CAPITULO 16 - PERDIDA

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Thomas se quedó hablando en el despacho con su hermana Ada. Debía informarla de todo lo sucedido en los últimos meses, ya que no habían coincidido demasiado; y si lo habían hecho, no habían hablado de gran cosa.

Le contó el contacto de Jonas Müller, le habló sobre su informador en Inglaterra, sobre sus encuentros con Caroline, y sobre todo lo que había estado sucediendo hasta el momento. Su plan para vengarse de Mosley...

Ada le informó de las últimas noticias que corrían en el ámbito político, y de sus intervenciones en las reuniones con otros líderes de otros partidos. También aprovecharon para hablar un poco sobre su vida personal y la familia.

-¿Y si es ella Thomas? La que filtra la información...-preguntó Ada desconfiando.
-No me da esa impresión...-contestó sin dudar.
-¿Y qué impresión te da?-preguntó Ada con un tono juguetón.
-No vayas por ese camino, nuestra relación es puramente profesional...-contestó Thomas sin poder evitar sonreír.
-Es esa sonrisa Thomas...te delata...-apuntó Ada.
-No digas tonterías...-dijo sin poder evitar sonreír de nuevo.
-No te he visto sonreír en meses, Tommy...desde que se fue Lizzie no has...-comenzó a decir, pero Thomas cambió la sonrisa por un ceño fruncido y una mirada de enfado.
-Olvídate de Lizzie, está mejor sin mí...sin nosotros...-dijo sacando un cigarro y poniéndoselo en la boca.
-¿Y tu hijo, Thomas? ¿No merece saber que su padre sigue aquí y sigue queriéndole?-le preguntó.

Thomas expulsó el humo del cigarrillo de golpe, exasperado por el abordaje de su hermana.

-Está mejor con Lizzie...ella es una buena mujer...una buena madre...-dijo mirando al techo, como si así pudiera evitar el tema de conversación.
-Y tú puedes ser un buen hombre...y un buen padre...-observó Ada.

Thomas soltó una sonora carcajada.

-Ambos sabemos que no. Soy un despojo Ada, mírame, sólo tengo cabeza para... ¿Qué? Negocios ilegales...-dijo señalando los libros de cuentas-...para apuestas, para peleas, organizar asesinatos...-tomó otra calada, y se llevó una de las manos a la cabeza, masajeándose la frente.
-Contacta con Lizzie, podéis arreglarlo...-sugirió Ada.
-Es demasiado tarde...nuestro hogar está destrozado...y también nuestra familia...-dijo con la mirada perdida.
-Sé que lo de Ruby fue duro...-comenzó a decir, y notó la mirada de Thomas clavarse sobre ella como mil espadas-...pero podéis seguir siendo una familia...-continuó.
-Ada, eres experta en darme dolores de cabeza...-rió Thomas, queriendo suavizar el momento.
-Si fueras a por Lizzie...si la buscaras...ella regresaría contigo...-opinó Ada.
-No, no lo haría.-dijo Thomas muy seguro.
-Sí que lo haría...las mujeres somos así de estúpidas...-bromeó Ada.
-¿Y a dónde regresaría? ¿A un montón de ruinas? Volé mi casa por los aires gracias al jodido Mosley...-dijo abatido.
-Olvídate de Mosley...-le pidió su hermana.
-No puedo...-contestó Thomas con inmediatez.
-Olvídate de tu venganza...-insistió.
-No puedo Ada...-volvió a contestar, soltando un bufido-...soy así...no soy un marido, soy un asesino...-continuó.
-¿Y dónde vives ahora?-preguntó Ada con curiosidad, intentando desviar un poco el foco de la conversación.
-¿Una pequeña casa en el campo? ¿Con un establo para mis caballos y algo de sitio para mi coche? No es a lo que tenía acostumbrada a Lizzie...-argumentó escéptico de que Lizzie aceptara algo así.
-A las mujeres no nos importa dónde vivir, si somos amadas...-le explicó Ada.
-Merece algo mejor...-dijo Thomas abatido, recostándose nuevamente sobre el sillón.
-Probablemente...-contestó Ada sin dudar-.Pero tú mereces no estar solo...y ser feliz...piénsalo...-dijo poniéndose en pie para irse.

Thomas la acompañó a la puerta y se despidieron nuevamente. Ada se despidió también de Arthur y los demás.

Thomas regresó al despacho y se sentó en el sillón tras el escritorio, puso los pies sobre la mesa y se recostó una vez más. Le dio una calada más al cigarrillo que había dejado sobre el borde del cenicero, y expulsó el humo lentamente, observando su silueta contornearse delante de su cara. Recordó a Lizzie por un momento, no sabía nada de ella desde hacía tanto tiempo...desde el día en que ella y su hijo lo abandonaron. ¿Quizás su hermana tenía razón? ¿Quizás debería intentar encontrarla y olvidarse de todo lo demás?

Un Amor NocivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora