Un Amor Nocivo

CAPITULO 20 - DESASTRE

Caroline se mezcló entre la gente. Como bien le había dicho a Thomas, si Fred andaba por allí, entonces Jonas debía estar cerca. Lo buscó entre la gente pero no daba con él. Pasó un camarero con una bandeja de champagne, y agarró una copa con decisión. Se la llevó a los labios y disfrutó del burbujeante sabor en su boca al mismo tiempo que oteaba a su alrededor queriendo encontrar a Jonas y al señor Williams, que también parecía haber desaparecido del mapa.

Saboreó el champagne, y la imagen de los labios de Thomas le vinieron a la mente, se recreó recordando el momento, y antes de darse cuenta había vuelto a respirar de forma descontrolada. Vació el contenido de la copa de champagne en su boca al completo, y localizó a otro camarero para coger otra copa nueva. Fue entonces cuando vio a Jonas hablando con Fred. Se acercó al tiempo que le daba otro sorbo al champagne, iba a necesitar un poco de alcohol en el cuerpo...

-Jonas, al fin te encuentro...-exclamó con una sonrisa y se acercó a él para saludarlo.

Quedó un poco descolocada al mirarlo a la cara y comprobar que su expresión era de enfado. Miró a Fred y después volvió a mirar a Jonas, y en seguida supo que ya estaba al tanto del incidente en la habitación de la segunda planta. No sabía con seguridad cómo iba a reaccionar, pero conociéndolo no había que imaginar demasiado.

-¿Te diviertes?-preguntó Jonas.
-No mucho, la verdad...no me gustan demasiado este tipo de fiestas...-contestó intentando suavizar su expresión por medio de su sonrisa y sus palabras.
-El señor Williams me espera, quédate aquí...después iremos a mi hotel y allí te contaré las novedades...-comentó Jonas de forma agria.

Fred soltó una risita, porque sabía tan bien como Caroline que no sería simplemente eso...Caroline se permitió echarle una mirada asesina a Fred, quien dejó de reír de inmediato. Se tornó a hablar nuevamente con Jonas...

-Pensaba que yo te acompañaría en esta reunión...-dijo Carol sorprendida.
-No, no es necesario...yo me entenderé con el señor Williams.-le contestó Jonas.
-Pero...somos socios y yo conseguí la invitación a esta fiesta...estamos aquí gracias a mí...-respondió Caroline envalentonada.
-En realidad, el Señor Shelby nos consiguió la entrada...a lo mejor debería agradecérselo a él en vez de a tí...-dijo menospreciando a Carol.
-Pero, me encantaría estar presente...como oyente...prometo no intervenir, mantendré la boca cerrada...-Carol insistió pero parecía que aquel barco ya había zarpado.
-¡Basta!-dijo Jonas alzando la voz; y Caroline quedó enmudecida-.Ya te he dicho que esperarás aquí hasta que vuelva...-sentenció-. Después hablaremos tú y yo en privado...-dijo con una carcajada.

Caroline tragó saliva con dificultad, ya sabía lo que le esperaba en su próxima "reunión" con Jonas. Sólo esperaba que la informara de su acuerdo con el señor Williams, o todo aquello no habría valido para nada.

-Oh, aquí estás Carol...te había perdido de vista...-dijo Thomas acercándose a ellos, sin saber lo que estaba ocurriendo.

Carol volvió a tragar saliva, los ojos se le abrieron como platos ¿Qué diablos estaba haciendo Thomas? Aquello estaba yendo de mal en peor, el plan ya no era plan...era un completo desastre.
No le dio tiempo a articular palabra cuando Thomas mismo se presentó a Jonas.

-Usted debe ser el señor Müller....Thomas Shelby, un placer...-dijo teniéndole la mano.

Jonas miró la mano de Thomas, que quedó en completa soledad en mitad de la nada. Jonas no hizo por responderle al gesto, y lo miró a la cara con ira en los ojos.

-Así que usted es el famoso Thomas Shelby...-dijo Jonas dando un paso al frente e ignorando por completo la mano de Thomas.

De cerca se apreciaba la diferencia de tamaño entre uno y otro. Thomas no era bajo, pero aún así Jonas le sacaba una cabeza, y le doblaba en volumen muscular. Caroline no pudo evitar fijarse. Aún así, Thomas no retrocedió ni un centímetro. Carol los observaba como quien observa a un caimán a punto de atacar...sólo que no estaba segura de quien de los dos era el caimán enloquecido...