Capítulo 110. Jamie Sawyer

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Se suponía que sería una noche tranquila en casa después de una reunión importante con un nuevo cliente, pero los planes cambiaron cuando fuimos convocados a la casa de los Kavanagh en Bellevue.

—Mamá solo dijo que había noticias importantes, ¿Sabes algo? —giro la cabeza para mirar a Phoebe en el asiento del copiloto.

Deja de morderse la uña para mirarme.

—No exactamente. Aparentemente la tía Leila solo dijo que todos deberíamos estar ahí para la cena.

Bueno, carajo. Odio las sorpresas.

Sigo conduciendo hasta llegar al residencial y me detengo en la acera para que los demás puedan estacionar en la entrada. Phoebe, Marcie y Reynolds bajan de mi camioneta.

Mi hermana frunce las cejas.

—¿No es ese el auto de los Grey?

—Si. Y la camioneta de papá. —señalo.

Por lo que parece, será una gran cena para la familia. Y lo compruebo cuando otro auto estaciona detrás de mi y de él bajan Ted, su novia Jenny y Abernathy.

¿Abernathy? Mi ceño se frunce porque él no es familia. Todavía. Dios sabe que lo ha intentado demasiado.

Ted se baja y apoya su mano en mi hombro.

—¿Sabes algo de esto?

—No. —digo mientras la chica de Ted se acerca a Phoebe y entrelazan sus brazos—. En este punto solo estoy suponiendo que olvidamos alguna fecha importante de los viejos.

¿El cumpleaños del tío Ethan? ¿Algún tipo de aniversario del departamento de detectives o su graduación de la academia?

Todos vamos por el camino y la puerta se abre antes de que lleguemos, la cara de preocupación del señor Grey nos recibe y por lo que sé, está sospechando igual que nosotros.

—Pasen rápido, Leila está muy ansiosa.

Todos caminan dentro pero yo me detengo para hablarle.

—¿Alguien sabe lo que está pasando?

Mi suegro frunce las cejas.

—No lo creo, pero conociendo a Leila e Ethan, debe ser algo realmente importante.

Mierda, ¿Cómo qué? ¿Algo pasó con Liam?

Le lanzo un vistazo a mi esposa que ya está saludando a su madre, pero no parece preocupada, solo ansiosa. El señor Grey y yo somos los últimos en entrar al comedor de los Kavanagh.

—Hola a todos, gracias por venir. —la tía Leila sonríe y señala las sillas libres—. Por favor tomen asiento.

Nos acomodamos alrededor de la mesa pero nadie se sienta todavía porque el tío Ethan nos pasa a todos bonitas copas de cristal en lo que parece un elegante brindis.

—Hoy queremos celebrar con todos ustedes una gran noticia. —el orgullo gotea de su voz—. Nuestro querido Liam está de vuelta.

¿Qué?

Todos giramos hacia los pasos que se acercan y entran en el comedor, el pequeño Liam Kavanagh entra luciendo un traje oscuro a la medida, aunque ya no es pequeño y mucho menos el niño que recordaba. Pasó de ser pequeño y delgado a ser alto y fornido, una consecuencia de sus días en el ejército.

Escucho algunos jadeos sorprendidos antes de que las madres se acerquen a él con brazos extendidos.

—¡Liam! ¡Dios mío, estás aquí! —la señora Grey es la primera.

Nosotros (Mío #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora