🪷 Capítulo 74 🪷

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Kaylo se esforzó por no pensar en los acontecimientos de ese día. Afortunadamente, un sirviente llegó a traer el té justo a tiempo.

Intentó centrar su atención en los elegantes utensilios y postres dispuestos elegantemente sobre la mesa.

Agnes tomó un sorbo de té de una bonita taza de té y habló.

—Huele muy bien, ¿verdad? En realidad, no disfruto mucho el té, pero es agradable beberlo con Sir Gray.

—... Sí.

La única respuesta que pudo dar fue esa.

Kaylo sintió que sería más fácil lidiar con la Princesa que lo ignoraba y lo trataba mal en lugar de tratar con la Princesa actual, quien sonreía alegremente cada vez que hacían contacto visual y hablaba con tanta dulzura que hacía que sus oídos se derritieran.

Kaylo permaneció congelado durante toda la conversación, como si hubiera olvidado cómo hablar. Aunque su actitud pudo haber sido desagradable, la Princesa no prestó atención a eso y continuó hablando con él.

Tras un tiempo, Kaylo llegó a una conclusión.

«La Princesa debió sufrir una grave lesión en la cabeza en el accidente de ayer.»

¿Podría ser que no solo perdió los recuerdos sobre Raymond Spencer, sino que también perdió los recuerdos de odiar a Kaylo? ¿O tal vez la personalidad misma haya cambiado?

Al ver la apariencia excesivamente amable de la Princesa, Kaylo pudo entender perfectamente por qué los sirvientes tenían miedo.

No estaba tan familiarizado con la amabilidad y alegría que le costaba creer que estuviera dirigida a él.

Ya sea que supiera o no lo que él estaba pensando, la Princesa bebió tranquilamente su té y habló.

—El médico del Palacio indicó que una caminata ligera será muy útil para la recuperación.

—... Ya veo.

—Entonces, ¿por qué no damos un paseo juntos después del té? Escuché que hay hermosas flores floreciendo en el jardín y quiero verlas en persona.

—Por supuesto. Seguiré sus órdenes...

Yo la cuidaré.

Debería haber terminado su oración, pero Kaylo hizo una pausa, incapaz de terminarla porque volvió a hacer contacto visual con Agnes. Por alguna razón no podía moverse.

¿Es porque Agnes, inclinándose cerca de él, lo mira persistentemente a los ojos? Los breves segundos parecieron particularmente largos.

Fue la suave voz de Agnes la que rompió el silencio.

—¿Sabes qué, Sir Gray? Tus ojos son realmente bonitos.

Kaylo casi hizo la grosería de escupir el té que tenía en la boca, pero después de apenas tragar el té, giró la cabeza y tosió levemente.

Agnes tomó un sorbo de té mientras miraba la escena como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.

Kaylo estaba convencido de que Agnes estaba loca.

«¿Eres consciente de lo que estás diciendo?»

Era algo que nunca antes había escuchado en su vida.

¿Sus ojos son hermosos...? ¿No se dañó la vista de la Princesa Agnes cuando regresó de entre los muertos?

—Cuando termines de beber, ¿vamos a caminar?

La Princesa otaku trabaja duro hoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora