendiarias por enfado si se lastima? Esa Princesa era una enorme molestia incluso en los Caballeros Blancos —preguntó Jeremy a su superior.
Kaylo no se molestó en decirle a Jeremy que era una zona segura donde la examinación hacía sido terminada. De todos modos, la Princesa volvería asustada y sin ninguna herida.
Sería una suerte que pudiera llegar a la zona A-15 en primer lugar. Tal vez llegue a medio camino y luego se regrese.
—No te preocupes por eso y simplemente vete.
—... Entiendo.
Ante las frías palabras de su jefe, Jeremy se dio la vuelta pensando que todo estaría bien si Kaylo iba tan lejos.
Kaylo avanzó tras a Jeremy y salió del edificio de los caballeros.
En las escaleras frente al final del pasillo donde tuvo lugar la conversación, un hombre frunció el ceño después de escuchar a los dos hombres mientras contenía la respiración.
«¿Cómo puede estar pasando esto...?»
Era Sirius Melville, un apuesto hombre de cabello rubio brillante con uniforme de Caballero Blanco.
Dicho en palabras de Diana, Sirius Melville era un hombre que no soportaba ver a una mujer en peligro, sin importar quién fuera. De hecho, así era. Sirius coqueteaba con todas las damas nobles de la ciudad en nombre de la caballerosidad.
Para decirlo en el buen sentido, tenía buenos modales, pero para decirlo en el mal sentido, era un playboy loco por las mujeres.
Sirius parpadeó y evaluó la situación.
«Entonces, ¿envió a la Princesa Agnes a patrullar sola el área A-15? Kaylo Gray, ¿estás realmente loco?»
Kaylo Gray era capaz de dar tal orden. Para empezar, los Caballeros Negros estaban llenos de locos, y Kaylo era el lunático más grande entre ellos.
Un tipo repugnante que disfrutaba la guerra contra los demonios como si fuera una fiesta de matanza... Un tipo que se reía de buena gana a pesar de que la mayoría de sus subordinados murieron o fueron llevados a prisión.
«¿En qué demonios estaba pensando Su Majestad el Emperador al enviar a la Princesa a un tipo así...?»
No importa cuántos errores cometiera, seguía siendo una Princesa.
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La Princesa otaku trabaja duro hoy
RomanceReencarnada en una novela donde su personaje favorito respira y vive. Se decía era la más bella del continente, la joya más preciada por el Emperador, la reina de los círculos sociales... La bomba de tiempo de Winchester. ¡Se convirtió en la Princes...