CAPITULO 21 - MARCADA

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***Nota de la autora: antes de comenzar, quiero advertir que en este capítulo se describen escenas explícitas de abuso, violación y maltrato físico. Aunque la historia está clasificada como "madura" sólo quería también aquí avisar a los lectores de lo que van a encontrar. Sin más, os dejo el capítulo.

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Caroline continuó en la fiesta, esperando a que Jonas terminara su negociación con el señor Williams. Hubiera deseado poder estar allí dentro y escucharlo todo, así al terminar hubiera conducido en su coche directa de vuelta a Birmingham. Había tenido mala suerte. Que Thomas le hubiera conseguido entrada a aquella fiesta había sido un milagro y una condena. Si él no la hubiera seguido hasta aquel despacho...

"Nada de esto habría pasado..." pensó. Y volvió a recordar lo que ocurrió entre aquellas cuatro paredes. Y en concreto, contra una de ellas... veía en su mente el rostro de Thomas claro como si lo tuviera delante, recordaba aquella mirada, sus ojos azules e hipnóticos. El simple hecho de recordar aquel momento hacía que se le acelerara el pulso.

Pasó un camarero y cogió una copa más de champagne. Necesitaba sacarse a Thomas de la cabeza, y sobretodo, quería nublar su mente lo suficiente como para no pasarlo demasiado mal en compañía de Jonas.

Éste se acercó poco después, y la agarró por el brazo.

-Ya podemos irnos...-dijo sin dar más explicaciones.

Caroline comenzó a caminar hacia la puerta, con el corazón en un puño. Seguía con el pulso acelerado pero esta vez, por un motivo muy diferente.

Salieron de allí y Jonas la forzó a entrar en su vehículo. No se resistió demasiado, para que no le hiciera daño. Igualmente tenía que ir con él, y conocer los detalles de la negociación para poder informar a Robert cuanto antes, que seguía en Londres esperando noticias.

El trayecto en coche fue tranquilo, ninguno de los dos dijo nada. Fred iba al volante, y ellos en los asientos de atrás. Caroline intentaba evitar su mirada, así que se limitó a observar la oscuridad a través de la ventanilla del coche...hasta que notó una mano sobre su rodilla. El simple hecho de notar contacto directo con él le producían arcadas, pero se limitó a seguir observando el paisaje nocturno...intentando dejar su mente también en negro absoluto, tan negro como el manto de la noche, y no pensar en en lo que ocurriría esa noche. Había aprendido que era lo mejor que podía hacer en esas circunstancias.

Llegaron a un hotel de Liverpool, no muy alejado de la mansión de los Williams. Al menos el trayecto, fue corto; lo que se le haría eterno serían las próximas horas. Bajaron del coche y entraron al hotel.

Jonas abrió la puerta y dejó pasar a Caroline primero, con un gesto de la mano, ofreciendo su lado más caballeroso (si es que lo tenía en lo más mínimo). Caroline caminó al interior de la habitación y escuchó a sus espaldas cómo se cerraba la puerta. Era ese sonido el que daba comienzo a su pesadilla. Se giró con valor a verle la cara a Jonas, no quiso seguir dándole la espalda...y antes de poder si quiera terminar de girar esos ciento ochenta grados, notó un fuerte golpe en su mejilla. Se llevó la mano a la cara de forma inmediata, toda la sangre de su cuerpo acudió al rostro, que se encendió como una chimenea. No gritó, no se quejó, no emitió ni un sonido. Aquello más bien, le había pillado por sorpresa. Se quitó la mano de la cara aguantando el dolor y miró a Jonas, que la miraba con enfado. Era una bestia, lo tenía claro, pero no había imaginado que además del abuso sexual y puramente físico, iba a tener que soportar esa clase de golpes.

Lo siguiente que supo es que la mano de Jonas se acercó a ella. Su fuerte brazo se extendió hasta dar alcance a su cuello. La empujó contra la pared del fondo, unos metros atrás...y empezó a apretarle el cuello con sus dedos, asfixiandola. Carol puso sus manos sobre la de Jonas, pero ni siquiera usando ambas pudo aflojar en lo más mínimo el agarre fuerte de su mano...él era mucho más fuerte que ella...

Un Amor NocivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora