Agnes suspiró y Daisy se la llevó a rastras. Sinceramente, no sabía por qué Daisy la estaba torturando.
«No hay manera de que Hugo Lothian escuche mis palabras...»
Bueno, parecía que Daisy estaba haciendo esto porque Agnes era la persona de mayor rango que conocía, y creía que podría hacer algo.
A lo lejos Agnes pudo ver la espalda de Hugo Lothian, quien estaba sentado tranquilamente en un banco.
«¿Por qué actúa así?»
Agnes quiso ir a golpearlo en la nuca de inmediato, pero se contuvo y se acercó a él.
De alguna manera tenía que evitar que Hugo Lothian fuera asignado a los Caballeros Negros.
Dependía del Príncipe Heredero decidir en primer lugar, pero... No quería ir a ver a Demian.
«Conociendo a Demian, lo usará como excusa para molestarme de nuevo.»
A cambio de no cambiar la afiliación de Hugo Lothian, podría pedirle que saliera con Raymond Spencer.
Entonces, la forma más sencilla de resolver la situación era hacer cambiar de opinión a Hugo Lothian de alguna manera.
Agnes caminó delante de él, sintiéndose orgullosa de sí misma por estar haciendo algo tan problemático por su amado favorito.
—Sir Lothian.
—¿...?
Hugo, sorprendido por la repentina voz, levantó la cabeza. Parecía confundido en cuanto a por qué la Princesa estaba en su casa.
—¿Princesa...?
Parecía sorprendido de que alguien con quien ni siquiera era cercano hubiera llegado a visitarlo.
Agnes suspiró suavemente y luego habló.
—La señorita Lothian vino a pedirme que lo persuadiera.
—... Daisy, esa niña...
—Escuché que de repente declaró que cambiaría de afiliación. ¿Qué pasó? —preguntó Agnes con la mayor calma posible.
Hugo Lothian vaciló con expresión perpleja ante la pregunta inesperadamente amable.
Agnes se sentó con cuidado a su lado.
—No sé qué pasó, pero de repente decidió transferir su afiliación a los Caballeros Negros...
«¿No sabes que los Caballeros Negros son bastante formidables? ¿Acaso quieres morir?»
Agnes luchó por tragar las palabras que subieron por su garganta, pero de repente los hombros de Hugo Lothian empezaron a temblar.
Tras ver que estaba llorando, Agnes miró confundida hacia atrás. Vio a Daisy mirándola desde lejos y a Kaylo parado detrás de ella.
Agnes señaló a Hugo y se encogió de hombros, indicando que no sabía por qué lloraba. Entonces Daisy hizo gestos indescifrables con las manos mientras murmuraba algo.
«No entiendo... Hah, me volveré loca...»
Agnes no tuvo más remedio que volver a mirar a Hugo.
—Oye, Sir Lothian, no sé qué pas-...
—N-Nunca pensé que la Santa sería ese tipo de persona... No lo sabía...
—...
Después de todo, fue una pelea.
«Las peleas de amor son muy escandalosas...»
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La Princesa otaku trabaja duro hoy
RomanceReencarnada en una novela donde su personaje favorito respira y vive. Se decía era la más bella del continente, la joya más preciada por el Emperador, la reina de los círculos sociales... La bomba de tiempo de Winchester. ¡Se convirtió en la Princes...