Capítulo 9.

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¡¡¡¡LOOO DIIIIII TOOODOOO BANDAAAAAA LOOO DIIIIII TOOODOOO EN ESTE CAPPPP!!!!!
¡¡¡SE VIENE INTENSO Y SE VIENE HOT!!!
¡¡¡¡QUE LO DISFRUTEN TODAS, MORBOSAS Y HORMONALES COMO YO!!!!

De Criptaz 🖤

By Tom:

Cuando regresamos al bar nos topamos a Kam y Andy saliendo de allí apresurados.

—¡¡Malditos de mierda!! ¡¡Ya íbamos por ustedes!! ¡¡Creímos qué les habían atrapado!!.—Dijo Andreas y se tiro a los brazos de Bill para demostrarle su preocupación.

—¿Qué tal se portó este muchacho? ¿Asesinaste a alguien? ¿Estuvo bueno tú debut?. —Rió de su propio comentario y cruzó su brazo por los hombros de Bill para caminar de su lado.

—Yo no asesine a nadie... Gerard y Tom lo hicieron. —comencé a contarle con detalle todo lo que había ocurrido en el Elba, pero Bill estaba tan asqueado de recordarlo qué simplemente se metió por la puerta para entrar al bar.
Black, Geo y Gustav se nos unieron y comenzamos a platicar mientras Bill subía las escaleras para ver el estado en que se encontraban sus dos pacientes, Arlen y Dante.

Dante era un hombre de unos cuarenta años, tenía el cabello oscuro y ondulado, vestía ropa sencilla y se le veía un buen tipo, no daba la impresión de ser conflictivo y desde que Bill lo atendía, se comportaba bastante agradecido con él.
Subí las escaleras dejando a los chicos abajo y vi a Sabela sentada sobre la madera del piso junto a Fátima y Kim. Las tres me observaron con atención al verme, pero Fátima se puso de pie para saludar con cortesía a Bill.

—Hola, Bill... Supe lo que hiciste por Arlen. Muchas gracia. —Le ofreció su mano y Bill la estrecho sin pensarselo demasiado.

—¡Sabela!... ¿Tienes alguna información que me sirva?. —Le dije obteniendo la atención de todas allí, y también la de Bill.
Sally estaba tomando una siesta a los pies del colchón mientras Arlen y Dante descansaban, despiertos pero aún muy delicados de salud.

—Sí... Fátima dice que Marcus aumento la seguridad por la plaza, ella acaba de pasar por ahí y vio a más de veinte sujetos cubriendo todo el área. Además, Supieron de la desaparecion de Dante, lo están buscando, Fátima llevo a su esposa y a sus dos hijas a casa para protegerlas, pero ya deben saber que tú tienes algo que ver con todo eso. —Sonreí al escucharla, era obvio que al vernos rondar Sankt Pauli se asustarían, ya que no habían logrado capturarnos, y si ya se habían enterado de que dos de sus más leales servidores estaban muertos y sin pollas tirados en el Elba... Marcus Debía haber entendido mi mensaje a la perfección, le quedaba poco tiempo a su liderazgo patético.

—Tengo una orden para ustedes dos. —Les dije a ambas, mientras le miraba ese lindo par de ojos negros y brillantes a Bill, le traía unas ganas desesperadas y Sonreí para que lo notara. Me sonrió de vuelta medio avergonzado y bajo su mirada al no soportar la intensidad de la mía.

—Cómo ustedes pueden caminar por Sankt Pauli con libertad... Quiero que corran la voz con esos sujetos y les digan que en dos días atacaremos Reeperbhan, tienen la oportunidad de huir o cambiarse a mi bando... Pero quiero que les dejen muy en claro, que decidan lo que decidan, iré a mi callejón a recuperar lo que me pertenece.

—¿Por qué quieres avisarles? ¿No sería mejor que atacaran de sorpresa? Les darás la oportunidad de prepararse para atacar... Ustedes siguen siendo pocos en comparación de ellos, Tom.

—Les doy la oportunidad de elegir, Sabela... Te aseguro que de cincuenta gilipollas al menos veinte se cambiaran de bando... y me apoyaran.

—¿Y por qué estás tan seguro de eso?. —Preguntó la muy odiosa.

Encadenados. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora