Cap. 21

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By Tom.

Nadie quería regresar al callejón, nos la estábamos pasando tan bien que la hora se nos había pasado volando...
Eran alrededor de las siete de la tarde y después de habernos pasado durante toda nuestra reconciliación con Bill en el agua, decidimos salirnos para prepararnos para regresar a Reeperbahn, Bill y Aline tenían que ir al bar y con Gerard y Penny los teníamos que acompañar, mientras que los demás debían tomar los turnos de vigilancia para que Black y Kam pudieran descansar.

Bill se envolvió en su toalla y se sentó en la arena para comer un sandwich, era lo único que comíamos últimamente, sandwiches a todas horas y ya me parecían asquerosos de tanto repetir el menú.

- ¿No vas a comer?

Me preguntó Bill con la boca llena...

- No, no tengo hambre...

Mentí, tenía más hambre que la mierda pero no quería decirle que no me apetecía comer los sandwiches de la Señora Zara...
Bill levantó los hombros con desinterés y siguió comiendo apresurado... Le ofreció a Aline qué comiera con él, y yo me quedé esperando a que el exceso de agua cayera de mi cuerpo para poder vestirme...
Los chicos tomaron sus cosas y comenzaron a llevarlas a la camioneta...

- ¡¡Miren lo qué me encontré!!

Con Bill y Aline nos dimos vuelta al mismo tiempo para observar a Gerard, venía caminando desde el roquerio junto a Penny y traía al rededor de su cuello un bulto peludo de color marrón, Gerard lo afirmaba desde  las patas y se apresuraba en llegar con nosotros...

- ¡¡Un Perrito!!

Gritaron Bill y Aline al mismo tiempo, se pusieron de pie exaltados y fueron corriendo a encontrarse con él...
Gerard lo bajó en la arena y de inmediato la bola de pelos comenzó a sacudirse, estaba empapado, el agua salpicó en todas las direcciones y cuando dejó de sacudirse se volvió completamente loco al resivir tanta atención de los chicos...

- ¡¡Es muy bonito!!

Dijo Bill entusiasmado y acariciandolo por todos lados...

- ¡¡Es apenas un cachorro!!

Dijo Aline en el mismo tono entusiasmado de Bill, cómo si nunca en sus vidas hubieran visto un perro...

- ¿De dónde lo sacaste?
Le pregunté entre los gritos y alaridos de los chicos...

- Del Río, alguien debió tirarlo o abandonarlo en el roquerio... Es muy pequeño cómo para haber bajado de tremenda altura por sí solo...
Ya estaba metido bien adentro así qué con Penny lo sacamos...

- ¡¡Qué bonito gesto Gerard!! ¡¡Gracias por ayudarlo!!

Y ahí iba otra vez, esa sensación que me removía hasta la última partícula de mi cuerpo y me hacía sentir profundamente celoso... ¡¡Qué bonito gesto Gerard!! ¡¡Gracias por ayudarlo!! ¿¡Le llevarás flores a Aline!? ¡¡Qué romántico!! ¡¡No niego qué es atractivo, pero no es mi tipo de hombre!! Bla, Bla, Bla!!... ¡¡Maldición!!... Y eso que no podía imitar su cara de gilipollas cuando lo miraba, porque su rostro era baboso y agilipollado...

- ¿Qué harás con él? Es muy pequeño, no puede quedarse solo, moriría de frío o de hambre, necesita un hogar...

Le dijo Bill mientras le acariciaba la barriga al peludo y éste se quedaba sumiso y se orinaba al sentir el contacto de su mano...

- Está muy asustado... Pobrecito...

Agregó Aline...

- Me lo llevaré... Es mío, yo me lo encontré...

Encadenados. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora