El Príncipe Heredero Demian, al darse cuenta de lo que Raymond quería decir, negó con la cabeza.
—Para empezar, es diferente a nosotros. Esos dos, mmm... Nunca pensé en Sirius como compañero de Agnes —dijo cautelosamente Diana con expresión complicada—. ... No hay forma de que a la Princesa le guste, ¿verdad?
—Bueno, no es que no exista ninguna posibilidad, ¿verdad? Ahora que Agnes se ha rendido con Raymond... No es de extrañar que los hombres se interesen.
—...
—Aunque Sirius es un mujeriego, es un tipo guapo —dijo Demian con una sonrisa.
Parecía feliz incluso cuando vio el ceño de Raymond fruncido.
—Bueno, son todo lo contrario —respondió Diana, mirando a Raymond Spencer.
—Sí, es cierto. Tendré que considerar a Sirius Melville... Mmm, no hay manera de que continúe siendo un mujeriego hasta después de comprometerse, y como tiene buenos modales y una actitud astuta, podría ganarse el corazón de Agnes —añadió Demian con una actitud de que no le importaba si Raymond estaba presente o no.
—Supongo que sí. ¿Qué mujer no tendría miedo de acercarse con intenciones ocultas?
Diana estuvo de acuerdo con la opinión del Príncipe Heredero.
Si Sirius se convertía en el prometido de la Princesa, ninguna mujer se atreverá a mirarlo de forma indecente. Después de todo, si la molestaban, terminarían en grandes problemas.
Diana también tuvo la misma actitud de no prestarle atención a Raymond porque al igual que los demás también sabía que no estaba interesado en la Princesa.
Sin embargo, si alguien hubiera observado el rostro de Raymond ahora, aunque fuera por un segundo, podría haber notado los cambios sutiles.
Los músculos de su mandíbula cerrada se contrajeron violentamente, como si estuviera reprimiendo algo.
Raymond, que habló con los dos durante un rato más, finalmente dio una excusa y caminó hacia una terraza vacía. Sólo entonces su malestar pareció desaparecer con el frío viento de la noche.
—Hah...
Raymond se mordió el labio inferior mientras aflojaba ligeramente su apretada corbata.
«Mierda...»
Cuando cerró los ojos, le vino a la mente la imagen de la Princesa Agnes que vio antes.
De hecho, desde que se encontró con Agnes en la oficina del Príncipe Heredero no hace mucho, ha estado sufriendo pesadillas todas las noches. Para ser exactos, fueron sueños de cuando era joven.
Agnes lo seguía obstinadamente, y su madre lloraba tristemente culpando a su padre.
Casi al final del sueño, su madre y la Princesa se superpusieron, y seguidamente aparecía Agnes mirándolo con resentimiento y derramando lágrimas.
Agnes, que usaba un sencillo vestido violeta claro similar al que había usado su madre, lloraba tristemente.
Cuando Raymond despertó de su sueño, todo su cuerpo estaba mojado por sudor frío.
Hoy fue su segunda reunión desde ese día.
«Maldita sea.»
Agnes apareció hoy usando un vestido de color violeta claro.
Era mucho más llamativa y elegante que la última vez que la vio, pero incluso esa apariencia le recordaba a la de su madre.
Raymond se presionó la frente con las yemas de los dedos, sintiéndose irritado.
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La Princesa otaku trabaja duro hoy
RomanceReencarnada en una novela donde su personaje favorito respira y vive. Se decía era la más bella del continente, la joya más preciada por el Emperador, la reina de los círculos sociales... La bomba de tiempo de Winchester. ¡Se convirtió en la Princes...