CAPITULO 51 - LA PIPA DE LA PAZ

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Caroline sonrió por no saber qué otra cosa hacer, estaba nerviosa; y Thomas parecía querer darle un puñetazo y tumbarlo allí mismo. Pero no era estúpido. Mosley iba escoltado por varios hombres, sería empezar algo que no acabaría bien.

-Tenemos que irnos...si nos disculpas...-se despidió Thomas saliendo de allí al borde de un ataque de ira que supo disimular muy bien.

Pero aquella tetera a punto de ebullición llegó a su límite una vez estuvieron en la calle y se subieron al coche.

-¿Qué coño ha sido eso?-preguntó mientras su enfado efervescia a cada minuto.

Caroline se sentó en el coche en silencio, iba a ser un regreso a casa algo incómodo....

Thomas agarraba el volante del coche con fuerza mientras conducía a gran velocidad. Su mirada al frente, por no querer mirar a Caroline. A veces, resoplaba o farfullaba algo ininteligible y giraba la cabeza hacia su lado del coche, como si estuviera mirando algo por la ventanilla. Nada más lejos. Sólo intentaba no estallar a ojos de Caroline....aunque no lo estaba ocultando demasiado bien. Carol era muy consciente del descomunal enfado por el que estaba pasando Thomas; sólo esperaba que se le pasara pronto. Prefirió no decir nada y esperar hasta que él diera el primer paso...o en este caso, a que tuviera la primera palabra.

-Todavía no me has dicho qué coño ha sido eso...-dijo finalmente.
-Nada...coincidimos por casualidad cuando fui a asomarme al paddock...-le dijo ella de la forma más calmada posible.
-Por casualidad...-repitió Thomas sin dar crédito y volvió a desviar su mirada hacia su lado del coche- ¿De qué hablásteis?-volvió a preguntar pasados unos segundos.
-De nada importante...sólo de los caballos, de su apuesta...-dijo intentando sonar inocente.
-Lo ayudaste a elegir caballo ganador...-comentó Thomas.
-Sí...-respondió sin más, y sin saber por qué se sintió especialmente culpable por ello.
-Sé lo que intentas...-soltó Thomas y parecía ligeramente más calmado.
-No sé a qué te refieres...-dijo ella inocentemente, pero sabía perfectamente por qué Thomas le decía aquello.

No volvieron a cruzar ni una palabra hasta que llegaron a casa. Cruzaron el umbral de la puerta y Thomas cerró la puerta tras de sí. Aquel gesto había actuado como detonante final; era como si la puerta hubiera activado algún tipo de mecanismo oculto para ambos, pero sin saber por qué en el comfort del hogar, volvió a reavivarse la discusión.

-Por eso te vestiste así, ¿Verdad?-preguntó Thomas retomando la conversación.

Caroline se giró sin saber bien por dónde le venían los "tiros".

-Sabías que él estaría allí...me engañaste para que te llevara a la jodida carrera...-su volumen comenzó a subir progresivamente.
-No sabía que él estaría ahí, sólo pensé que estaría bien que fuéramos juntos...-dijo, pero estaba mintiendo. Sabía que Mosley estaría allí y quería encontrarse con él de forma deliberada...sólo que no podía admitirlo-. ¿Acaso no lo pasamos bien?-preguntó haciéndose la ofendida.
-Sí, lo pasamos bien...jodidamente bien... -dijo ahora con un tono irónico.

Caroline comenzó a sentir algo de rabia en su interior. No le gustaba ver la forma en que Thomas le gritaba.

-Era lo que querías, ¿No? Que fuera una maldita mujer florero...pues es justo lo que te di...-esta vez fue ella quien comenzó a elevar la voz.
-Yo no quiero que seas una mujer florero...-murmuró Thomas, ahora con un tono más calmado.
-¡Claro que sí, Tommy! No me dejas salir en horario de trabajo, no quieres que vaya sola...tengo que informarte de cada paso que doy, prefieres si me quedo en casa...y si te acompaño debo ir así vestida para que todos puedan ver otra más de las posesiones del Señor Shelby....-relató los hechos uno por uno.
-No digas tonterías Caroline....sabes que no es así...-esta vez Thomas estaba intentando llegar a ella, la cosa no paraba de empeorar.

Un Amor NocivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora