By Bill:
La facilidad con la que Tom me dejaba fuera de sus planes era jodidamente egoísta, estaba tan empeñado en mantenerme alejado del peligro, que no se daba cuenta que llegaba a ser inconsecuente con su actos. Me había dejado solo en un lugar qué según él, estaba libre de peligro, solo para no llevarme con él al Río y evitar que me viera expuesto en una pelea en el Elba si es que Ronnie, les había traicionado y tenían que pelear.
Me metí en la camioneta en el espacio del piloto obviamente sintiéndome encabronado, pero evitando chistar para que no fuera a regañarme otra vez, y sin mirarles, comencé a jugar con el radio transmisor en mis manos. La sintonia estaba un poco chicharrienta, asi que intente encontrar la precisión moviendo las perillas suavemente en las dos direcciones. Estaba tan concentrado haciéndolo, que me despreocupe de absolutamente todo a mi alrededor.
Después de varios minutos de intento frustrado con el maldito radio, me di por vencido y lo solté bufando para acomodar mi cuerpo sobre el asiento. Mire hacia delante por el parabrisas y vi a unos cuantos metros de distancia a un enorme perro de pelaje gris y alocado, escarbaba en un contenedor de basura intentando sacar una bolsa dando varios jalones con su hocico.
—¿Snuff?. —Dije para mí mismo, al encontrarle un parecido enorme con el cachorro que Gerard había rescatado del Río hace varios meses atrás. No tenía idea qué había pasado con aquel perrito después de que Tom y yo nos habíamos ido de Hamburgo, y había olvidado incluso preguntarselo a Gerard, asi que deduje qué Snuff probablemente andaba deambulando por las calles, y que incluso podría estar perdido.
Mire en todas las direcciones desde el interior del coche y al no ver a nadie cerca, me decidí a bajar para comprobar mi teoría.
Abrí la puerta del piloto dispuesto a bajarme y vi como el perro se volteó a verme medio asustado.—¿¡Snuff!?¿Eres tú?. —Le dije intentando comunicarme con él, fue entonces que el perro comenzó a mover su colita de un lado a otro y demostró sumisión bajando su cabeza y echándose al piso.
—¡Sí qué lo eres! ¡Snuff! ¡Ven aquí, pequeño!. —Comencé a acercarme mientras él me esperaba tendido en el piso y al llegar a su lado le ofrecí mi mano para que la olfteara, sin dudarlo Snuff me olfateo de manera desesperada y luego se puso de pie exaltado para luego brincar a mis brazos apoyando sus manitas en mi pecho.
—¡Diablos, estás enorme! ¿¡Qué haces por aquí, tú solito bebé!? ¿¡Estabas perdido!?. —Le revolví la enorme mata de pelo en su cabeza y Snuff intentó lamerme las manos y la cara para saborearme.
Le afirme con mis manos de los costados de su cabeza y lo mire a los ojos para ver cada detalle en él. Era idéntico a Snuff, tenía que ser él, no podía ser solo una coincidencia.—¡Ven conmigo, Snuff! ¡Gerard estará feliz de verte!. —Comencé a avanzar llamando su atención con mi mano, insitandole a seguirme y este obedeció y caminó detrás de mí hasta que llegamos a la camioneta. Le abrí la puerta trasera y le pedí que subiera, pero Snuff solo me observó medio confundido.
—¡Anda! ¡Sube ya!. —No lo hizo, así que me agache para acariciarlo un poco y luego lo tome de la cintura para cargarlo, Snuff se dejaba sin problema y después de usar casi toda mi fuerza para subirlo, logré meterlo a la camioneta y este se sacudió y dio dos ladridos demostrando su contento.
—¡Sshhh! No hagas ruido, Snuff, alguien puede oirnos.—Iba a cerrar la puerta para luego subirme en el asiento delantero, cuando oí el radio transmisor hacer un sonido chicharriento y lo busqué con la mirada sobre el asiento del piloto.
—¡¡Tom!! ¡¡Tom!! ¿¡Me oyes, Tom!? ¡¡Aquí, Kam!! ¡¡Aborten la misión!! ¡¡Repito, Aborten la misión!!. —El tono que Kam usaba para hablar, era bastante desesperado, y aunque el radio sonaba desintonizado pude darme cuenta que su llamado era urgente.
Cerré la puerta trasera para luego subirme rápidamente al espacio del chófer y tome el radio para contestarle a Kam.
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Encadenados.
FanfictionEl Misterio y la oscuridad eran las características que un joven poseía. En un mundo dónde la sociedad le rechazaba por su aspecto y tenía que lidiar con las burlas y las risas de las personas, Bill Kaulitz se alejaba de todos intentando ocultarse e...