Un Amor Nocivo

CAPÍTULO 43 - LA REALIDAD

-¡Caroline! ¡SUBE AL PUTO COCHE! ¡AHORA! ¡ES UNA ORDEN!-los gritos de Robert la hicieron volver a la realidad. Y con todo el dolor de su corazón se giró y subió al coche con Robert, que salió de allí a toda velocidad.

Ese era el plan. La idea inicial. El final esperado era regresar con Robert, o lo que es lo mismo, la policia, a Londres. Había hecho lo que se suponía tenía que hacer, y aún así le había costado horrores hacerlo. Sabía que iba a resultarle difícil, pero no tanto.

Caroline respiraba aceleradamente, aún nerviosa. Miró por la ventanilla por un segundo antes de fijar su mirada hacia el frente una vez más. No miraba nada en concreto, pues tenía la mirada perdida. No se quitaba de la cabeza la cara de Thomas. La cara de sorpresa y decepción al verla subir al coche con Robert. ¿Realmente no sospechaba en absoluto de ella? ¿Tan afectado estaba como parecía? Su corazón latía con fuerza, con ganas de regresar atrás en el tiempo y subirse al otro coche...de tomar la mano de Thomas y huir con él...

-¿Qué cojones ha sido eso, Smith?-le preguntó Robert, y fue entonces cuando ella regresó de las nubes.
-¿El qué?-preguntó haciéndose la tonta.
-¿Has dudado si subirte al coche de ese pordiosero Peaky Blinder?-le preguntó enfadado.
-¡¿Qué?! No....en absoluto....-dijo.
-¿Hay algo entre vosotros que yo deba saber?-preguntó Robert insistente.
-¿Cómo dices? ¡Pero qué disparate!-dijo ella actuando como si Robert hubiera dicho la mayor tontería posible; pero no hizo más que terminar de decir aquello cuando él comenzó a gritarle a escasos centímetros de su cara.
-¡No mientas! ¡Os vi Carol! ¡Llegué a Birmingham y cuando fui a buscarte te vi por la puta ventana! ¡Vi como os besábais!-le dijo.

Carol quedó sin palabras. No tenía ni idea de que Robert pudiera estar al tanto o de que pudiera haberlos visto.

-Esperé y esperé, y no salió de tu alojamiento en toda la noche...-añadió.
-Formaba parte de la tapadera...-dijo como defensa, aunque pareciera que estuviera burlándose de él. Y probablemente, así fuera.
-¡Y una mierda! ¿Crees que no noté cómo os mirábais? Ese desgraciado va a acabar entre rejas...ese....puto despojo...-dijo sin ocultar su marcado desagrado hacia Thomas.
-Él es más hombre de lo que tú lo serás nunca...-murmuró ella. Era lo que pensaba y sin darse cuenta aquellas palabras salieron por su boca. Acto seguido recibió una bofetada de su contrario.

Se llevó la mano a la mejilla, perpleja de que aquello realmente hubiera pasado. Unas lágrimas acudieron a sus ojos. El conductor del vehículo y el copiloto se reacomodaron en sus asientos, sintiéndose notablemente incómodos.

Caroline sabía que Robert no la amaba, sabía que la utilizaba, sabía que no se interesaba demasiado por ella...pero esto, era demasiado. Jamás pensó que pudiera llegar a hacerle daño de forma directa.

-Me reafirmo en mis palabras...Thomas jamás me golpearía así. Eres un desgraciado...-le dijo sin pelos en la lengua.
-No volverás a ver a ese malnacido...me encargaré de él personalmente...-dijo Robert mostrando especial saña contra Thomas.
-¿Así trabajas? ¿Así es el honorable cuerpo de policía de Londres? ¿O eres sólo tú?-preguntó ella queriendo hacerle ver que aquello estaba mal.
-Tenemos una misión, y vamos a cumplirla cueste lo que cueste...-declaró Robert.
-¿El fin justifica los medios? ¿Por eso te dio igual que me violara Jonas?-preguntó, y Robert se incomodó, ya que no estaban solos.
-Caroline, cálmate, ya hablaremos de esto más tarde....-quiso callarla para que no dijera nada más delante de aquellos dos jóvenes oficiales.
-Quiero bajarme del coche...-dijo ella pausadamente.
-Caroline, ¿A dónde vas a ir? Probablemente Jonas intente matarte, y también Thomas... ¿Qué pasa con esas notas de amenazas? ¿Ya te has olvidado de ellas?-trató de asustarla para que no se fuera.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó pensativa.
-Bueno, después de encararlo...dudo que Jonas siga confiando en...-comenzó a explicarse pero Caroline lo interrumpió.
-No...¿Cómo sabes lo de las notas?-preguntó confusa.
-Me lo dirías en alguna de tus llamadas...-respondió él intentando quitarle importancia a aquello.
-No. No recuerdo habértelo mencionado...-le dijo.