By Tom:
La enorme masa de hombres comenzó a correr en nuestra dirección y fue cuando sentí que eso que tanto había temido, ocurriría. La bomba había explotado y nos tocaba pelear así tuviéramos pocas oportunidades de ganar.
Saque mi pistola rápidamente y le apunte a cualquiera que se me acercara o se le acercara a mis amigos, y después de 7 disparos consecutivos, en cabezas, estómagos y piernas, me quedé sin balas viendo como sus cuerpos se desplomaban mientras corrían. No tuve tiempo de recargar el arma y como acto reflejo me tiré al suelo evitando los disparos que intentaban matarme.
Rodeé por piso escabullendome entre la multitud y antes de que pudiera reaccionar, unas manos me sostuvieron desde la camiseta justo en el pecho. Con la navaja empuñada la alce para defenderme y éste, la esquivó.
—¡Detente, Tom!. —Me gritó para captar mi atención, después de echar su cuello para atrás evitando el filo de mi navaja.
—¿¡Tú!? ¡Hijo de perra, traidor!. —Le grite en la cara al reconocerle. Me apuntaba con su pistola y me dejaba pocas oportunidades de escapar, así que me quedé quieto al ver que no me disparaba.
—¡Sígueme la corriente!. —Dijo en un tono extraño y luego miró en todas sus direcciones de manera desesperada. No entendí qué mierda tramaba, por lo mismo no baje la guardia en ningún momento.
De pronto, se acercó hasta quedar lo más pegado a mi cara y con una actitud demasiado extraña, me habló en voz baja.—No voy a matarte... Nunca te traicione... No hay tiempo para explicartelo ahora, Pero estoy de tú lado, Tom... Muchos de aquí lo estamos. —Escuché cada palabra con extrema atención y dude si creerle o no a Ronnie.
—¡Demuéstramelo!. —Le exiji con voz tajante sin despegar mi mirada de la suya. No iba a fiarme tan fácilmente de él, después de lo que nis había ocurrido en El Elba por su culpa.
Sin dudarlo, Ronnie me soltó la camiseta y miró hacia nuestra derecha, observando como Andy se peleaba con un maldito puerco que lo ahorcaba, mientras él intentaba alcanzar a duras penas su navaja tirada en el asfalto a unos pocos centímetros de su mano.Ronnie, enderezo su postura para luego caminar en su dirección.
Mi amigo luchaba intentando poder respirar, y al mismo tiempo estiraba su brazo para alcanzar su arma, pero el sujeto comenzó a ejercer cada vez más presión sobre el cuello de Andy y mi amigo comenzaba a ponerse azul.Con el pie, Ronnie pateó la navaja en el suelo para que Andreas la alcanzara y sin dudarlo y con la poca fuerza que le quedaba, Andy la tomó, la empuño en su mano y se la clavó en el cuello al sujeto, perforandole la maldita yugular.
El hombre se quedó inmóvil con el impacto de la puñalada, mientras su sangre comenzó a salpicar de manera desproporcionada. Poco a poco soltó la presión sobre mi amigo, llevando sus manos hasta su propio cuello como acto reflejo. Se desangraba. Andy le empujó con sus rodillas para quitárselo de encima. El tipo se desplomó hacia un costado cayendo al asfalto como un saco de plomo.
Ronnie cruzó mirada con Andy y se hicieron una débil señal con los ojos, comprendiendo ambos, qué todos estábamos en el mismo equipo.Luego de eso, Ronnie se volteó a verme y me tendió la mano rápidamente para ayudarme a levantarme del suelo, evitando que algún hombre de Marcus nos descubriera.
—¿Cómo sabremos a cuáles debemos matar?. —Le pregunté mientras él seguía apuntandome con su pistola, fingiendo que me mataría.
—Lo sabrás... Así como lo supiste conmigo. —Respondió en códigos y yo asentí con la cabeza.
Sin duda alguna, Ronnie nos acababa de dar una oportunidad magnífica qué nosotros no desaprovechariamos.
Me escabulli entre la multitud y apoye mi espalda en el muro sin bajar la guardia, y Ronnie se quedó cerca mío observando todo a nuestro alrededor.
ESTÁS LEYENDO
Encadenados.
FanfictionEl Misterio y la oscuridad eran las características que un joven poseía. En un mundo dónde la sociedad le rechazaba por su aspecto y tenía que lidiar con las burlas y las risas de las personas, Bill Kaulitz se alejaba de todos intentando ocultarse e...